29 octubre 2008

Los católicos rusos   tienen una importante misión ecuménica

El arzobispo de Moscú habló sobre cristianismo y secularización en la Rusia actual

ROMA, jueves 23 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- El anuncio del Evangelio en medio de una sociedad en conflicto, los desafíos de la globalización y la secularización y el reto de un diálogo abierto entre cristianos fueron los temas que trató monseñor Paolo Pezzi, en su conferencia "Cristianismo y secularización en la Rusia de hoy", el pasado miércoles en Roma.



La charla estaba organizada por el centro internacional Comunión y Liberación de la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma, según informó L'Osservatore Romano en su edición italiana de este jueves. El prelado reside en Rusia desde hace 15 años y fue nombrado el año pasado arzobispo de "Madre de Dios" de Moscú por Benedicto XVI.

Monseñor Pezzi destacó durante su charla la enorme riqueza espiritual y cultural que hay en este país, pero también se refirió al sufrimiento que ha vivido esta nación en el curso de su historia, hecho que influye notablemente en la mentalidad y el comportamiento de sus habitantes, tanto colectiva como individualmente.

Acción pastoral

En cuanto al tema de la educación, el prelado reconoció el trabajo que la Iglesia ortodoxa realiza en este campo: "lo observamos en la pastoral juvenil, en e campo de la cultura teológica, en la elaboración de los fundamentos de una doctrina social", dijo.

También destacó la labor que realiza allí la minoría católica: "Un trabajo ecuménico porque a través de la conversión común a Cristo seamos siempre mayor testimonio al mundo de la unidad invocada de Cristo como el milagro supremo para que el mundo crea".

Respecto a este tema citó las palabras de Benedicto XVI en la encíclica Deus caritas esta: "No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva".
Saber dialogar

"Siempre hemos hablado y actuado dentro de un juicio sobre el presente". Monseñor Pezzi trajo a colación esta expresión de Don Giussiani, fundador del movimiento Comunión y Liberación.

También se refirió a una carta que recibió de un joven investigador en la que le decía que los hombres deben "encontrar sus orígenes comunes en la exigencia de la verdad, justicia, bondad, amor que constituyen el corazón del hombre". Y resaltó que el diálogo interreligioso debe hacerse siempre con caridad, con el sincero deseo de querer enriquecerse mutuamente. También debe hacerse con calma y sin precipitaciones.

"No se puede ocultar que las relaciones entre la Iglesia Católica y la iglesia más numerosa hoy existente en el interior de la ortodoxa siguen siendo muy complejas" pero señaló que "con buena voluntad no existen problemas irremediables entre los hermanos".

"Es esto lo que nos podrá ayudar después a comprender mejor la palabra "ecumenismo, en el valor que le dan el Evangelio y el Magisterio de la Iglesia".

El prelado resaltó en su conferencia cómo cada experiencia y carisma de la Iglesia pueden enriquecerla, hacerla más auténtica para que brille como un verdadero "cuerpo místico de Cristo", haciendo alusión a la figura que usa San Pablo en el primer capítulo a los Colosenses, a pesar de que siempre habrá en el interior de la Iglesia "divisiones y pecados".

"El ecumenismo parte de Cristo, que es el evento de la verdad de todo lo que es, de todo el tiempo, de todo el espacio, de toda la historia", señaló.
Carta del patriarca ruso Alejo II a Benedicto XVI


Testimonio común para proclamar el Evangelio al hombre de hoy

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 22 de octubre de 2008 (ZENIT.org).-
Publicamos la carta que ha escrito Alejo II, patriarca de Moscú y de todas las Rusias, a Benedicto XVI, en respuesta a la misiva que le había hecho llegar el Papa a través del cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles, durante una visita a Moscú el miércoles 1 de octubre.




Santidad:

Deseo darle las gracias cordialmente por la carta que me ha enviado a través de su eminencia el cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles, durante su visita a Moscú. En respuesta a las afectuosas palabras de su mensaje, también yo quiero expresar mi sentimientos de profundísima estima y sincera benevolencia.

Me alegran las crecientes perspectivas de desarrollo de buenas relaciones y una positiva cooperación entre nuestras dos Iglesias. La sólida base de esto está en nuestras raíces comunes y en nuestras posiciones convergentes sobre muchas cuestiones que hoy afligen al mundo.

Estoy convencido de que la revelación más grande del Evangelio, "Dios es amor" (1 Juan 4, 8) debería convertirse en una orientación vital para todos aquellos que se consideran seguidores de Cristo, pues sólo a través del testimonio de este misterio podemos superar la discordia y la alienación de este siglo, proclamando los valores eternos del cristianismo al mundo moderno.

Santidad, de todo corazón le deseo buena salud y la ayuda de Dios en su ministerio.

Con amor fraterno en el Señor,

Alejo II

Patriarca de Moscú y de todas las Rusias
Mensaje   del Papa al Patriarca de Moscú, Alejo II

CIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de octubre de 2008. 
Ofrecemos a continuación el texto íntegro del mensaje autógrafo del Papa Benedicto XVI al Patriarca de Moscú, Alejo II, entregado en la capital rusa por el cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles, en visita oficial a Rusia, el pasado 1 de octubre. El original inglés se publicó en el diario vaticano L'Osservatore Romano, en su edición del pasado 4 de octubre.



A Su Santidad Alejo II, Patriarca de Moscú y de Todas las Rusias

La visita de Su Eminencia el cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles, me ofrece la ocasión de hacer llegar a Su Santidad mis cordiales y fraternos saludos en el Señor. 

Siento un profundo afecto por todos los hermanos Ortodoxos, y me siento particularmente cercano a ellos en estos días recientes en el conflicto que ha causado un significativo sufrimiento a pueblos tan queridos para mí. 

Nunca dejo de ofrecer oraciones diariamente por la paz, pidiendo  al Señor que los llamamientos de Su Santidad para que termine toda hostilidad por el bien de las naciones sea escuchado. 

La Fe en nuestro Señor Jesucristo es un vínculo que une los corazones en un modo profundo, y nos invita a todos a reforzar nuestro compromiso de manifestar al mundo un testimonio compartido de convivencia en el respeto y la paz.

Nuestros tiempos, marcados tan a menudo por el conflicto y el dolor , hacen cada vez más necesario apresurar el camino hacia la unidad plena entre todos los discípulos de Cristo, para que el gozoso mensaje de la salvación se extienda a toda la humanidad.

Invocando sobre Su Santidad la protección maternal de María Madre de Dios, para que ella le guarde lleno de salud y le asista en su ministerio diario, le renuevo la seguridad de mi fraterna y sincera consideración.

En el Vaticano, 22 de septiembre de 2008


El Papa al Patriarca de Moscú: "apresurar el camino hacia la unidad"

CIUDAD DEL VATICANO, lunes 6 de octubre de 2008 (ZENIT.org) 
El Papa Benedicto XVI escribió personalmente un mensaje al Patriarca de Moscú, Alejo II, en el que le expone la importancia de "apresurar el camino hacia la unidad plena de todos los discípulos de Cristo".

Este testimonio de reconciliación, asegura el Papa, es cada vez más necesario "en nuestros tiempos, marcados tan a menudo por el conflicto y el dolor", para que "el gozoso mensaje de la salvación se extienda a toda la humanidad".

La carta le fue entregada a Su Santidad Alejo II por el arzobispo de Nápoles, cardenal Crescenzio Sepe, en visita oficial a Moscú invitado por el propio Patriarca y por el Metropolita Kirill. El purpurado entregó la carta, junto con una reliquia de san Genaro, durante una audiencia en el Kremlin que duró algo más de una hora, el pasado 2 de octubre.

En el mensaje, el Papa segura su " profundo afecto por todos los hermanos Ortodoxos", y afirma que "la Fe en nuestro Señor Jesucristo es un vínculo que une los corazones en un modo profundo, y nos invita a todos a reforzar nuestro compromiso de manifestar al mundo un testimonio compartido de convivencia en el respeto y la paz".

Especialmente, Benedicto XVI muestra su cercanía hacia las iglesias ortodoxas afectadas por el conflicto del Cáucaso, y añade que ofrece "oraciones diariamente por la paz, pidiendo al Señor que los llamamientos de Su Santidad para que termine toda hostilidad por el bien de las naciones sea escuchado".

En unas declaraciones a Radio Vaticano el mismo 2 de octubre, el cardenal Sepe explicó que la Iglesia católica y la ortodoxa están cada vez más cerca, "como subrayó con conmoción el propio Patriarca".

"La sensación es que se ha dado un paso bastante importante para crear un clima de cercanía y de mutuo respeto, de fraternidad y de amistad", añadió el purpurado.

Por su parte, monseñor Vincenzo Paglia, obispo de Terni y presidente de la Comisión para el Ecumenismo de la Conferencia Episcopal Italiana, presente durante el encuentro, explicó que el acercamiento "debe continuar, en este sentido, con encuentros entre los diversos pastores de ambas Iglesias".

En el camino hacia la unidad, añadió monseñor Paglia, "ya no bastan los encuentros entre los expertos", sino que el ecumenismo "es un acercamiento entre las Iglesias".

Por otro lado, el prelado subrayó que el ecumenismo es cada vez más "una exigencia de la sociedad contemporánea".

"Es cada vez más evidente la consonancia entre la Iglesia católica y la ortodoxa" ante los desafíos que plantea Europa y la sociedad contemporánea. "Ciertas fronteras y desafíos podemos afrontarlos sólo desde una perspectiva de unidad", subrayó.