30 diciembre 2006

Una visita inesperada

Del 20 al 23 de abril de 2006, vino a estar con nosotros Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei. Aunque durmió en San Petersburgo, estuvo con nosotros casi todo el tiempo y con él disfrutamos de la compañía de un hombre que vive muy cerca de Dios. Le enseñamos las iglesias católicas de San Petersburgo.


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Visitamos también las iglesias ortodoxas más importantes, y el domingo celebró la misa parroquial en Pushkin. También estuvo en Kolpino y allí rezó con nosotros y bendijo la casa que, si Dios quiere, transformaremos en capilla. Realmente estuvo tan cariñoso con todo el mundo que la gente reaccionaba de la misma manera y los sacerdotes católicos y ortodoxos con los que estuvimos quedaron encantados, así como toda la gente amiga de la parroquia y del Opus Dei, pero incluso camareros, vecinos y otras personas que no conocíamos de nada se acercaban para pedir la bendición... ¡Ha sido en verdad asombroso! Con una densidad de oración difícil de describir.


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Podría hacer un resumen de lo que nos dijo: “No dejarse servir; no molestar a nadie; aprovechar el tiempo; rezar a todas horas; hacer siempre la oración ante el Sagrario; cuidar todo lo que respecta a la Misa y celebrarla de modo que sea el centro del día; vivir con mucho detalle la pobreza; cuidar mucho el tono humano; ser muy cariñoso con la gente; hablar a todo el mundo rápidamente de Dios: ... transparentar a Dios con nuestra sola presencia”.


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Nos hemos quedado todos con muchas ganas de ser mejores, de vivir de cara al Sagrario, de ceder ante los gustos de los demás...


Voy a poner a continuación, algunos vídeos de encuentros con variados tipos de personas. Son una pequeña muestra de las Visitas Pastorales que Mons. Javier Echevarría hace por todo el mundo.




Mons. Javier Echevarría en EEUU, septiembre de 2006 (28:46)



Mons. Javier Echevarría en Barcelona, 16-19 septiembre de 2004
(21:54)



Mons. Javier Echevarría en Polonia, 23-31 agosto de 2005
(26:24)



Mons. Javier Echevarría en Murcia, 11-13 noviembre de 2005
(24:12)



Mons. Javier Echevarría en Valladolid y Burgos,
(24:58)



Mons. Javier Echevarría en Polonia, 23-31 de agosto de 2005 (26:24)



Mons. Javier Echevarría en Nigeria, 5-13 abril de 1999
(26:38)



Mons. Javier Echevarría en Guatemala, El Salvador y Honduras, 19-28 de enero de 2.000 (40:18)



Mons. Javier Echevarría en Australia y Nueva Zelanda, agosto 1998 (35:38)



Mons. Javier Echevarría en Colombia, julio-agosto 2001 (29:01)



Mons. Javier Echevarría en Costa Rica, Nicaragua y Panamá, enero de 2000 (26:07)



Mons. Javier Echevarría en Filipinas, 10-20 agosto de 1998 (36:55)



Mons. Javier Echevarría en Chile, 21 agosto-3 septiembre de 1997 (32:46)



Mons. Javier Echevarría en Uruguay, agosto de 1997 (19:53)



Mons. Javier Echevarría en Venezuela, agosto de 2001 (30:01)



Mons. Javier Echevarría en Pamplona y Logroño, 16,17 y 18 de enero de 2003 (24:48)

Como Gran Canciller de la Universidad de Navarra confirió tres doctorados honoris causa y participó en otros actos conmemorativos del cincuenta aniversario de la fundación de la Universidad.

En Logroño, invitado por el obispo de la diócesis, participó en un acto en el seminario en el que se recordó la figura de San Josemaria Escrivá.



Mons. Javier Echevarría en Pamplona y Bilbao, febrero de 1998 (19:14)



Entrevista a Mons. Javier Echevarría en Pamplona, 28 agosto de 2002 (30:48)


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27 diciembre 2006

Nuevo paso ecuménico en Rusia, en vísperas de Navidad

Representante del patriarcado de Moscú explica a católicos cómo tiene lugar la inculturación

MOSCÚ, lunes, 25 diciembre 2006 (ZENIT.org).- Por primera vez en lo que se ha dado en llamar «la nueva historia de las relaciones entre la Iglesia católica y ortodoxa rusa», un representante de esta última participó en un encuentro de sacerdotes y religiosos católicos en víspera de la Navidad.

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Belén en la iglesia católica parroquial de Pushkin (San Petersburgo)
Se trata de un anual encuentro de la parte central de la arquidiócesis la Madre de Dios en Moscú. Por invitación de monseñor Tadeusz Kondrusiewicz, arzobispo de dicha arquidiócesis, el secretario para las relaciones intercristianas del Patriarcado de Moscú, el padre Igor Vyzhanov, asistió al encuentro, que tuvo lugar el pasado 21 de diciembre.

La presencia del sacerdote ortodoxo cobra importancia no sólo por la fecha del en encuentro, sino porque además cierra un ciclo de intenso trabajo en el mejoramiento de las relaciones entre ambas Iglesias.

«La amistad que existe entre representantes del clero católico y ortodoxo no es fortuita: somos gente de un mismo espíritu y no podemos no ser amigos, debemos serlo», expresó el sacerdote Igor Vyzhanov.

«La incomprensión que se da actualmente entre la Iglesia católica y ortodoxa rusa es anormal y paradójica», señaló, «no debemos ser rivales, ni enemigos; en Rusia nosotros no tenemos razones para reñir».

Durante las palabras que dirigió a los sacerdotes, religiosos y religiosas congregados en el encuentro, el representante ortodoxo se pronunció a favor de que «la comprensión recíproca que actualmente existe a nivel oficial en el enfoque de muchos problemas mundiales, baje también a nivel del sacerdocio común».

A título personal, Vyzhanov comentó que comprendía las dificultades a las que se enfrentaban los sacerdotes, religiosas y religiosos provenientes de otros países al llegar a Rusia, sobre todo en lo referente a la inculturización: «como dicen: la mente no es capaz de comprender a Rusia, a Rusia -apuntó enfático- hay que entenderla con el corazón».

Por eso, explicó, es necesario «comprender la psicología de sus habitantes para entonces actuar».

«En un principio las dificultades, como se habrán dado cuenta -expresó Vyzhanov-comienzan por la suspicacia que de entrada existe hacia occidente y hacia los cristianos de occidente. Bueno o malo, esto es un hecho».

Explicó que como frecuentemente se menciona, dicho recelo está fundamentado en los cambios económicos, en el proceso de democratización y en la apertura a occidente, un proceso que comenzó hace 15 años y que, para la mayoría del pueblo ruso, a parte de la restauración al culto religioso, no ha traído cosas buenas.

Por lo anterior «me parece que cada representante del clero occidental al llegar a Rusia debe demostrar que ha venido en son de paz» y «romper el hielo» para vencer la suspicacia, apuntó el presbítero.

A su parecer, los representantes del clero católico que vienen a servir a tierras rusas, deben actuar necesariamente con tacto extremo tomando en cuenta los rasgos culturales e históricos del país.

Agregó que el trabajo o proyectos en conjunto son muy importantes para sobrepasar las barreras, así como el «no actuar sospechosamente», aspecto que recalcó varias veces.

Haciendo una analogía con sus labores diplomáticas dentro de la Iglesia ortodoxa rusa donde al llegar a un nuevo lugar busca siempre una cara conocida, un amigo, que le haga sentirse en confianza, Igor Vyzhanov invitó a los sacerdotes, religiosas y religiosos católicos presentes en Rusia a buscar a ese amigo, ese soporte, precisamente en la Iglesia ortodoxa: «Ese amigo, para ustedes, aquí, es nuestra Iglesia».

«Yo quisiera exhortarles a traer amistad. De entrada, estamos abiertos y preparados pero, si hay alguien que no lo está, su tarea es prepararlo. Sólo así se dará una fuerte amistad y espero que así sea», concluyó.


Hago un inciso, en la noticia que publico. Como de Rusia se exportó a medio mundo tanta maldad a lo largo de 70 años, desde esta página de internet -Sacerdotes en Rusia-, deseo ahogar el mal con abundancia de bien. Por eso, incluyo tantos vídeos en diversas entradas, para contribuir a esa gran siembra de Verdad y de Vida que aporta Cristo, y los que deseamos seguirle, a la Humanidad.



Belén napolitano (15:59)



Aragón por caminos divinos (30:43)Perfil aragonés de san Josemaría Escrivá de Balaguer



Entrevista sobre el Catecismo de la Iglesia Católica, al Prof. Pedro Rodriguez, catedrático de Eclesiología en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra (41:38)



Salvador Bernal, autor de una semblanza de D.Álvaro del Portillo, comenta en esta entrevista, algunos aspectos de este Siervo de Dios(34:33)



La sangre de Cristo a la luz de la hamatología moderna (43:57)
Conferencia del Prof. Antonio López Borrasca, Catedrático Emérito de Hematología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca, en La Bañeza(León) el 4 de abril de 2001 acerca de los aspectos más relevantes de la Pasión de Cristo desde el punto de vista científico.



Instituto Tecnológico Industrial en Nigeria (03:31)



Fe y Ciencia (1ª clase)(52:45). Clase del Prof. Mariano Artigas Mayayo sobre las relaciones entre fe y ciencia. Doctor en Ciencias Físicas y en Filosofía, es una eminencia a nivel mundial en estas materias.



Fe y Ciencia (2ª clase)(54:06). Clase del Prof. Mariano Artigas Mayayo sobre las relaciones entre fe y ciencia. Doctor en Ciencias Físicas y en Filosofía, es una eminencia a nivel mundial en estas materias.



La alegria y el dolor: dos compañeros de viaje (28:32). Entrevista a la Prof. Ana Artázcoz. Dice de sí misma que desea ser un testigo de alegría y esperanza para mucha gente. Y lo es, ya que hablar con ella de la vida, del dolor, de la fe y del sufrimiento, es todo un privilegio. Esta joven de 25 años es Licenciada en Psicopedagogía por la Universidad de Navarra. Sufre desde su nacimiento una enfermedad neurodegenerativa desconocida, para la que no se conoce cura ni tratamiento alguno efectivo. Sin embargo, eso no ha impedido a Ana acabar su carrera universitaria y ser, en la actualidad, Coordinadora del área pedagógica de la Delegación Diocesana de Enseñanza así como Directora del Equipo Ágora, que se dedica a formar a padres, profesores y alumnos en clave de la educación en valores.



Las raíces de la violencia entre niños y adolescentes (30:27).

Cada día aparecen, más a menudo,en los periódicos y en las pantallas de TV, noticias sobre hechos violentos entre gente joven: violencia en la calle, en los colegios, en lugares de ocio, incluso en el seno familiar. La violencia parece haber alcanzado ya incluso a niños de corta edad. ¿Qué impulsa a un niño a ejercer la violencia? ¿Cómo interiorizan la violencia que sufren? ¿Qué es un niño o un adolescente violento y porqué es así?

Estos y otros temas se tratan en esta entrevista al Prof. Aquilino Polaino. El Prrof. Polaino es Catedrático de Psicopatología de la Universidad Complutense de Madrid e Investigador-Colaborador del Instituto para Ciencias de la Familia de la Universidad de Navarra, analiza el hecho violento y apunta a las raíces de la violencia. Temas de gran interés, sobre todo para padres y educadores



A la moda o contra corriente (46:22). A veces nos gustan, y otras no, las nuevas tendencias de la moda: ¿se puede ir a la moda y al mismo tiempo ir contra corriente? Ir elegante, desarrollar el buen gusto, saber elegir, mantener la propia personalidad...Estos y otros temas se desarrollan en esta entrevista con Mónica Codina Blasco, Profesora de Deontología de la Comunicación en la Universidad de Navarra.



Santo Rosario: Contemplar a Cristo con María (31:55). Mons. Fernando Sebastián, Arzobispo de Pamplona, analiza en esta entrevista la Carta Apostólica "Rosarium Virginis Mariae" de Juan Pablo II, y anima a rezar el Santo Rosario desgranando sus diferentes Misterios.



La afectividad y el valor de los sentimientos (1ª parte)(37:28). Integración de los sentimientos y de los afectos en la realización personal, por el Prof. Juan Ramón García Morato, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra(España).



La afectividad y el valor de los sentimientos (2ª parte)(24:50). La sensibilidad y los afectos en el conocimiento de la realidad, por el Prof. Juan Ramón García Morato, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra(España).



La afectividad y el valor de los sentimientos (3ª parte)(18:04). Afinamiento de la sensibilidad y educación de los afectos, por el Prof. Juan Ramón García Morato, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra(España).



Aspectos éticos del interés por la verdad (1ªparte)(53:07). Virtudes predispositivas para el conocimiento de la verdad. Clase del Prof. Antonio Millán Puelles



Aspectos éticos del interés por la verdad (2ªparte)(53:07). Virtudes regulativas para el conocimiento de la verdad. Clase del Prof. Antonio Millán Puelles



¿Qué es el hombre?: Lecciones de antropología filosófica y teológica. Introducción(12:28), por el Prof. Cesar Izquierdo de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.



¿Qué es el hombre?: Lecciones de antropología filosófica y teológica. "El lugar del hombre en el Cosmos"(28:43), por el Prof. Mariano Artigas de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Navarra.



¿Qué es el hombre?: Lecciones de antropología filosófica y teológica. "La unidad del hombre"(33:55) , por el Prof. Enrique Moros de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.



¿Qué es el hombre?: Lecciones de antropología filosófica y teológica. "La relación del hombre con la verdad y el bien"(30:58), por el Prof. José Ignacio Murillo de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Navarra.



¿Qué es el hombre?: Lecciones de antropología filosófica y teológica. "Unidad de la persona y matrimonio"(31:40), por el Prof. Juan Ignacio Bañares de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra.



¿Qué es el hombre?: Lecciones de antropología filosófica y teológica. "El hombre un ser en relación"(30:06), por el Prof. José Ignacio Murillo de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Navarra .



¿Qué es el hombre?: Lecciones de antropología filosófica y teológica. "El trabajo como realización del hombre y camino de santificación"(26:22), por el Prof. José Luis Illanes de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.



Qué es el hombre: Lecciones de antropología filosófica y teológica: "La llamada del hombre a la comunión con Dios"(25:28), a cargo del Prof. César Izquierdo de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.



Qué es el hombre: Lecciones de antropología filosófica y teológica: "El hombre, imagen de Dios revelado en Cristo"(28:41), a cargo del Prof. Juan Luis Lorda de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.



Qué es el hombre: Lecciones de antropología filosófica y teológica: "Divinización, inhabitación, filiación"(31:29), a cargo del Prof. Lucas F. Mateo Seco de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.



Qué es el hombre: Lecciones de antropología filosófica y teológica: Teología de la gracia"(29:18), a cargo del Prof. Juan Luis Lorda de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.



Clases de escatologia:"Introducción" (17:26),a cargo del Prof. Lucas F. Mateo Seco, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra .



Clases de escatologia: "Líneas esenciales de la escatología cristiana" (39:11),a cargo del Prof. Paul O'Callaghan, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra .



Clases de escatologia: "La esperanza escatológica en la Sagrada Escritura"(33:39), a cargo del Prof. Francisco Varo de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra .



Clases de escatologia: "Parusía y fin del mundo"(28:55), a cargo del Prof. Lucas F. Mateo Seco de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra .



Clases de escatologia: :"La resurrección de Cristo y la resurrección de los hombres"(24:17), a cargo del Prof. Lucas F. Mateo Seco de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra .



Clases de escatologia: "El destino final del hombre"(18:36), a cargo del Prof. José Alviar, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.



Clases de escatologia: "Iglesia triunfante e Iglesia militante"(31:36) , a cargo del Prof. Lucas F. Mateo Seco, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra .



Clases de escatologia: "la Iglesia terrena y la Iglesia purgante"(30:39), a cargo del Prof. José Alviar, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra .



Clases de escatologia: "El juicio divino y la verdad de la historia"(25:58), a cargo del Prof. José Luis Illanes, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.



Clases de escatologia: "Vida eterna y divinización"(38:48), a cargo del Prof. Paul O'Callaghan, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.



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22 diciembre 2006

Las Iglesias orientales católicas tienen la tarea de promover el ecumenismo

Afirma el Papa al recibir al patriarca de Alejandría de los coptos católicos

CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 15 diciembre 2006 (
www.zenit.org).- Las Iglesias orientales católicas tienen la tarea de promover la unidad entre los cristianos, en particular, con los ortodoxos, afirmó Benedicto XVI este viernes al recibir al patriarca de Alejandría de los coptos católicos.



Ha sido la primera vista de Su Beatitud Antonios Naguib, de 71 años, a la Santa Sede desde su elección, el 30 de marzo pasado.

En el discurso que el Papa le dirigió en francés, el obispo de Roma garantizó al patriarca «mi apoyo por la “tarea particular” que el Concilio ecuménico Vaticano II confió a las Iglesias orientales católicas: "hacer progresar la unidad de todos los cristianos, sobre todo de los cristianos orientales"».

Los copto-católicos de Egipto son unos 250.000, una pequeña minoría en un país de más 74 millones de habitantes, de los que el 94% son musulmanes y casi el 6% son copto-ortodoxos.

Por este motivo, el Papa subrayó el «papel importante» que desempeña ese patriarcado «en el diálogo interreligioso para desarrollar la fraternidad y la estima entre cristianos y musulmanes, y entre todos los hombres».



La Iglesia copta (conocida como ortodoxa) se quedó al margen de Roma después del Concilio de Calcedonia en el año 451. En 1741, un obispo copto en Jerusalén, se convirtió al catolicismo y fue nombrado por el Papa Benedicto XIV vicario apostólico de la pequeña comunidad de coptos (entonces eran unos dos mil) que habían entrado en la Iglesia católica por la predicación de los religiosos a partir del siglo XVII. En 1895, el Papa León XIII restableció el patriarcado copto-católico.



La Iglesia copto-católica está experimentando un florecimiento de vocaciones a la vida religiosa (tanto de mujeres como de hombres) y al sacerdocio (además de 200 sacerdotes, en Egipto hay 150 religiosos coptos). Dirige 170 instituciones educativas en las la mayor parte de los estudiantes son musulmanes.



Monseñor Antonios Naguib nació en 1935. Tras entrar en el Seminario de Maadi, en El Cairo, estudió teología en el Colegio Urbano de «Propaganda Fide» en Roma entre 1953 y 1958.

Ordenado sacerdote en 1960, tras un año de párroco en Minya, regresó a Roma para alcanzar la licencia en Teología (1962) y la licencia en Sagrada Escritura en el Instituto Pontificio Bíblico (1964).

Fue profesor de esta disciplina en el Seminario Patriarcal de Maadi hasta ser elegido obispo de Minya el 26 de julio 1977. Presentó la renuncia como obispo de Minya el 9 de septiembre de 2002 para pasar un período de descanso.



La Iglesia copta (tanto la ortodoxa, guiada por el Papa Shenouda III, como la católica) fue fundada por el santo mártir Marcos entre el año 40 y el año 60 d.C. en Alejandría, que entonces era un foco de cultura y de civilización, ciudad rica y cosmopolita.



La Iglesia en la Historia 01 (32:57)Entrevista con el Prof. Luis Suárez, Catedrático de Historia



La Iglesia en la Historia 02 (40:34)Entrevista con el Prof. Luis Suárez, Catedrático de Historia



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17 diciembre 2006

Desafíos del diálogo católico-ortodoxo

Monseñor Dimitrios Salachas comenta la visita del arzobispo de Atenas a Benedicto XVI

El arzobispo Christodoulos, cabeza de la Iglesia Ortodoxa Griega visitó por primera vez a un Papa el 14 diciembre 2006, y de ese encuentro con Benedicto XVI salió una declaración conjunta en favor del reconocimiento de las raíces cristianas de Europa.



Sobre esta visita y sus repercusiones ecuménicas, Zenit ha entrevistado a monseñor Dimitrios Salachas, del exarcado apostólico greco-católico de Atenas, profesor de Derecho Canónico en Roma, consultor de la Congregación para las Iglesias Orientales, del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, y de otros organismos de la Curia Romana.

Hace unos años, y no muchos, era poco probable una visita del arzobispo ortodoxo de Atenas al Papa. ¿Qué está cambiando?

Monseñor Salachas: Por lo que yo sé, la intención del arzobispo Christodoulos de visitar al Papa había madurado ya durante los últimos años del pontificado de Juan Pablo II, en cuyos funerales participó personalmente.

El punto de partida de una nueva época en las relaciones entre la Iglesia de Roma y la Iglesia Ortodoxa de Grecia fue precisamente la peregrinación jubilar, en mayo de 2001, del Papa Juan Pablo II a Grecia «tras las huellas de San Pablo», y la firma de una Declaración conjunta en el Areópago de Atenas del Papa Juan Pablo II y del arzobispo Christodoulos, por la que se comprometían a una colaboración fraterna y a un testimonio común para la salvaguarda de la identidad cristiana del continente europeo.

Siguieron, en marzo de 2002, la visita a la Santa Sede de una delegación del Santo Sínodo de la Iglesia de Grecia, y en febrero de 2003, la visita de una delegación de la Santa Sede, presidida por el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, a la Iglesia de Grecia, y la participación de representantes de la Santa Sede en diversas iniciativas convocadas por la Iglesia de Grecia a nivel internacional y ecuménico.

La visita del Papa Benedicto XVI a Constantinopla vino a consolidar la decisión ya tomada meses antes por el arzobispo de visitar a la Iglesia de Roma y encontrarse con su obispo para reafirmar el compromiso asumido con la Declaración en el Areópago de Atenas en 2001.

En algunos ambientes católicos, se considera que uno de los principales problemas para la unidad de los cristianos es la unidad de las Iglesias ortodoxas entre ellas. ¿Cómo son las relaciones entre los grandes patriarcados y especialmente con el Patriarcado Ecuménico?

Monseñor Salachas: La unidad y la comunión entre las Iglesias ortodoxas -cada una de las cuales se rige sinodalmente y goza de una autonomía administrativa interna- no se manifiesta del mismo modo que en la Iglesia católica, en la que el Romano Pontífice, como autoridad suprema de la misma Iglesia, es el fundamental criterio doctrinal y canónico de comunión eclesial.

El Patriarcado Ecuménico ha sido a lo largo de los siglos y es todavía hoy la primera sede entre las dieciséis Iglesias ortodoxas de tradición bizantina (nueve patriarcados y siete Iglesias autocéfalas nacionales y autónomas).

La Iglesia Ortodoxa en su conjunto está integrada por la plena comunión de patriarcados e Iglesias nacionales autónomas, unidas en la fe ortodoxa definida por los primeros concilios ecuménicos y reguladas por los sagrados cánones de los mismos concilios, que se rigen internamente de modo autónomo, según los propios estatutos emanados sinodalmente, manteniendo la precedencia en el orden y en el honor entre ellas, basada en criterios de origen histórico-canónico. Los patriarcas de las Iglesias ortodoxas, aunque posteriores en el tiempo unos de otros, son todos iguales en cuanto a dignidad patriarcal, exceptuando la precedencia de honor entre ellos.

El orden de precedencia entre las antiguas sedes patriarcales de las Iglesias ortodoxas corresponde, en primer lugar, a la sede de Constantinopla y tras ella a la de Alejandría, luego a la de Antioquia y después a la Jerusalén.

La precedencia entre todos los demás patriarcas y cabezas de las Iglesias ortodoxas se ordena según la antigüedad de la sede patriarcal o arzobispal.

El Patriarca de Constantinopla, que desde el siglo V lleva el título de «ecuménico» es en Oriente el primero en el orden y en el honor entre los patriarcas y jerarcas ortodoxos.

Esta prerrogativa, aunque no es de índole jurídica sino sólo honorífica, porque cada Iglesia ortodoxa es gobernada en modo autónomo y sinodal: comporta una función de sintonía y sinergia de comunión panortodoxa, de iniciativa, de coordinación, de acción común a nivel panortodoxo, tras previa consulta y acuerdo con todas las otras Iglesias ortodoxas.

Por tanto, el Patriarcado de Constantinopla goza de una preeminencia de honor entre las Iglesias ortodoxas y sus cabezas.

En este sentido, una Iglesia Ortodoxa local es canónica en la medida en que está en comunión con la Iglesia-Madre de Constantinopla y con todas las otras Iglesias ortodoxas.

Entre las diversas Iglesias ortodoxas, en el pasado ha habido problemas y tensiones internas de diferente tipo (nunca de índole doctrinal sino más bien de carácter étnico y canónico jurisdiccional) y los hay todavía hoy, pero esto no ha sido nunca causa de ruptura de la comunión canónica eclesial o de cismas.

La unidad de la Ortodoxia se manifiesta de modo especial litúrgicamente con la celebración, en circunstancias solemnes de la Divina Liturgia en cada Patriarcado e Iglesia, en el que se conmemoran a todos los patriarcas y cabezas de las Iglesias ortodoxas, según la antigüedad de la sede patriarcal o arzobispal, empezando por el patriarca ecuménico.

Como católico griego y especialista en derecho oriental, ¿considera que el hecho de que los católicos en Grecia tengan algunos problemas, como es la falta de reconocimiento de la personalidad jurídica de la Iglesia católica, puede detener el camino ecuménico?

Monseñor Salachas: Es verdad que el problema del reconocimiento de la personalidad jurídica de la Iglesia católica preocupa desde hace decenios a los católicos en Grecia con graves consecuencias prácticas.

Durante la visita del presidente de la República Helena, Karolos Papoulias, al Vaticano el 28 de enero de 2005, se afrontó este problema.

El Presidente, acompañado por la ministra de Educación y Asuntos Religiosos, la señora Ghiannakou, se comprometió decididamente a una justa y rápida solución de este problema con el fin de dar a la Iglesia católica en Grecia un estatuto jurídico apropiado y reconocido.

Actualmente, el Ministerio ha instituido una comisión mixta para estudiar una posible solución al problema.

Se busca una solución en el contexto de la Constitución y del ordenamiento jurídico en vigor en la República Helena. No faltan dificultades en esta línea pero se espera que muy pronto la comisión pueda lograr la solución deseada.

El Papa Benedicto XVI, al recibir el 30 de octubre pasado a los obispos católicos de Grecia, en visita «ad limina», expresó la esperanza de que con paciencia y en el respeto de los procedimientos legítimos, sea posible lograr, gracias al empeño de todos, el deseado acuerdo.

No pienso, por tanto, que este problema pueda ralentizar la buena relación ecuménica a alto nivel entre las Iglesias.

El problema no se refiere de hecho a la Iglesia ortodoxa sino que es de exclusiva competencia del Gobierno, el cual, además de la obligación de garantizar el derecho constitucional de la libertad religiosa de cada ciudadano y de cada religión, debe responder a las interpelaciones de la Comunidad Europea, de la que Grecia es miembro. No pienso que la Iglesia ortodoxa quiera ralentizar este proceso.

Usted es miembro de la Comisión mixta para el diálogo teológico oficial entre las Iglesias Católica y Ortodoxa. En todos estos años (desde Patmos 1980 a Belgrado 2006) la Comisión mixta no ha resuelto el problema llamado del «uniatismo» [la unión de algunas Iglesias orientales a Roma], considerado por parte ortodoxa como un grave obstáculo para la unidad. ¿Los católicos de rito oriental, llamados «uniatas», son un problema o una solución, ecuménicamente hablando?

Monseñor Salachas: La Comisión mixta, consciente de la complejidad de los problemas a resolver sobre el «uniatismo», considera sin embargo la importancia de este diálogo, que debe continuar en la perspectiva de la plena unidad entre las Iglesias católica y ortodoxa. Antes que nada, hay que afirmar categóricamente que el «uniatismo» no es la solución para el restablecimiento de la plena unidad ecuménicamente hablando.

Hay por tanto que distinguir el «uniatismo» de las Iglesias orientales católicas, es decir de las Iglesias que hoy están en plena comunión con la Sede Apostólica de Roma.

Hay que recordar por ello que la comisión mixta, tanto en la Declaración conjunta de Freising 1990 (Alemania), como en el documento conjunto de Balamand 1993 (Líbano), distinguiendo el método del pasado que llevó a la existencia de las Iglesias orientales, afirmaba por una parte, que «rechazamos el uniatismo como método de búsqueda de la unidad porque es se opone a la tradición común de nuestras Iglesias», y por otra parte, que «las Iglesias orientales católicas, como parte de la Comunión católica, tienen el derecho a existir y a actuar para responder a las necesidades espirituales de sus fieles»; «las Iglesias orientales católicas que han querido restablecer la plena comunión con la Sede de Roma y han permanecido fieles a ella, tienen los derechos y las obligaciones ligados a esta Comunión de la que forman parte».

Se sabe que la reserva de las Iglesias ortodoxas se basa en el hecho de que no encuentran fundamento teológico que justifique la existencia de las Iglesias católicas orientales, mientras que para la Iglesia católica el hecho de su plena comunión con la Sede apostólica de Roma con los vínculos de la profesión de fe, de los sacramentos y del gobierno eclesiástico, justifica su carácter eclesial y canónico.

En varias ocasiones, exponentes ortodoxos, teólogos y eclesiásticos, han expresado su punto de vista para la solución de este problema, considerando que los católicos orientales deberían optar por volver a la Iglesia ortodoxa, de la que provienen, o incorporarse a la Iglesia latina, en cuanto que están unidos a Roma.

Es obvio que semejante «solución» no puede encontrar apoyo por parte católica, por razones esencialmente doctrinales, eclesiológicas y pastorales.

Considero que el «uniatismo» plantea fundamentalmente la cuestión más delicada y teológicamente más difícil, es decir, el primado del romano pontífice.

Si bien las Iglesias orientales católicas remontan su origen a la antigüedad, como comunidades eclesiales aparecieron tras el cisma de 1054 y, tras los fallidos intentos de unión --especialmente desde el Concilio de Florencia (1439)--, su estado eclesial y canónico se debe al reconocimiento expreso por parte de la suprema autoridad de la Iglesia católica, es decir del romano pontífice.

Aún reconociendo que las Iglesias orientales católicas no son la solución para el restablecimiento de la plena comunión entre nuestras Iglesias, la cuestión de su existencia y de su carácter eclesial están íntimamente relacionados con la cuestión fundamental de la doctrina sobre el primado del Papa y su ejercicio en la Iglesia universal. En esta línea, la IX Asamblea Plenaria de la Comisión mixta en Belgrado, del 18 al 25 de septiembre de 2006, empezó a tratar el tema «Consecuencias eclesiológicas y canónicas de la naturaleza sacramental de la Iglesia. Autoridad y conciliaridad en la Iglesia».

El tema fue estudiado a tres niveles de la vida de la Iglesia: local, regional y universal, bajo el aspecto eclesiológico y canónico.

El enfoque canónico del tema se basó fundamentalmente en los «sacri canones» del primer milenio, considerando también los desarrollos doctrinales del segundo milenio en la vida de las Iglesias ortodoxas y en la Iglesia católica.

La sesión de Belgrado no acabó el estudio de todo el tema; por ello se hará, en su conjunto, en la próxima sesión plenaria de la Comisión que tendrá lugar en 2007, acogida por la Iglesia católica.

Por ello, el problema llamado del «uniatismo», considerado por parte ortodoxa como grave obstáculo a la unidad, no es una solución, ecuménicamente hablando, sino más bien un problema teológico y canónico que la Comisión mixta se ha comprometido, por voluntad de sus Iglesias, a afrontar en un diálogo de caridad y de verdad.

Sin embargo, el hecho de que la Comisión mixta no haya logrado todavía un acuerdo sobre el concepto teológico básico del «uniatismo», y que por ello no haya producido un documento conjunto con propuestas precisas y orientaciones, no significa interrupción del diálogo teológico.

¿Cuál es el significado ecuménico de los dos eslabones de la cadena de san Pablo que fue entregado por el cardenal Montezemolo, en nombre del Papa, al arzobispo Christodoulos, este jueves, en la Basílica de San Pablo Extramuros?

Monseñor Salachas: Por lo que sé, el arzobispo Christodoulos había ya hecho al Papa Juan Pablo II, durante su encuentro en Atenas en 2001, la petición de tener parte de la cadena de san Pablo, como sagrada reliquia para bendición del pueblo ortodoxo.

El Papa, con mucho gusto, había prometido la entrega de parte de esta sagrada reliquia en un próximo encuentro de ambos en Roma.

El encuentro sin embargo no se produjo y ahora el Papa Benedicto XVI, confirma la promesa de su predecesor y la cumple.

El significado de este gesto es profundamente teológico y ecuménico. La Iglesia de Roma y la Iglesia de Atenas son Iglesias de origen apostólico, fundadas la primera por los apóstoles Pedro y Pablo, y la segunda por Pablo.

Ambos apóstoles murieron en Roma como mártires, Pedro en el 64 (ó 67) y Pablo en el 67.

Las cadenas con las que estaba preso san Pablo encarcelado y conducido al martirio, devotamente conservadas y veneradas desde hace siglos en la Basílica de San Pablo Extramuros, además de honrar la memoria del apóstol de los gentiles y su martirio en Roma, estimulan hoy a las Iglesias católica y ortodoxa a proseguir, tras las huellas del apóstol, en el empeño en la búsqueda de la plena unidad.

Esta entrega fraterna a la Iglesia de Atenas de estos eslabones de la cadena recuerda a todos, atenienses y romanos, el llamamiento de san Pablo a los cristianos de Corinto: «Hermanos míos, estoy informado de vosotros que existen discordias entre vosotros. Me refiero a que cada uno de vosotros dice: “Yo soy de Pablo”, “Yo de Apolo”, “Yo de Cefas”, “Yo de Cristo”. ¿Esta dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por vosotros? ¿O habéis sido bautizados en el nombre de Pablo?» (I Corintios 1, 11-13). «Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu» (I Corintios 12, 13).

El arzobispo Christodoulos estudió en la escuela católica «Leonteion», dirigida por los hermanos maristas de Atenas. ¿Quizá este hecho le ha dado apertura al diálogo entre ortodoxos y católicos?

Monseñor Salachas: Es verdad. Personalmente nos conocemos desde cuando éramos compañeros en la misma escuela católica.

Sin duda este hecho tuvo una influencia determinante en su currículum posterior como presbítero, obispo y ahora arzobispo de Atenas y primado de Grecia; le ha suscitado el interés de seguir y conocer el «aggiornamento» realizado en la Iglesia católica por el Concilio Vaticano II.

Todo esto le hace, en efecto, especialmente sensible al diálogo entre ortodoxos y católicos en el camino hacia la unidad.

Obviamente, para promover la unidad de los cristianos, ortodoxos y católicos, el empeño de sus pastores es de fundamental importancia como testimonio y guía.

Pero eso no basta; es necesaria la implicación de todos los otros pastores y fieles, católicos y ortodoxos, a nivel regional o local.

Pero, para ser realistas, debemos reconocer que esto no se da todavía suficientemente ni siempre en diversos ambientes eclesiásticos ortodoxos en Grecia.

De hecho, la visita del arzobispo y su encuentro con el Papa es un acto valeroso, y se produce en un clima no compartido por una parte de la jerarquía ortodoxa, pero se inscribe en la línea del diálogo de caridad y de verdad entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa en su conjunto, en el que la Iglesia de Grecia participa activamente.





Un representante ortodoxo analiza los desafíos del diálogo católico-ortodoxo
Habla el obispo ortodoxo griego Agathanghelos


ROMA, jueves, 14 diciembre 2006 (www.zenit.org).-

Benedicto XVI subrayó este jueves, en el discurso que dirigió a Su Beatitud Christodoulos, arzobispo de Atenas y de toda la Grecia, que la visita que realizó el obispo Agathanghelos en enero pasado al Vaticano fue un paso decisivo en las relaciones entre ortodoxos y católicos.

El obispo Agathanghelos, de Fanarion, es director general de la organización «Apostoliki Diaconia», que en la Iglesia Ortodoxa de Grecia se ocupa de las misiones, de la formación de los seminaristas y de la actividad editorial.

«Apostoliki Diaconia» ayuda a las demás Iglesias, especialmente en África y Asia, financia la formación de los seminaristas en los países pobres, construye iglesias y hospitales, publica libros en lenguas locales (no sólo libros religiosos sino también opúsculos sobre salud, por ejemplo de prevención de enfermedades tropicales).


En la primavera de este año, el obispo Agathanghelos, con una delegación greco-ortodoxa, vino a visitar Roma para conocer mejor la tradición y la cultura de la Iglesia católica.

Según sus palabras, es importante descubrir todo lo que unía a las dos Iglesias en el primer milenio, cuando no estaban todavía divididas, conocerse mutuamente, escucharse y dialogar sin prejuicios. Todo esto, considera, será posible gracias a la oración y al amor mutuo que puede abatir las barreras del miedo.

¿Qué piensa de las relaciones entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa de Grecia?

Obispo Agathanghelos: La visita de Juan Pablo II a Grecia en 2001 fue decisiva en la mejora de las relaciones entre nuestras Iglesias. En el Areópago, el Papa se entrevistó con el arzobispo de Atenas y de toda Grecia Christodoulos. En los años posteriores a la visita, es decir, desde que presido «Apostoliki Diaconia», hemos estrechado relaciones con la Iglesia católica, especialmente con el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.

Uno de los frutos de nuestra colaboración es la preparación de un facsímile del antiguo y ricamente decorado códice sobre las vidas de los santos «Menologio de Basilio II», que se conserva en la Biblioteca Vaticana. Es una obra importantísima porque fue realizada tras el período iconoclasta. Este códice marca un giro en la historia de la Iglesia de oriente, que de nuevo empieza a venerar iconos y descubre la importancia de la belleza.

Con motivo de la publicación del códice, invitamos a Atenas al cardenal Jean-Louis Touran, bibliotecario de la Santa Romana Iglesia, que llevó saludos de parte de Benedicto XVI. Enb esa ocasión, el arzobispo Christodoulos fue invitado a visitar el Vaticano.

El año pasado ofrecimos, a través de la Nunciatura Apostólica en Atenas, becas a treinta católicos para que pudieran visitar nuestro país, aprender la lengua, conocer nuestra cultura y la tradición ortodoxa. De este modo, los católicos podían acercarse a la «otra parte» de la Iglesia con la que durante mil años «fuimos uno».

¿La Iglesia ortodoxa griega puede servir de ejemplo para las otras Iglesias ortodoxas del diálogo ecuménico con la Iglesia católica?

Obispo Agathanghelos: Creo que todo hombre de buena voluntad puede descubrir el sentido de tal diálogo y aprender a dialogar. La colaboración entre las Iglesias no puede ser equiparada a las relaciones entre los estados. Esta colaboración tiene muchos aspectos y uno de estos son las visitas que permiten superar los prejuicios. Es algo muy importante, especialmente ahora, cuando empezamos la nueva etapa del diálogo entre nuestras Iglesias. Quiero subrayar un hecho: muchas Iglesias y Patriarcados (Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, Patriarcado de Alejandría, de Jerusalén, Iglesia de Chipre, de Albania) colaboran con nosotros y nombran a los profesores de Teología griegos para los contactos ecuménicos.

La Iglesia católica está muy preocupada por cómo van ciertas cosas en la Unión Europea, especialmente en la promoción de la nueva visión del hombre y de la familia, que contradice la antropología cristiana. ¿La Iglesia ortodoxa comparte esta preocupación?

Obispo Agathanghelos: Nosotros tenemos los mismos temores que ustedes. Constatamos con tristeza que Europa, especialmente la occidental, se aleja del cristianismo. Los políticos no reconocen la identidad de nuestro continente que es fruto de nuestra historia y que no se puede negar. Es un grave problema por tanto que debemos afrontar colaborando entre nosotros.

¿Pero cómo convencer a los políticos de la Unión Europea para que renuncien a las políticas que atacan a la familia si ciertas Iglesias protestantes reconocen las uniones homosexuales?

Obispo Agathanghelos: Por eso el diálogo entre las Iglesias católica y ortodoxa es tan importante. Nos unen muchísmas cosas: la tradición común, la teología, la sucesión apostólica, opiniones sobre bioética, derechos humanos, paz en el mundo. Durante mil años, hemos vivido juntos, durante mil años consecutivos estuvimos separados. En el curso de la historia se dieron momentos dramáticos, a menudo nos sentimos heridos, pero esto no quiere decir que hoy no podamos vivir como hermanos.

¿De qué manera nuestras Iglesias pueden oponerse conjuntamente a la política anticristiana y al proceso de secularización del mundo occidental?

Obispo Agathanghelos: Quiero hacer sólo una reflexión. Nuestro diálogo teológico puede dar el testimonio de Cristo. Hoy la gente que está en búsqueda de la verdad nos pregunta: ¿Por qué estáis divididos? ¿Cómo podemos convencer a nuestros fieles del amor de Cristo si estamos divididos?

Usted ya se ha entrevistado con Benedicto XVI...

Obispo Agathanghelos: Para mí fue algo muy importante encontrarme con el Papa Benedicto XVI y escuchar personalmente sus palabras. Tras la visita, salimos fortificados en el espíritu, para trabajar todavía más por la reunificación de nuestras Iglesias. Estos son nuestros proyectos humanos. Pero si tenemos buenas intenciones y corazones abiertos, Dios nos bendecirá: la historia del mundo y de la Iglesia están en sus manos.

Histórica visita del arzobispo ortodoxo de Atenas al Papa

Proponen avanzar en la unidad colaborando en defensa de la vida y de las raíces cristianas


CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 14 diciembre 2006 (ZENIT.org).- La primera visita de un arzobispo ortodoxo de Atenas y de toda la Grecia a un Papa en el Vaticano, Su Beatitud Christodoulos, se ha convertido en un paso importante para superar la división entre ortodoxos y católicos.

El encuentro concluyó con la firma de una declaración común por parte de los dos líderes religiosos en la que se reafirma la colaboración de ortodoxos y católicos particularmente en la defensa de la vida y en la recuperación de las raíces cristianas de Europa.

No era la primera visita del arzobispo griego al Vaticano, aunque sí era la primera a un Papa. Su Beatitud Christodoulos se había encontrado con el cardenal Joseph Ratzinger, decano del Colegio Cardenalicio, con motivo de las exequias de Juan Pablo II, el 8 de abril de 2005.

Tras el encuentro privado, entraron en la biblioteca privada del Papa los componentes de séquito del arzobispo de Atenas para escuchar ambos discursos.

Primero tomó la palabra Benedicto XVI para constatar que «hoy, nuestras relaciones se reanudan lenta, pero profundamente y con una preocupación de autenticidad».

«Nos ofrecen la oportunidad de descubrir toda una nueva gama de expresiones espirituales llenas de significado y un compromiso mutuo. Damos gracias a Dios», reconoció.

Tras recordar los grandes pasos que se han dado en la relación entre católicos y ortodoxos griegos, a raíz la visita que hizo a ese país Juan Pablo II, en mayo de 2001, su sucesor invitó a dirigir «nuestra mirada hacia el porvenir», para afrontar «un inmenso campo en el que podrá crecer nuestra colaboración mutua y pastoral».

«Católicos y ortodoxos están llamados a ofrecer su contribución cultural y sobre todo espiritual ».

En particular, «tienen el deber de defender las raíces cristianas del continente [europeo], que le han forjado a través de los siglos, y permitir así que la tradición cristiana siga manifestándose y operando con todas sus fuerzas a favor de la salvaguardia de la dignidad de la persona humana, del respeto de las minorías, prestando atención para evitar una uniformación cultural que correría el riesgo de perder inmensas riquezas de la civilización».

Al mismo tiempo, aseguró, «es necesario trabajar para salvaguardar los derechos del hombre, que comprenden el principio de libertad individual, en particular, la libertad religiosa: estos derechos tienen que promoverse y defenderse en la Unión Europea y en cada país miembro».

Su Beatitud Christodoulos, en su discurso, afrontó prácticamente los mismos temas suscitados por el Papa.

«Venimos a visitar al eminente teólogo y profesor universitario, al investigador asiduo del pensamiento griego antiguo y de los Padres griegos de Oriente; pero también al visionario de la unidad de los cristianos y de la cooperación de las religiones para asegurar la paz del mundo entero», comenzó reconociendo.

Consideró que su visita ofrece la oportunidad «emprender una nueva etapa para el camino común de nuestras Iglesias para afrontar los problemas del mundo actual».

El arzobispo garantizó al Papa su compromiso para «superar los obstáculos dogmáticos que obstaculizan el camino de la unidad en la fe», hasta que ortodoxos y católicos alcancen «la unidad plena», y puedan «comulgar en el Cuerpo y en la Sangre precioso del Señor en el mismo Cáliz de Vida».

En este sentido, arzobispo de Atenas confió en el trabajo de la Comisión Mixta Internacional encargada del diálogo entre la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica, que se reunió el pasado mes de septiembre en Belgrado, acabando con años de estancamiento.

Antes de la audiencia con el Papa, Su Beatitud Christodoulos visitó la Basílica de San Pedro en el Vaticano y rezó ante la tumba de Juan Pablo II y de otros Papas.

En la tarde, participó en una solemne celebración en la Basílica de San Pablo Extramuros, en la que recibió como regalo de la Iglesia de Roma dos eslabones de la cadena con la que, según la tradición, fue hecho prisionero san Pablo apóstol.

El regalo había sido preparado por voluntad de Juan Pablo II para esta visita que el representante ortodoxo no pudo realizar a causa de las condiciones de salud del fallecido Papa.

Discurso del Papa al arzobispo de Atenas y de toda la Grecia


CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 15 diciembre 2006 (ZENIT.org).- Publicamos el discurso que dirigió este jueves Benedicto XVI a Su Beatitud Christodoulos, arzobispo de Atenas y de toda la Grecia.


Beatitud,

Queridos hermanos en Cristo que acompañáis al venerable arzobispo de Atenas y de toda Grecia con ocasión de nuestro encuentro fraterno, os saludo en el Señor.

Con profunda alegría, os acojo con la misma fórmula que san Pablo dirigía «a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos aquellos que invocan en cualquier lugar el nombre de nuestro Señor Jesucristo» (1 Co 1,2). En el nombre del Señor y con un afecto sincero y fraterno, os doy la bienvenida entre nosotros, en la iglesia de Roma, y doy gracias a Dios porque nos concede vivir este momento de gracia y de alegría espiritual.

Vuestra presencia aquí reaviva en mí la gran tradición cristiana que nació y se desarrolló en vuestra querida y gloriosa patria. A través de la lectura de las epístolas de Pablo y de los Hechos de los apóstoles, esta tradición me recuerda diariamente a las primeras comunidades cristianas que se formaron en Corinto, en Tesalónica y en Filipos. Me recuerda también la presencia y la predicación de san Pablo en Atenas, su valiente proclamación de la fe en el Dios desconocido y revelado en Jesucristo y su mensaje de resurrección, difícil de entender para sus contemporáneos.

En la primera carta a los cristianos de Corinto, que fueron los primeros que conocieron las dificultades y las graves tentaciones de división, encontramos un mensaje actual para todos los cristianos. En efecto, un peligro real aparece cuando las personas tienen la voluntad de identificarse con un grupo u otro diciendo: yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo de Cefas. A eso contestó Pablo con la tremenda cuestión: «¿es que Cristo está dividido?» (1 Co 1,13).

Grecia y Roma intensificaron sus relaciones desde los albores del cristianismo y las continuaron, relaciones que abrieron camino a las diferentes formas de comunidades y de tradiciones cristianas en las regiones del mundo que hoy corresponden a la Europa del Este y a la Europa del Oeste. Estas intensas relaciones han contribuido también a crear una especie de ósmosis en la formación de las instituciones eclesiales. Esta ósmosis –con la salvaguarda de las particularidades disciplinares, litúrgicas, teológicas y espirituales de las dos tradiciones, romana y griega– hizo fructífera la acción evangelizadora de la Iglesia y la inculturación de la fe cristiana.

Hoy en día, nuestras relaciones se retoman lentamente pero en profundidad y con un interés de autenticidad. Son para nosotros una ocasión de redescubrir toda una nueva gama de expresiones espirituales ricas de significado y de compromiso mutuo. Doy gracias a Dios.

La visita memorable de mi venerado predecesor, el papa Juan Pablo II, a Atenas, en el marco de su peregrinación tras las huellas de san Pablo, en 2001, marcó un punto determinante en la intensificación progresiva de nuestros contactos y de nuestra colaboración. Durante esa peregrinación, el papa Juan Pablo II fue acogido con honor y respeto por vuestra Beatitud y por el Santo Sínodo de la iglesia de Grecia, y recuerdo en particular el emotivo encuentro en el Areópago en el que predicó san Pablo. En seguida, tuvieron lugar intercambios de delegaciones de sacerdotes y de estudiantes.

Por lo mismo, no querría ni podría olvidar la fructífera colaboración que se estableció entre el «Apostolikì Diakonia» y la Biblioteca Apostólica Vaticana.

Estas iniciativas contribuyen a un concreto conocimiento recíproco y no dudo que ayudarán, por su parte, a la promoción de nuevas relaciones entre la iglesia de Grecia y la iglesia de Roma.

Si dirigimos nuestra mirada al futuro, Beatitud, tenemos delante un vasto campo en el que podrá crecer nuestra colaboración cultural y pastoral.

Los diferentes países de Europa trabajan en la creación de una nueva Europa, que no puede ser una realidad exclusivamente económica. Católicos y ortodoxos están llamados a ofrecer su contribución cultural y, sobre todo, espiritual. En efecto, tienen el deber de defender las raíces cristianas del Continente, esas raíces que le han dado forma a lo largo de los siglos, y de permitir también a la tradición cristiana que continúe manifestándose y obrando con todas sus fuerzas a favor de la salvaguarda de la dignidad de la persona humana, del respeto de las minorías, evitando una uniformidad cultural que entraña el riesgo de perder inmensas riquezas de la civilización. Por lo mismo, conviene trabajar por la salvaguarda de los derechos del hombre, que comprenden el principio de la libertad individual, en particular de la libertad religiosa. Hay que defender y promover estos derechos en la Unión europea y en cada país que es miembro de ella.

Al mismo tiempo, conviene desarrollar una colaboración entre los cristianos de cada país de la Unión europea, de manera que hagamos frente a los nuevos riesgos a los que se enfrenta la fe cristiana, es decir, la secularización creciente, el relativismo y el nihilismo, que abren la puerta a comportamientos e, incluso, legislaciones que dañan la dignidad inalienable de las personas y que cuestionan instituciones tan fundamentales como el matrimonio. Es urgente emprender acciones pastorales comunes, que constituyan para nuestros contemporáneos un testimonio común y nos dispongan a dar cuenta de la esperanza que está en nosotros.

Vuestra presencia aquí en Roma, Beatitud, es signo de este compromiso común. Por su parte, la Iglesia católica tiene una voluntad profunda de llevar a cabo todo cuanto sea posible para nuestro acercamiento, con vistas a lograr la plena comunión entre católicos y ortodoxos y a favor de una colaboración pastoral en todos los niveles posible, para que el Evangelio sea anunciado y que el nombre de Dios sea bendecido.

Beatitud, os renuevo mis votos de bienvenida, a Usted y a los queridos hermanos que le acompañan en su visita. Confiándoos a la intercesión de la Théotokos, pido al Señor que os colme de la abundancia de sus bendiciones celestiales.


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02 diciembre 2006

SACERDOTES QUE INSPIRAN, VIDEOS VOCACIONALES

Esta entrada deseo dedicarla a una iniciativa de Rosa y Mario Maldonado, un matrimonio guatemalteco sin hijos, que vive en EEUU, y que -por amor a Jesucristo, a la Iglesia y a los sacerdotes- han tenido la idea de entrevistar a sacerdotes de diversas procedencias geográficas, para que manifiesten cómo es su trabajo sacerdotal, cómo surgió en ellos la llamada de Dios, las alegrías y las dificultades que tienen, etc.

Pienso que todo esto hará mucho bien a muchas personas y dará mucha gloria a Dios. Saldrán nuevas vocaciones sacerdotales, nuevos sacerdotes que irán a llevar la semilla del Evangelio a vastas regiones del mundo, como puede ser Rusia.



D. Antonio José Cobo Cobo de Almería-España (1ª parte)(22:09)



D. Antonio José Cobo Cobo de Almería-España (2ª parte)(22:04)



D. Antonio José Cobo Cobo de Almería-España (3ª parte)(20:08)



Padre Manuel Armando Abac, de Guatemala (25:58)



Padre Carlos Augusto Mesa, de Medellín (Colombia) (24:48)



Padre Ramón Álvarez, de Dallas-Texas-USA (21:13)



Father Marcos J. González (21:36) (Glendale-CALIFORNIA-USA)



Father Marcos J. González (16:49)(en inglés) (Glendale-CALIFORNIA-USA)



Father Sabato A. Pilato (26:28) (en inglés) (Torrance-California-USA)



Abancay (Perú), Actividades religiosas y sociales en los Andes peruanos. La visión de este vídeo no deja a nadie indiferente(16:33)

Este vídeo lo pongo por asociación de ideas. En el verano del año 1967 oí hablar por primera vez de la Prelatura de Yauyos en Perú. Fué una larga tertulia con diapositivas que dió el Dr. Fanfi, más tarde ordenado sacerdote, y ya fallecido.

En 1957 aparecen por Yauyos -por encargo de la Santa Sede- seis sacerdotes espeñoles. Entre ellos, D. Enrique Pelach. Unos años después, de Yauyos marchó a Abancay, porque le nombraron obispo de esa diócesis. En 1974 pudo hablar personalmente, en Perú, con san Josemaría Escrivá. Le pidió consejo sobre cómo sacar adelante un seminario que nunca antes había habido en aquella zona. Puso todos los medios, y sólo después de la muerte de san Josemaría, en junio de 1975, aquello comenzó a tomar cuerpo. Hoy tiene un seminario floreciente y ha sido estímulo para la creación de otros seminarios en Perú.

La asociación de ideas hace referencia a Kazajstán. Allí -por encargo de la Santa Sede- fueron otros seis sacerdotes españoles en 1998. A día de hoy, uno de esos sacerdotes es el Vicerrector del Seminario de Kazajstán.


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