30 diciembre 2008

Sospechas de colaboración con el KGB ensombrecen legado de Alexis II

MOSCÚ (AFP) — En medio de las loas al difunto patriarca de Moscú y de todas las Rusias Alexis II, fallecido el viernes a los 79 años, persisten las sospechas de que el jefe de la principal Iglesia ortodoxa espió durante la época soviética para el KGB.







Expertos del KGB y de sus vínculos con la Iglesia ortodoxa durante la era soviética dijeron que la jerarquía eclesiástica estaba llena de informadores, entre ellos Alexis, supuestamente enrolado en 1958 y al que se le habría dado el apodo "Drozdov".

El indicio más creíble de que pudo haber colaborado con el KGB es un documento descubierto en Estonia en los años 1990, publicado por el historiador Indrek Jurjo, director de publicaciones de los Archivos Nacionales de Estonia.

"Había una descripción de la captación del agente Drozdov. Su verdadero nombre no aparecía pero todo encajaba con la biografía del Patriarca Alexis II, hasta el año de nacimiento" dijo Jurjo por teléfono desde Estonia.

Alexis tuvo una carrera exitosa gracias a su voluntad de cooperación con las autoridades soviéticas, que entre otras cosas le permitieron a cambio visitar "países capitalistas" con delegaciones eclesiásticas, sostiene Jurjo.

"El KGB no lo presionó mucho. No tenían material comprometedor. Simplemente le ofrecieron la posibilidad de hacer carrera. Si él los hubiera desairado, probablemente habría seguido siendo un simple sacerdote", dijo Jurjo a la AFP.

Prácticamente todos los obispos ordenados bajo la Unión Soviética trabajaban para el KGB, asegura el padre Gleb Yakunin, un cura entonces disidente y activista de los derechos humanos que estudió en los años 1990 los archivos de los servicios secretos sobre los mandatarios religiosos.

"Eran todos informadores", dijo Yakunin a la AFP. "Pero Alexis descolló de manera especial. Fue muy activo en esa función", afirma. Ahora, muchos de esos obispos se disponen a elegir al sucesor de Alexis, que pasó de ser un seminarista en Estonia a convertirse en el líder espiritual de millones de ortodoxos rusos.

Alexis nunca admitió abiertamente ser un informante, y la Iglesia ortodoxa negó incluso las informaciones que apuntaban a una amplia infiltración del KGB, pese a las numerosas revelaciones destapadas en la prensa rusa en los 90.

Sin embargo, en una entrevista publicada en el diario Izvestia en 1991, en pleno derrumbe de la Unión Soviética, el patriarca pidió "perdón" por los actos de los líderes de la Iglesia ortodoxa.

Al explicar que, en tanto que obispo de Estonia durante tres décadas había impedido a las autoridades cerrar una sola iglesia, Alexis dijo: "Para defender una cosa, era necesario ceder en otra".

Según Oleg Kalugin, un ex general del KGB que ahora vive en Estados Unidos y ha escrito varios libros sobre la agencia, Alexis se creía en el deber de colaborar para salvar a la Iglesia. Hablando a la AFP por teléfono, Kalugin dijo haber preguntado a Alexis en 1991 por qué trabajó para los servicios secretos.

La respuesta de Alexis, según Kalugin, fue: "¿Qué otra cosa se supone que teníamos que hacer? O emigrar, o ser ejecutados, o ir a un campo de concentración, o cooperar. Yo colaboré para salvar a la Iglesia y a mí mismo".

Kalugin dijo que el KGB establa "completamente" infiltrado en la cúpula religiosa, y que los sacerdotes ayudaban a detectar a posibles disidentes. "Si un fiel se mostraba desleal al régimen soviético, y el sacerdote se enteraba, su deber era indicarlo", dijo Kalugin.


No hay que extrañarse de esta colaboración con el KGB. Benedicto XVI destituyó al Arzobispo de Varsovia a las 48 horas después de ser nombrado para ese cargo, al comprobarse que había colaborado con el KGB para poder salir al extranjero a estudiar teología .


Фрагменты телевизионного репортажа о позоронах Патриарха Всея Руси Алексия II 01. Funerales por el Patriarca Alexis II

Фрагменты телевизионного репортажа о позоронах Патриарха Всея Руси Алексия II 02. Funerales por el Patriarca Alexis II

Фрагменты телевизионного репортажа о позоронах Патриарха Всея Руси Алексия II 03. Funerales por el Patriarca Alexis II

Фрагменты телевизионного репортажа о позоронах Патриарха Всея Руси Алексия II 04. Funerales por el Patriarca Alexis II

Católicos y ortodoxos buscan una estrategia común de defensa de la familia

Prelados de ambas confesiones se reúnen por primera vez para hablar del tema

TRENTO, lunes 15 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- La semana pasada se celebraba por primera vez un foro conjunto entre obispos ortodoxos y atólicos para tratar sobre el tema de la familia, y para poner en común la visión de ambas confesiones.


Cardenal Christoph Schönborn visita St Nicholas Russian Orthodox Cathedral en Vienna y le acompaña el Obispo Hilarion Alfejev

El objetivo del encuentro era, según sus organizadores, ante la situación actual de la familia en Europa, ofrecer una respuesta pastoral conjunta de católicos y ortodoxos. Durante las sesiones, ambas partes pudieron de manifiesto su coincidencia en la visión de la complementariedad entre hombre y mujer, el carácter sacramental del matrimonio indisoluble, así como las bases teológicas sobre la familia.

El encuentro estaba organizado por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), y en él participaron expertos de ambas Iglesias, con el titulo "La Familia, un bien para la humanidad".

Entre ellos, destaca la participación, por parte del Vaticano, de monseñores Grzegorz Kaszak, Bernard Munono, y Jacques Suaudeau, miembros de los Consejos Pontificios de la Familia y de "Justicia y Paz" y de la Pontificia Academia para la Vida, respectivamente, así como del teólogo español Juan-José Pérez-Soba, de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Por parte ortodoxa, participan los obispos Hilarion Alfejev (Viena y Austria, de la Iglesia Ortodoxa Rusa), Andon Merdani (iglesia ortodoxa autocéfala de Albania), Siluan (Iglesia ortodoxa rumana en Italia), el archimandrita Arsenios Kardamakis (Patriarcado ecuménico), y los expertos Alexandros Stavropoulos (Iglesia ortodoxa griega), Andrzej Kuzma (Iglesia ortodoxa de Polonia), Adrian Lemeni (Iglesia ortodoxa rumana) y Václav Ježek (Iglesia ortodoxa de Chequia y Eslovaquia).

En cuanto a obispos católicos, participan el cardenal Péter Erdő (Esztergom-Budapest), presidente de la CCEE; monseñores Luigi Bressan (Trento), Tadeusz Kondrusiewicz (Minsk-Mohilev) y Paolo Pezzi (Madre de Dios de Moscú), y los expertos de conferencias episcopales Jean-Yves Calvez (Francia), Yuriy Kolasa (Austria), Brendan Leahy (Irlanda), Fabian Mariut (Rumanía( y Tomo Vukšić (Bosnia Herzegovina).

Se trataba de una reunión de alto nivel, en la que participaron expertos de toda Europa. Se trata también, según afirma el obispo Hilarión a L'Osservatore Romano, de un encuentro "especialmente querido" por el Patriarca de Moscú, Alejo II, y que por ello no fue suspendido a pesar del fallecimiento de éste.

La familia, imagen de Dios

Ambas delegaciones pusieron de manifiesto su coincidencia en la visión del matrimonio entre hombre y mujer como parte del plan divino sobre la Creación, y no una institución meramente humana.

Como puso de manifiesto el teólogo ortodoxo bosnio Václav Ježek, "si las Iglesias desean defender la noción de la familia, también tienen que ofrecer una auténtica teología de la relación entre hombres y mujeres, y entre los padres y los hijos. La familia no es producto de una casualidad, sino la imagen perfecta de comunión".

Los participantes coincidieron en su visión del matrimonio como la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, así como en la visión de la fertilidad humana como un don de Dios.

Entre las diversas aportaciones, destaca también la común preocupación por la situación de la familia en Occidente, especialmente por la baja natalidad y por las consecuencias de las ideologías de género, en especial por la "imposición de la aceptación de la homosexualidad" como símil al matrimonio.

El obispo de Viena, Hilarion Alfejev, ironizó sobre la postura actual del "Occidente cristiano moribundo, que presiona al tercer mundo y al mundo islámico para que acepten la contracepción, el aborto y la esterilización".

Por su parte, el secretario del Consejo Pontificio para la Familia, monseñor Grzegorz Kaszak, se refirió a la actual imposición "sobre las conciencias" de unas ideologías contrarias a la familia. "Estos desafíos constituyen un motivo suficiente para estimularnos a realizar acciones comunes de defensa del matrimonio y la familia contra los diversos ataques, y a poner cada vez más a la luz la belleza del plan divino sobre le hogar humano".




Conversión de María Vallejo Nágera en Medjugorje (07:15)


Video pro-vida recuerda a Obama que a él no lo abortaron. "El potencial de un ser humano no nacido"
En el día de su toma de mando como Presidente de Estados Unidos, un nuevo video pro-vida le recuerda a Barack Obama que él vive y ha llegado a este punto de su vida porque su madre decidió no abortarlo y sacarlo adelante, pese a haber sido abandonada por su padre. Este breve spot de www.CatholicVote.org se estrena hoy y es parte de una "campaña que durará un año y que incluye otros comerciales para ser usados también en la web y transmitidos en televisión", según explica Brian Burch, Presidente de Fidelis, organización que ha creado la mencionada web y el video que también puede ser visto en Youtube. "Luego de ver el breve comercial, espero que aprecie nuestro propósito. El mensaje de CatholicVote.org es universal y trasciende a los candidatos y los partidos políticos. Incluso en tiempos difíciles, la verdad sobre la dignidad de todo ser humano tiene que ser proclamada", explica Burch. "Nosotros en CatholicVote.org hubiéramos querido que el primer Presidente de raza negra fuese pro-vida. Tristemente, no es el caso. Así que mientras le pedimos a ustedes que recen concienzudamente por su conversión en el tema del aborto, no vamos a perder esta oportunidad histórica para testimoniar el don de la vida", prosigue. Tras precisar que este video busca "educar e inspirar" no es solo para católicos sino para cualquier persona, Burch comenta que "se hablará mucho sobre la esperanza en los siguientes días. El propósito de nuestra campaña de muchos comerciales es llegar creativamente a nuevas personas que no siempre están de acuerdo con nosotros en cuanto al sorprendente don de la vida humana". "Puesto en términos simples, el aborto es enemigo de la esperanza", concluye.


Un film inspirativo y educativo para votar en las elecciones políticas dirigido a católicos , gente de fe y buena gente con un corazón grande y generoso


A inspirational and educational film on voting for Catholics and all people of faith



The Human Experience Official Trailer
From Grassroots Films of Brooklyn, New York comes THE HUMAN EXPERIENCE -- the story of a band of brothers who travel the world in search of the answers to the burning questions: Who am I? Who is Man? Why do we search for meaning? Their journey brings them into the middle of the lives of the homeless on the streets of New York City, the orphans and disabled children of Peru, and the abandoned lepers in the forests of Ghana, Africa. What the young men discover changes them forever. Through one on one interviews and real life encounters, the brothers are awakened to the beauty of the human person and the resilience of the human spirit. www.grassrootsfilms.com/

29 diciembre 2008

Младенец Иисус святого Хосемария Эскрива








Ещё будучи молодым священником, Св. Хосемария почитал определенный образ Младенца Иисуса, которого он качал, пел Ему песни и танцевал вместе с Ним. "Мне так нравится видеть, что Ты такой маленький - говорил Ему святой - это позволяет мне думать, что Ты во мне нуждаешься". Следующее видео объясняет его рождественское почитание (02'12''). ЧТО ТАКОЕ OPUS DEI





По мотивам Символа Веры Католической Церкви



Верую во единого Бога. Во что верят католики? Презентация по мотивам молитвы Верую с использованием икон и фото из жизни Католической Церкви. Из Символа Веры Римской Католической Церкви. Credo, католичество.



Вера в Бога. О Боге — Троице






О Католической Церкви






Что такое церковная община?




Романтика христианства





Быть христианином



Зачем нужна духовность



Иоанн Павел II “Abba Pater”

Этот альбом уникален. До сих пор никто из высших представителей Церкви не делал ничего подобного. Этот диск-это наиболее известные проповеди Иоанна Павла II на латыне, французском, английском, итальянском языках, сделанные им в разных частях света, во время его многочисленных поездок, переложенные на класическую, инструментальную и современную музыку. Диск стал мультиплатиновым и до сих пор пользуется высоким спросом.


Это не проповеди в их классическом понимании, а, по нашему мнению,- слова умного, доброго, отзывчивого человека, обращённые к конкретной личности а не толпе.

28 diciembre 2008

Siberia: Histórico paso ecuménico entre católicos y ortodoxos

Un obispo católico entrega a un obispo ortodoxo una reliquia de San Nicolás

KEMEOROVO, lunes 22 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- Entre la Iglesia ortodoxa rusa y la Iglesia católica se dan, también en estos días prenavideños, claros signos de acercamiento. El obispo católico de la diócesis de la Transfiguración del Señor de Novosibirsk, monseñor Joseph Werth, entregó el 19 de diciembre, en el marco de una solemne lituriga ortodoxa, al obispo ruso-ortodoxo de Kemerovo y Novokuznetsk (Siberia), monseñor Aristarco, una reliquia de San Nicolás.



La santa misa, a la que asistió también el nuncio apostólico en la Federación Rusa, arzobispo Antonio Mennini, se celebró en la festividad rusa de San Nicolás en la Catedral de San Nicolás de Kemerovo, que estaba llena a rebosar pese a ser día laboral.

El obispo Aristarco dijo que la entrega de la reliquia era "un signo auténtico del amor y aprecio que se profesan mutuamente la Iglesia ortodoxa rusa y la Iglesia católica".

En repetidas ocasiones, subrayó la alegría con la que los creyentes acogían la reliquia y recalcó que la cristiandad oriental y occidental veneran conjuntamente a numerosos santos.

Por su parte, el obispo Joseph Werth, que llamó al obispo Aristarco "mi hermano en el cargo episcopal", hizo hincapié en que ese día daba ejemplo de cómo podía ser la relación entre las Iglesias católica y ortodoxa.

Dijo literalmente: "Los obispos, sacerdotes y creyentes ortodoxos y católicos se encuentran y rezan al único Señor. Estoy seguro de que, en el futuro, también se establecerán unas relaciones tan calurosas en otras ciudades de Siberia".

Monseñor Mennini, representante papal en Rusia, explicó que el acto de entrega representaba "un gesto de amor fraternal" por parte del Santo Padre Benedicto XVI, pues era por deseo expreso suyo que se entregaba la reliquia al Obispo ortodoxo y a los creyentes de Kemerovo.

También señaló que, para la Iglesia católica, era importante proseguir el diálogo con la Iglesia ortodoxa, así como aprovechar toda oportunidad para profundizar en él.

Los representantes de ambas Iglesias coinciden en calificar el acto de "histórico".

Peter Humeniuk, responsable para los contactos de la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada con la Iglesia católica en Rusia y la Iglesia ortodoxa rusa, también presente en el acto de entrega de la reliquia, dijo: "A menudo, sólo se mencionan los mil años de separación entre las Iglesias ortodoxa y católica, olvidando que los cristianos de Oriente y Occidente también comparten un milenio de unión".

Según señaló, actualmente, en nuestra sociedad moderna, los cristianos de todas las confesiones afrontan numerosos desafíos comunes. Humeniuk precisó que San Nicolás, para ambas Iglesias también el patrón de los marineros, podría ser, "en estos tiempos tormentosos, nuestro acompañante y guía".

La asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada lleva más de 10 años manteniendo buenos contactos con la joven Eparquía de Kemerovo, y como ha precisado Humeniuk, ya tenía una estrecha relación con el predecesor del obispo Aristarco.

En la Santa Misa participaron, en calidad de invitados de honor, varios sacerdotes y creyentes de Kemerovo.

La ciudad de Kemerovo se encuentra a 3.400 kilómetros al este de Moscú, en la región de Kuzbas.

Católicos y ortodoxos celebraron juntos a San Nicolás

Crónica de una asistente al evento


Novosibirsk (Siberia), 9 Ene. 09 (AICA)

“Las reliquias, ¿me traen las reliquias?…”. Un murmullo se levanta entre los creyentes que, apretujados, llenaron la iglesia catedral de San Nicolás, para venerar las reliquias del Santo que el obispo católico de Novosibirsk, monseñor Joseph Werth, va a entregar al obispo ortodoxo de Kemerovo. El coro entona un himno, las mujeres, con pañuelos en la cabeza, se inclinan y santiguan piadosamente, la gente contiene la respiración: San Nicolás llega a Kemerovo.

Así comienza la crónica, firmada por Eva-María Kolmann, de cómo celebraron juntos, católicos y ortodoxos, la fiesta de San Nicolás de Bari en Siberia.

La Eparquía (diócesis ortodoxa) de Kemerovo -relata la cronista- mantuvo en los 15 años de su existencia buenos contactos con la Iglesia católica. Y así es como, por deseo del Papa Benedicto XVI, el obispo católico responsable de la región llevó la pequeña reliquia ósea procedente de Italia a Kemerovo, donde, a partir de ahora, será venerada por los creyentes en la catedral de San Nicolás.

El obispo Aristarco recibió a la delegación católica a la entrada del templo catedralicio. Abrazó a monseñor Werth y al nuncio apostólico en Rusia, monseñor Antonio Mennini. Todos los invitados católicos –incluidos los feligreses de la parroquia católica de Kemerovo– fueron invitados a ubicarse en la parte delantera: eran invitados de honor. Entre ellos también estaban los representantes, procedentes del lejano Königstein im Taunus de Alemania, de la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), que en Rusia colabora tanto con la Iglesia Católica como con la Iglesia Ortodoxa.

La Iglesia Ortodoxa Rusa celebra la fiesta de San Nicolás el 19 de diciembre (en la Iglesia católica el 6 de diciembre). San Nicolás, llamado en Rusia “el Taumaturgo”, es, después de la Madre de Dios, el Santo más venerado de la Iglesia rusa. La gente lo ama. Este 19 de diciembre de 2008 se hizo realidad un sueño navideño: católicos y ortodoxos celebraron conjuntamente la fiesta de este Santo, que une a ambas Iglesias.

El coro cantó: “San Nicolás, ruega a Cristo, nuestro Dios, por nuestra salvación”. Una joven catequista de la parroquia católica, emocionada, rompió a llorar, y también a monseñor Werth se lo vio visiblemente conmovido.

La noche anterior, un sacerdote ortodoxo, el padre Sergey, había asistido como invitado a la Santa Misa que los creyentes celebraron junto con monseñor Mennini y monseñor Werth. Durante el Padrenuestro, todos se tomaron de la mano. Entre los feligreses había también muchas caras jóvenes. Una parejita juvenil que se casará pronto recibió a los Obispos con pan, sal y flores, y ataviada con un bello traje regional. Los niños adornaron la imagen de la Virgen con ornamentos confeccionados por ellos mismos: oraciones infantiles visibles en la lejana Siberia.

También a los representantes de Ayuda a la Iglesia Necesitada (la cronista es miembro de la entidad), nos obsequiaron, aunque el verdadero regalo fue el amor que percibimos ahí. Afuera hacía un frío gélido (30 grados bajo cero) que corta la respiración. Pero el calor humano hacía que nos olvidáramos de él. Una joven religiosa indonesa, la hermana Marcella, aún no se acostumbró a estos duros inviernos, pero su sonrisa caldea e ilumina el lugar. La gente está feliz de ver a su Obispo. Hace no mucho tiempo, los cristianos vivían oprimidos y perseguidos, y muchos de ellos –tanto católicos como ortodoxos– murieron asesinados. Hoy, los creyentes católicos abrazan a su Obispo y al Nuncio Apostólico, y católicos y ortodoxos profesan públicamente su fe.

Hasta ahora, la parroquia católica celebra la Santa Misa en una vivienda, pero, gracias al apoyo de AIN está construyendo su propia iglesia. Los creyentes esperan que la obra finalice dentro de un año y medio. El obispo ortodoxo Aristarco prometió asistir a la ceremonia de consagración, asegurándoles, además, que “¡Si tienen algún problema, no duden en llamarme por teléfono!”.

Afuera hiela, pero los corazones están llenos de calor. Somos conscientes de haber vivido una experiencia extraordinaria que demuestra cómo puede ser el mundo –y no sólo en esta Navidad– cuando las personas se abrazan como hermanos. A veces, es necesario viajar a Siberia para presenciar cómo los sueños navideños se hacen realidad. Y sobre el bosque invernal se escucha cantar en voz queda a los ángeles de Belén: “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”.





Vida de San Nicolas

10 diciembre 2008

Kirill de Smonlensko, patriarca interino de Moscú

Habrá nuevo Patriarca antes de seis meses

La Iglesia Ortodoxa rusa ha designado como patriarca interino al religioso metropolita Kirill de Smolensko tras la muerte ayer del Patriarca Alexis II. Kirill, elegido por el Santo Sínodo, servirá de patriarca temporal hasta que el Consejo designe al próximo patriarca antes de seis meses. El funeral por el patriarca ortodoxo de Moscú y todas las Rusias, Alexis II, se celebrará el próximo martes en la catedral de la Epifanía en Elekhovo, Moscú, según anunció hoy el propio Kirill, quien ha manifestado que el patriarca fallecido había expresado su deseo de ser enterrado en esta iglesia en la que ofició servicios durante años.




El cuerpo del patriarca fue trasladado ayer mismo a la catedral de Cristo el Salvador, donde permanecerá durante la noche. La catedral de la Epifanía es la iglesia que corresponde a los patriarcas de Moscú.

Alexis II, que dirigió la Iglesia Ortodoxa rusa desde 1990, falleció este viernes a los 79 años en su residencia en las proximidades de Moscú. Según fuentes eclesiásticas, su muerte se debió a un fallo cardíaco.

Kiril, nacido en 1946 y principal favorito para suceder al fallecido patriarca, dirigirá así la institución religiosa hasta la elección del nuevo máximo jerarca, que, según los estatutos, deberá realizarse en el plazo de seis meses, es decir, antes de junio del año que viene.

'De entre los siete miembros permanentes del Santo Sínodo ha sido escogido en votación secreta lugarteniente del patriarcado el metropolita Kiril de Smolensk y Kaliningrado', reza el boletín difundido tras la reunión. Kiril es desde 1989 jefe del departamento del Exterior eclesiástico de la IOR y en 1991 fue nombrado metropolita de Smolensk y Kaliningrado.

El recién elegido lugarteniente, hijo y nieto de clérigos, emprendió recientemente una gira por Latinoamérica durante la que se reunió también con el líder cubano Fidel Castro en La Habana.

Durante la reunión del Santo Sínodo, celebrada con carácter de urgencia, se determinó además que el sepelio de Alexis II, que falleció de una insuficiencia cardiaca a los 79 años de edad, se celebrará a las 13.00 hora de Moscú (10.00 GMT) en la Catedral de la Epifanía Yelójovski, donde el patriarca deseaba ser enterrado.

Una misa de cuerpo presente tendrá lugar ese mismo día en la Catedral de Cristo Salvador, donde esta tarde quedó instalada la capilla ardiente del líder espiritual de los rusos y donde se celebra una ceremonia de despedida, informó Vladímir Viguiliánski, portavoz de la IOR, citado por las agencias.

El coche fúnebre partió a las 17.50 hora local de la residencia patriarcal de Peredélkino, a las afueras de Moscú, donde falleció Alexis II y se reunió el Santo Sínodo. Más de 500 personas a ambos lados de la carretera de acceso esperaban con velas en las manos el paso de la comitiva de más de una decena de vehículos, encabezada por el coche oficial de Alexis II con la bandera patriarcal.

Poco después, en la Catedral de Cristo Salvador, una gran multitud recibía los restos mortales del patriarca con rosas y claveles rojos y blancos y velas. Durante toda la noche se celebraron misas de difuntos por el líder espiritual de los ortodoxos rusos y se dará lectura a los Evangelios.


Putin y su esposa durante los funerales

El acceso a la capilla ardiente estará permitido las 24 horas del día hasta el próximo martes, día en que los restos mortales del Patriarca de Moscú y toda Rusia recibirán sepultura en la Catedral de la Epifanía Yelójovski, donde también descansan las reliquias de su patrón celestial, San Alexis. En esta catedral, donde Alexis II ejerció durante años su labor episcopal, también está enterrado uno de sus antecesores, el patriarca Sergio Stragorodski.


El Presidente de Rusia besando el cadaver de Alexis II en los funerales

La fecha en la que tendrá lugar el Concilio Local, durante el que será elegido el decimosexto patriarca de la IOR, será fijada en una sesión del Santo Sínodo inmediatamente después del entierro de Alexis II. El fallecido líder de los ortodoxos rusos, que sucedió al frente de la IOR a Pímen I en junio de 1990, un año antes de la caída de la URSS, fue el primer patriarca ortodoxo elegido por voto secreto y no a dedo por los dirigentes soviéticos.



Dolor de Benedicto XVI por la muerte de Alexis II



Vida y muerte de Alexis II

09 diciembre 2008



Rusia rinde último homenaje a líder de la Iglesia ortodoxa Alexis II


MOSCÚ (AFP) — Rusia rindió este martes el último homenaje al patriarca Alexis II, gran restaurador de la Iglesia ortodoxa rusa, en un funeral celebrado en la catedral del Cristo-Salvador de Moscú al que asistieron el presidente, Dimitri Medvedev, y el primer ministro, Vladimir Putin.


La primera personalidad en rendirle homenaje fue el jefe del Estado ruso, Medvedev, que besó la mitra de Alexis II y posteriormente se inclinó ante el féretro, según las imágenes transmitidas por la televisión rusa.

Le siguieron su esposa, Svetlana Medvedeva, Putin (quien contribuyó a restaurar la influencia de la Iglesia ortodoxa en Rusia durante su época como presidente, de 2000 a 2008), la mujer de éste, Liudmila Putina, y los presidentes de Bielorrusia y Serbia, dos países de tradición ortodoxa, Alexander Lukachenko y Boris Tadic, respectivamente.

La presencia de las principales autoridades del Estado ruso es un ejemplo de la fortaleza actual de la Iglesia ortodoxa rusa, tras más de 70 años de ateísmo soviético.

Alexis II, que un año antes de la caída de la URSS se convirtió en 1990 en patriarca de Moscú y de todas las Rusias, "heredó una Iglesia debilitada por décadas de represión", declaró su sucesor interino, el metropolita Kirill de Smolensk y Kaliningrado.

"Hoy nos deja otra Iglesia. Ya no es una Iglesia débil, impotente (...) Millones de personas han comprendido que sin verdad divina, no hay verdad humana", añadió Kirill, en la suntuosa catedral del Cristo-Salvador, cerca de Moscú.

Alexis II, que falleció el pasado viernes a los 79 años, deja una Iglesia ortodoxa en plena revolución, con monasterios e iglesias multiplicándose por todo el territorio y con los rusos haciendo de nuevo exhibición de fe.

La religión se ha convertido en un cimiento de la identidad rusa tras el vacío dejado por el hundimiento de la ideología soviética. La Iglesia y el Kremlin acercaron sus posiciones bajo las presidencias de Boris Yeltsin (1990-1999) y de Vladimir Putin (2000-2008).





Cánticos y oraciones han acompañado la ceremonia durante más de tres horas, celebrada en la inmensa catedral moscovita, reconstruida en los años 90 idéntica a la dinamitada por Stalin, quien hizo construir en su lugar una piscina.

El féretro, abierto tal como manda la tradición ortodoxa, reposaba sobre un catafalco, rodeado de rosas blancas, en el centro de la catedral. El rostro de Alexis II estaba recubierto por un velo blanco.

La ceremonia ha sido oficiada por el metropolita Kirill ante 200 obispos y sacerdotes.

Además de las personalidades políticas, también estuvieron presentes otras celebridades como el cineasta Nikita Mijalkov y la gran duquesa María Vladimirovna (descendiente del último zar ruso Nicolás II).

El cardenal francés Roger Etchegaray y el alemán Walter Kasper representaron al Vaticano, el obispo de Londres Richard Chartres a la Iglesia anglicana, y entre las personalidades musulmanas se observó la presencia del ayatolá iraní Mohamad Ali Taskhiri.

Tras el funeral, Alexis II debía ser inhumado en la catedral de la Epifanía de Moscú, según su voluntad.

En los últimos tres días, más de 80.000 fieles pasaron por la catedral del Cristo-Salvador para darle el último homenaje.

Por petición del presidente ruso, los programas de entretenimientos fueron suspendidos este martes de las parrillas televisivas, en una muestra más del estatuto de religión casi de Estado alcanzado por la Iglesia ortodoxa en la Rusia postsoviética.

El metropolita Kirill, de 62 años, fue designado patriarca interino el pasado sábado en un sínodo extraordinario. Parece el mejor ubicado para convertirse, antes de seis meses, en el próximo patriarca, aunque no se descarta una batalla por la sucesión de Alexis II.




Letanía de la Divina Liturgia (la "Misa" de la Iglesia ortodoxa) celebrada por el patriarca Alexis II de Moscú.


Biografía del patriarca Alexis II de Moscú.(Para visualizar este vídeo presionar un par de veces con el cursor sobre el propio vídeo). Интернет-трансляция православного телеканала «Союз»

05 diciembre 2008

Conmoción de Benedicto XVI por la muerte de Alejo II

El patriarca ortodoxo de Moscú guió el renacimiento de su Iglesia, recuerda

CIUDAD DEL VATICANO, viernes 5 de diciembre de 2008.- Benedicto XVI ha manifestado su "conmoción" tras haber recibido la noticia del fallecimiento de Su Santidad Alejo II, patriarca ortodoxo de Moscú y de todas las Rusias.

En un mensaje enviado al Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el Papa reconoce el papel del patriarca en el renacimiento de esa Iglesia tras la persecución comunista soviética.




"Elevo súplicas al Señor para que acoja en su Reino de paz y de alegría eterna este ministro suyo y consuele a quienes lloran su dolorosa partida", afirma el Papa en su mensaje.

"Recordando el común compromiso en el camino de la comprensión recíproca y de la colaboración entre ortodoxos y católicos", el obispo de Roma menciona "los esfuerzos del difunto patriarca por el renacimiento de la Iglesia, tras la dura opresión ideológica, que causó el martirio de tantos testigos de la fe cristiana".

"Recuerdo también la buena batalla por la defensa de los valores humanos y evangélicos que ha librado, particularmente en el continente europeo, deseando que su compromiso traiga frutos de paz y de auténtico progreso humano, social y espiritual", escribe el Papa.

Mensajes de dolor han sido también escritos por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, y por el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos.

La última aparición en público de Alejo II, fallecido en la mañana de este viernes en su residencia situada a las afueras de Moscú, en el pueblo de Peredelkino, tuvo lugar este jueves, cuando celebró la liturgia en el Kremlin.

Los funerales deberían celebrarse el 7 de diciembre en la capital rusa. La decisión será anunciada oficialmente por el Santo Sínodo, que se ha reunido al recibir la noticia de la muerte del patriarca.

Alexei Mikahilovich Rediger, así se llamaba Alejo II, había nacido el 23 de febrero de 1929 en Tallin, en la actual Estonia, donde su padre era sacerdote, emigrado de San Petersburgo.

Ordenado sacerdote en 1950, se hizo monje en Estonia, en 1961, etapa necesaria para poder ser obispo en la Iglesia ortodoxa rusa. En ese mismo año fue elegido obispo de Tallin y Estonia.

De 1986 a 1990 fue obispo de Leningrado (actual San Petersburgo) y Novgorod, y el 7 de junio de 1990 fue elegido patriarca de Moscú y de todas las Rusias, convirtiéndose en el décimo quinto patriarca de esa Iglesia.

Avanza el diálogo Roma-Moscú

En los últimos años se han intensificado las ocasiones de diálogo entre el patriarca y el Papa.

En marzo de 2006, Benedicto XVI había enviado un mensaje a Alejo II con motivo de su cumpleaños. En esa ocasión, el patriarca había respondido al Papa, a través de una misiva entregada al cardenal Roger Etchegaray, y le regaló una cruz pectoral.

En enero de 2008, Alejo II había lanzado la propuesta de planes pastorales comunes con la Iglesia católica.

En mayo sucesivo, Benedicto XVI había entregado al cardenal Kasper una carta para que la diera en mano al patriarca, en Moscú, dedicada al camino hacia la plena comunión.

En octubre pasado, el arzobispo de Nápoles, el cardenal Crescenzio Sepe, llevó al patriarca otra carta del Papa en la que Benedicto XVI exhortaba a ofrecer al mundo un testimonio común de paz.

El patriarca había respondido con otra misiva en la que subrayaba el desarrollo positivo de las relaciones y de la cooperación entre la Iglesia católica el patriarcado.

El 26 de octubre pasado, el cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París, de visita a Moscú por invitación del patriarca, rindió homenaje al martirio de los ortodoxos durante el período soviético.



Alejo II, cuyo verdadero nombre era Alexei Ridiguer, nació el 23 de febrero de 1929 en Tálin, en la Estonia entonces independiente, en el seno de una familia de origen alemán. Pronto sigue la vocación de su padre, sacerdote casado como autoriza la religión ortodoxa. La familia sobrevive a la ocupación alemana, y sólo un milagro le salva junto a su padre de las purgas estalinistas de 1944. 

En 1961, un año después de su matrimonio, Alejo se divorcia para hacerse monje: son los tiempos de las campañas antireligiosas de Nikita Kroutchev. Hombre de aparato, siempre cercano al poder establecido, su ascensión fue fulgurante. El 7 de junio de 1990 accede al cargo supremo poco antes de la desintegración de la Unión Soviética.



La misión que se fija a partir de ese momento es restaurar la influencia de la Iglesia Ortodoxa en Rusia y recuperar sus propiedades confiscadas por los bolcheviques. Muy cercano a Boris Yeltsin, se implica mucho en la reconstrucción de la Catedral de Cristo Salvador. Erigida en el siglo 19 para celebrar la derrota de Napoleón, el templo fue dinamitado por Stalin en 1931.

En 2000 las cúpulas de la Catedral brillan de nuevo con todo su esplendor: es el símbolo de la resurrección de la Iglesia ortodoxa tras 70 años de comunismo y la marca del resurgir de una nación. Alejo II contribuye también a reunificar la Iglesia ortodoxa rusa del exterior, un cisma que se remonta a 1920, tres años después de la Revolución de Octubre, cuando una parte del clero emprende el camino del exilio y otra acepta quedarse.

Sin embargo sus relaciones con la Iglesia católica son tensas. Se niega a recibir al papa Juan Pablo II a quien acusa de hacer proselitismo en tierras ortodoxas. El punto culminante del desencuentro fue la visita de Juan Pablo II a los católicos de rito oriental de Ucrania en 2001. Esa comunidad, prohibida por Stalin arrebató a los ortodoxos unas 2.500 parroquias a principios de la década de los 90.

Las relaciones con el Vaticano mejoraron tras la elección de Benedicto XVI en 2005.

Alejo II visitó la catedral de Notre Dame de París el tres de septiembre del año pasado para rezar ante la corona de espinas del Señor.





Divina Liturgia: Letanía, celebrada por el patriarca Alexis II



El patriarca Alexis II, ha muerto en Moscú

01 diciembre 2008

Falleció el escritor ruso Alexander Solzhenitsyn


El escritor Alexander Solzhenitsyn, autor de las crónicas de los horrores del gulag soviético y ganador del premio Nobel de Literatura, falleció el domingo 3 de agosto a los 89 años de un problema cardiaco, indicó su hijo, Stepan Solzhenitsyn.

Las descripciones que hizo el escritor de las torturas y supervivencia en los campos de trabajos forzados de la Unión Soviética sacudieron a sus compatriotas, tras dejar al descubierto la historia secreta del gobierno de José Stalin. Eso le granjeó 20 años de amargo exilio, así como el reconocimiento internacional. Sus crónicas probablemente inspiraron a millones de personas, al mostrar que el valor e integridad de una persona podía, a fin de cuentas, derrotar a la maquinaria totalitaria de un imperio.




A partir de 1962, con la novela corta "Un día en la vida de Iván Denisovich", Solzhenitsyn se dedicó a describir lo que llamó el “triturador de carne” humana que lo había atrapado junto con millones de otros ciudadanos soviéticos: arrestos arbitrarios, con frecuencia por razones triviales y aparentemente absurdas, a los que seguían sentencias a cumplir en campos esclavistas donde el frío, el hambre y el trabajo en condiciones penosas aplastaba a los internos física y espiritualmente.

Su trilogía Archipiélago Gulag, de la década de 1970, dejó impactados a los lectores por el salvajismo del Estado soviético bajo el gobierno del dictador Stalin, y ayudó a eliminar la inclinación que muchos intelectuales de izquierda aún tenían por la Unión Soviética, especialmente en Europa.

Pero su relato de ese sistema secreto de campos de prisioneros también fue inspirador en su descripción de cómo sobrevivió, física y espiritualmente, en un sistema penal lleno de enormes dificultades e injusticias que afectaban gravemente el alma humana.

Occidente le ofreció refugio y honores, pero su negativa a doblegarse a pesar de la enorme presión posiblemente también le dio el valor para criticar la cultura occidental por lo que él consideraba sus debilidades y decadencia.

Siempre crítico con el gobierno soviético, el Nobel regresó de su exilio de 24 años recién en 1994, luego de vivir en Suiza y en los Estados Unidos, donde ejerció como profesor en la prestigiosa Universidad de Stanford. Tras su regreso hizo un recorrido de 56 días a través de Rusia, para volverse a familiarizar con su tierra natal, pero posteriormente expresó su molestia y decepción de que la mayoría de sus compatriotas no hubieran leído sus libros.

Durante la década de 1990, sus puntos de vista firmemente nacionalistas, su devoción al cristianismo ortodoxo, su desdén por el capitalismo y su disgusto por los magnates que adquirieron industrias y recursos rusos a precios de ganga tras la caída del gobierno soviético estaban fuera de moda. Decidió desaparecer de la vida pública.

Pero bajo la presidencia de Vladimir Putin (2000-2008), la visión de Solzhenitsyn de Rusia como un bastión del cristianismo ortodoxo, como un lugar con una cultura y un destino únicos, volvió a destacarse.



Ahora Putin argumenta, como lo hizo Solzhenitsyn en un discurso en la Universidad de Harvard en 1978, que Rusia tiene una civilización distinta a la de Occidente, una que no puede reconciliarse ni con el comunismo ni con la democracia liberal al estilo occidental, sino que requiere un sistema adaptado a su historia y tradiciones.

“Cualquier cultura autónoma antigua con raíces profundas, especialmente si está extendida por una parte amplia de la superficie de la Tierra, constituye un mundo autónomo, lleno de enigmas y sorpresas para el pensamiento occidental”, afirmó Solzhenitsyn en su discurso. “Durante mil años Rusia ha pertenecido a una categoría así”.

Nacido el 11 de diciembre de 1918 en Kislovodsk, Solzhenitsyn fungió como capitán de artillería en el frente en la segunda guerra mundial, donde, en las últimas semanas de la guerra, fue arrestado por haber escrito lo que él llamó “ciertas afirmaciones irrespetuosas” sobre Stalin en una carta a un amigo, refiriéndose a él como “el hombre del bigote”. Estuvo siete años en un campo de trabajos forzados en las áridas estepas de Kazajstán y tres más en un exilio interno en el Asia Central.


Solzhenitsyn, la voz del genocidio estalinista

El escritor ruso dejó al descubierto la podredumbre de la mayor utopía política y social del siglo XX


Tan sólo unas 200 páginas pueden separar el anonimato de la gloria de un escritor, y eso fue lo que ocurrió con Alexander Isaevich Solzhenitsyn. Antes de que saliera a la luz "Un día en la vida de Ivan Denisovich" era una persona ignorada, un ex presidiario (lo cual en la URSS no era algo demasiado excepcional), un marginado aspirante a novelista del montón. Pero cuando el manuscrito de Un día..., empujado por manos amigas, cayó sobre la mesa del poeta Alexander Tvardovski, director de la revista literaria Novy Mir (Nuevo Mundo), la suerte de Solzhenitsyn giró en redondo.



Nada más leerlo, Tvardovski supo que había descubierto una obra maestra y luchó contra la censura para que fuese publicado. Era una etapa de deshielo, después de la denuncia de los crímenes de Stalin ante el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) a cargo de sus herederos. Con la aprobación personal de Jruschov, que quiso apuntarse el tanto a favor de la cultura, el libro fue publicado en la citada revista en noviembre de 1962.

Pronto fue un best-seller en toda la URSS y colocó a su autor, de golpe, en el panteón de los héroes literarios rusos. Contra lo que muchos pensaron, Un día... -como apunta el escritor eslovaco Pavel Lichko- no era el grito espontáneo de un alma atormentada por el dolor, sino «el producto de alguien que durante toda su vida se había preparado con conciencia y disciplina para la labor de escritor, y cuya vida había contribuido a forjarle para dicha profesión».

Matemáticas y física

Alexander Solzhenitsyn no había conocido a su padre, de ascendencia cosaca, que murió en un accidente casi al final de la I Guerra Mundial, siendo oficial de artillería, pocos meses antes de que el escritor naciera en Kislovodsk, sur de Rusia, el 11 de diciembre de 1918. La madre se encargó de la educación del niño Alexander en la ciudad de Rostov del Don. Allí, debido en parte a la frágil salud materna y a los problemas económicos, el muchacho empezó a estudiar matemáticas y física, aunque su vocación literaria fue temprana.

Ya en los años 30 intentó publicar algunos manuscritos, sin encontrar a nadie que quisiera aceptarlos. En 1941, unos días antes de que la guerra llegase a Rusia, Solzhenitsyn se graduó en la Universidad. Más tarde, confesaría que aunque le gustaban las ciencias exactas no estaba dispuesto a dedicarles toda su vida. Pero siempre les estuvo muy agradecido a las matemáticas porque le salvaron la vida, ya que le permitieron aliviar la mitad de su periodo de cautiverio, y luego el exilio en el pueblo de Kok Teren, al sur de Kazajistán, donde dio clases en una escuela primaria.

Llamado a filas, Solzhenitsyn combatió en la guerra, primero en el cuerpo de transportes y más tarde de oficial artillero.Participó en la mayor batalla de tanques de la Historia, en Kursk, y fue detenido en febrero de 1945 en el frente de Prusia Oriental, cerca de Königsberg (hoy Kaliningrado) poco antes de que empezara la ofensiva final del Ejército soviético que acabaría en Berlín.

El motivo de su desgracia era haber criticado a Stalin en cartas dirigidas a un amigo. «Me detuvieron por culpa de mi ingenuidad.Yo sabía que en las cartas del frente se prohibía hablar de los secretos militares, pero creía que estaba permitido pensar».En julio de ese año fue condenado, sin proceso, a ocho años de trabajos forzados y destierro a perpetuidad. «Nunca he considerado que era un condenado inocente, por cuanto había expresado unas ideas por entonces prohibidas», diría años después.

Lo encerraron en la Lubianka, y luego los primeros años de su cautiverio los pasó en varios campos, hasta que por sus conocimientos matemáticos fue a parar a un centro de investigación científica para presos políticos, vigilado por la Seguridad del Estado, lo que le serviría de fuente de inspiración para su novela El primer círculo. Luego, en 1950, fue trasladado a un campo especial en la ciudad de Ekibastuz, en Kazajistán, donde se gestó Un día en la vida de Iván Denisovich. También trabajó de presidiario minero, albañil y forjador, y contrajo un tumor del que fue operado y momentáneamente aliviado.

Un mes después de haber cumplido los ocho años de condena, Stalin había muerto, aunque las penas de Solzhenitsyn no habían acabado.Aún tenía que cumplir el destierro «a perpetuidad», por lo que fue enviado a Kok Teren desde marzo de 1953 a 1956, lo que aprovechó para escribir en secreto mientras daba las clases en la escuela primaria.

Cáncer

Estuvo a punto de no contarlo porque a finales de 1953 el cáncer se le reprodujo con dolores tan fuertes que le hacían perder el conocimiento, y la muerte (una vez más) pareció atraparlo.Pero el desterrado maestro consiguió que le ingresaran en una clínica para cancerosos de Tashkent, en Uzbekistán, donde se curó, o algo parecido, a lo largo de 1954. «Estaba muriéndome, pero logré llegar a Tashkent, y tras un largo tratamiento me curé. Ahora, la excrecencia no me impide vivir. El tumor ha degenerado, ha cambiado de naturaleza».

Esta experiencia le servirá de base para su novela Pabellón cáncer, que terminó en 1967, una obra que atacaba los cimientos ideológicos del régimen soviético, y de la que un miembro del Secretariado de la Unión de Escritores Soviéticos llegó a decir: «Produce náuseas por su extremado naturalismo y la tendencia a inculcar todos los miedos posibles e imaginables; sin embargo, su idea fundamental no es clínica sino social, y esto es precisamente lo que no se puede aceptar».

Liberado y rehabilitado en 1956, a Solzhenitsyn se le permitió vivir en Vladimir y Ryazan, en el centro de Rusia, donde pudo llevar una vida normal, dando clases y escribiendo. Fue entonces cuando, aprovechando el boquete de la censura de la época de Jruschov, apareció "Un día en la vida de Ivan Denisovich", que describe con lenguaje sencillo y directo la vida de un prisionero cualquiera (el propio Solzhenitsyn) en un campo de concentración durante la era de Stalin. El éxito fue instantáneo y de la noche a la mañana el autor alcanzó la fama. «De todas las tragedias que tuve que soportar, la más profunda fue la de Ivan Denisovich. Quería acabar con el oscuro mito de los campos de concentración. Mientras estuve allí decidí describir una jornada. Tolstoi decía que toda la vida europea de siglos podía servir de guión para una novela, pero también una sola jornada de la vida de un campesino cualquiera».

Los tiempos cambiaron cuando Jruschov fue destituido en 1964 y Tvardovski tuvo que dejar la dirección de Novy Mir. En aquel tiempo incierto, cuando las fauces de la censura volvían a cerrarse, salió de la URSS microfilmado el manuscrito de "El primer círculo", que se publicó con rapidez en Occidente. Solzhenitsyn había acabado esa novela, de casi 700 páginas, en 1960, después de trabajar en ella durante nueve años. Gran parte de la acción se desarrolla en el Instituto de Investigación Científica para presos (donde el autor había cumplido parte de su condena), y transcurre en un solo día.

Todo arranca en una noche de invierno de 1949, cuando un funcionario del Ministerio de Exteriores soviético llama a la Embajada norteamericana para revelar un descabellado proyecto atómico. Los personajes principales son Stalin, el administrador de una finca, intelectuales y activistas del partido. El libro expone las diferentes reacciones de un grupo de científicos, vigilados por la policía política, que dudan entre cooperar con las autoridades para mantener sus mínimos privilegios, o negarse y ser devueltos a las penosas condiciones de los campos de concentración.

Peor que Pasternak

Para el sistema soviético, como bien señaló uno de los burócratas dirigente de la Unión de Escritores, Solzhenitsyn era mucho más peligroso que Pasternak, por poner un ejemplo, porque éste era un hombre retraído, un poeta alejado de la política, mientras que el primero era mucho más duro de pelar. Un hombre con ideas, ideológicamente determinado y de temperamento combativo, impermeable al pacto.

Los últimos años 60 son un forcejeo constante del escritor para poner a salvo del KGB sus archivos y manuscritos, algunos de los cuales empiezan a circular por toda Rusia en samizdat, copias rudimentarias distribuidas clandestinamente. "Un día en la vida de Ivan Denisovich" fue prohibida, y el original de "El primer círculo", del que el autor había hecho varias versiones, confiscado con casi todos sus papeles personales. Durante ese tiempo, Solzhenitsyn se mostraba pesimista y casi daba por perdido su futuro literario.Creyó que había cometido un error al emerger demasiado pronto de su silencio y revelar su obra prematuramente, y por eso no sería capaz de concluirla.

La situación varió de forma radical cuando en 1970 le conceden el Premio Nobel de Literatura. Pero el escritor declinó ir a Estocolmo a recibir el galardón por temor a que las autoridades soviéticas no le permitieran regresar a la URSS. Quizá, también, porque aún tenía que dar los últimos retoques a lo que sería su obra más conocida: "Archipiélago Gulag".

La primera parte fue publicada en diciembre de 1973 en París, después de que una copia del manuscrito cayera en manos del KGB en la URSS. Para escribir el Archipiélago, Solzhenitsyn llevaba años trabajando duramente. Había entrevistado a 227 sobrevivientes de los campos de trabajo soviéticos, cuyas identidades protegió con celo hasta que la KGB capturó el manuscrito y el libro se editó en Francia. «Con el corazón oprimido -explicó en la primera página-, durante años me abstuve de publicar este libro, ya terminado.El deber para los que aún vivían podía más que el deber para con los muertos. Pero ahora, cuando pese a todo, ha caído en manos de la Seguridad del Estado, no me queda más remedio que publicarlo inmediatamente».

La publicación de esta obra, que mezcla hechos históricos y autobiográficos con testimonios personales, desencadenó un vendaval de ataques a Solzhenitsyn en la prensa y los medios soviéticos. A pesar de su fama mundial, fue detenido y acusado de traición el 12 de febrero de 1974. Al día siguiente se le expulsó de la URSS y marchó al exilio. Pero ya su obra capital le precedía y le esperaban con los brazos abiertos.

Torpedo mortífero

Para el sistema soviético, el libro era, desde luego, un torpedo mortífero, en plena línea de flotación, que dejaba al descubierto la podredumbre de la mayor utopía política del siglo XX. La palabra GULAG, siglas de Glavnoye Upravlienye Laguerei (Dirección General de Campos de Concentración), era prácticamente desconocida en Occidente hasta que Solzhenitsyn sacó a la luz su libro-documento.

Con un estilo suelto, alejado de cualquier solemnidad melodramática, y un leve toque irónico que alivia la tensión lectora por un laberinto de infinitas tragedias, quedaban al desnudo las atrocidades de un Estado enfrentado casi desde sus inicios, demencialmente, a su propio pueblo. Gulag pasó a ser una de las palabras claves de nuestra época, el signo definidor de un sistema político que con apariencia de paraíso ocultaba en sus entrañas el infierno; una estafa histórica descomunal.

Con indiscutible talento literario, Solzhenitsyn dio forma de arhipiélago a la red de campos de concentración repartidos a través del inmenso territorio de la URSS como si fuera una cadena de islas. «Este archipiélago -país que moteó otro país, en cuyo interior se halla-, penetró en las ciudades, llegó hasta sus calles... Sin embargo, unos ni siquiera sospechaban de su existencia, muchísimos tenían de él una vaga noción, y sólo los que estuvieron allí lo sabían todo».

En uno de los momentos de mayor esplendor del gulag, hacia 1936, había unos cinco millones de prisioneros que componían lo que Kafka hubiera llamado la colonia penitenciaria. Un número que aumentó año tras año hasta la muerte de Stalin, en 1953. En total, entre 1928 y el fallecimiento del Padre de los pueblos, entre 40 y 50 millones de personas fueron enviadas a cumplir condenas en el archipiélago. Aproximadamente la mitad de ellas nunca regresaron.

Cuando Solzhenitsyn fue expulsado de su patria, precedido de sus novelas y su fama de disidente, todos dieron por supuesto que el rechazo al sistema soviético suponía la aceptación de las ideas democráticas normales en Occidente, aunque a medida que iba hablando, dando conferencias y entrevistas, se vio que no era así. Pero nadie que le conociera se hubiera sorprendido.En 1967 había escrito: «No tengo ninguna esperanza en Occidente, y ningún ruso debería tenerla... La excesiva comodidad y prosperidad han debilitado su voluntad y su razón».

Los que le escuchaban pasaban de la perplejidad a la irritación.Solzhenitsyn no tenía pelos en la lengua. La distensión Este-Oeste le parecía una memez, y proclamaba que Occidente carecía de recursos morales y espirituales para resistirse a su propia decadencia.Se veía a sí mismo como un apóstol que tuviera que explicar la grandeza de su misión.

Poco después de abandonar Rusia, intervino en un programa de TVE. Sus rotundas afirmaciones anticomunistas provocaron las iras de la progresía local, en aquellas fechas muy devota del PCE, que le llegó a acusar de «fascista», agente provocador y otras lindezas. Pero la mayor herejía fue cuando vino a decir que, en comparación con lo que había en la URSS, lo que teníamos aquí con Franco no estaba tan mal.

Tras publicar la novela-documento "Lenin en Zurich: capítulos", Solzhenitsyn viajó a Estados Unidos, donde se instaló en una casa cerca de Cavendish (Vermont), una región que le recordaba a su querida Rusia. Ahí se dedicó a escribir dos libros de no ficción. "El roble y el ternero", fundamental para entender el mecanismo interno de la vida literaria soviética, y el ensayo "El peligro mortal", en el que analiza los errores de la visión norteamericana sobre Rusia.
Pero la mayor parte de su tiempo la dedicó a lo que considera la culminación de su trayectoria. Una monumental obra histórica de ecos tolstoianos, "La rueda roja", que abarca desde la caída del régimen zarista al ascenso al poder de los bolcheviques.La rueda roja es una tetralogía compuesta por Agosto 1914, Octubre 1916, Marzo 1917 y Abril 1917. Una obra concordante con el tipo de novela preferida del autor, la novela polifónica, delimitada en el tiempo y en el espacio, sin un protagonista, porque cada personaje se convierte en protagonista principal cuando la acción le concierne.

Solzhenitsyn llevó vida de ermitaño en EEUU. Vivía exclusivamente dedicado a escribir, con la compañía de sus tres hijos y de su segunda mujer, Natalia. Concedía entrevistas a la televisión con la condición de que no le hicieran repetir gestos o frases.La cámara podía filmarle cuanto quisiera, pero se negaba a actuar.Cuando no escribía, su mayor pasatiempo era cortar madera, pasear o jugar al tenis con alguno de sus hijos, a quienes aleccionaba en la cultura y literatura rusas para que no perdieran sus raíces.

Solzhenitsyn jamás fue un liberal y la democracia a la occidental le resbalara. Como buen ruso, nunca se sintió a gusto en el extranjero, y no se dejó embaucar por el sistema de vida norteamericano.Con la apertura de Gorbachov a finales de los años 80, sus obras pudieron ser leídas en la URSS, y en 1989 Novy Mir publicó extractos de Archipiélago Gulag. Un año después le devolvieron oficialmente la ciudadanía, lo que le permitió dar por terminado su exilio y pisar tierra rusa en 1994. Encontró un país destrozado y ya sus ideas sobre el futuro de Rusia encontraron poco eco. Como observó Raymond Carr, se había convertido en un icono sin adoradores, y algunos lo veían como un escritor de otra generación.

Solzhenitsyn tiene un sentido trascendente, profético, nacionalista y religioso, casi mesiánico de la escritura, lo mismo que lo tuvieron muchos de los grandes escritores rusos, como Gogol, Dostoyevski, Tolstoi y Gorki, por citar algunos. Siempre ha vivido obsesionado con esto. «El escritor ha de estar dispuesto a soportar la injusticia, y en eso está el riesgo de su misión».

Al igual que muchos artistas de genio tiene una faceta egoísta para todo lo que no sea alimentar su propia obra. Pero es autor de libros fundamentales que reconfiguraron no sólo la novela rusa, sino también la historia rusa en las postrimerías del siglo XX. En cualquier caso, lo que nadie podrá decir es que no ha sido fiel a sí mismo y sufrido por ello.




Algunas imágenes del escritor fallecido


El pincel celestial de Natalia Tsarkova

Entrevista con la artista rusa, pintora oficial del Papa

ROMA, domingo, 7 diciembre 2008 (ZENIT.org).- Rusa de nacimiento lleva casi una vida en Roma. Con tan sólo 5 años comenzó a pintar y a sus 41 años es una de las pintoras más importantes del mundo y no porque posea una barita mágica, todo lo contrario, la mayoría del día sus dedos sostienen un pincel que muchos considerarían de celestial por haberla ayudado a retratar a varios Papas, cardenales, obispos, familias reales, aristocráticos y personajes de la cultura y del espectáculo.





Y es que Natalia Tsarkova, mujer y ortodoxa, ya es conocida por todos como la retratista oficial de los Papas. Algún medio de comunicación ya la ha denominado como la Miguel Angel de siglo XXI. Natalia ha abierto las puertas de su casa en Roma a ZENIT. Un apartamento con vistas al Vaticano y lleno de cuadros que no permiten averiguar el color de las paredes. Ahí, entre lienzo y lienzo, hablando un italiano malo pero muy divertido, nos confiesa con humildad que el futuro no la preocupa y que tiene muy claro el mensaje que quiere que aporten sus cuadros.

¿Qué siente al ser la única pintora que retrata a su santidad el Papa?





Es un gran honor y sobre todo una gran responsabilidad y una gran alegría. Ser apreciada por los Papas para retratarlos, como le pasó a Rafael, a Velázquez a Pedro de Cortona.




Para mí ha sido algo muy importante y además que ha cambiado mi vida. Me siento muy feliz, muy contenta y aún más al ser parte de la historia.

¿Por qué ha decidido retratar Papas y centrarse en el ambiente de Iglesia católica?

Creo que trabajar en la Iglesia, en este mundo espiritual viene de una serie de coincidencias que han sucedido en mi vida y creo que no suceden por que sí, diría que ha sido la divina providencia. He entendido que este es mi lugar y tengo que continuar este camino. Me siento preparada para ello y lo siento en el corazón, porque trabajar haciendo santos por ejemplo, trabajar de esta forma espiritual, me ha dado entender cómo es mi persona, mi espíritu, y entender mi fe, profundizando en ella. He podido aprender muchas cosas de mí misma.

¿Qué quiere conseguir con sus cuadros?

Quiero que un retrato aporte un mensaje de paz y de amor. Así que tiene que ser más que un retrato, una composición que ofrezca un mensaje e intento construir ese mensaje a partir de símbolos, colores o una posición. Como en el retrato del Papa Benedicto XVI, la capa roja como símbolo de la fe y el amor, el Espíritu Santo que ilumina el mundo, hay ángeles que toman vida y está el símbolo del diálogo con este mundo a través del libro, el discurso. Toda esta simbología crea el mensaje. Y yo quiero contribuir con mi pincel, aunque sea de forma pequeña, para conseguir la paz.

En uno de sus últimos cuadros, el retrato del padre Giaccomo, aparece un niño con síndrome de Down. ¿Cómo se inspira para retratar estos personajes?

Para mí es muy importante entender los personajes. Por esto me fui a atender a enfermos, a ayudar a Lourdes y a Loreto para entenderlos mejor. Siempre intento meterme dentro de la atmósfera. Cuando he tenido que representar la virtud de la caridad he ido a Tierra Santa para sentirlo ahí.

Hoy estudiamos a Miguel Ángel, Da Vinci y posiblemente las generaciones futuras estudien a Natalia Tsarkova. ¿Qué le pasa por la mente al pensar en esto?

Pintar estos cuadros es una gran satisfacción y una gran alegría. Pero me siento muy responsable al hacerlo. No pienso en esto, cuando hago un cuadro. Quiero que sea bello y el futuro ya se verá. No pienso que soy grande, sólo que tengo que crear un mensaje con cada cuadro. Quiero ayudar con mis cuadros a conseguir la paz y es un honor que me reciba el Santo Padre, por ejemplo cuando hice su retrato. Es siempre una emoción y una satisfacción.


La pintora rusa, Natalia Tsarkova, conocida como la retratista de los papas, entregó hoy 12 de diciembre en privado a Benedicto XVI el retrato que le ha realizado, tras la audiencia general de los miércoles, informaron fuentes vaticanas.




El cuadro le fue encargado a la pintora en ocasión del 80 cumpleaños del pontífice, celebrado el año pasado, por la asociación Patrons of the Arts in the Vatican Museum, creada para sostener cultural y económicamente las actividades de los museos vaticanos.

En el retrato de 180 centímetros de alto por 120 centímetros de ancho, Benedicto XVI aparece sentado en el trono que perteneció a León XIII con un libro con su escudo papal apoyado en el regazo y con la imagen de la basílica de San Pedro en el fondo.


El Papa Benedicto XVI ha bendecido el cuadro del P. Santiago De Ghazir


CIUDAD DEL VATICANO - El Santo Padre ha bendecido al término de la audiencia general del miércoles 21 de mayo, en el recinto contiguo al Aula Pablo VI, el cuadro del P. Santiago De Ghazir, imagen que será expuesta en la beatificación del capuchino, el próximo 22 de junio en Beirut.



Benedicto XVI ha admirado la obra – de la pintora rusa Natalia Tsarkova – en presencia de sor Marie Makhlouf, superiora general de las Hermanas Franciscanas de la Cruz del Líbano. Muy venerado en el País, Santiago De Ghazir Haddad (en el siglo Khalil) era nativo de Beirut. Sacerdote de la Orden de los HH. Menores Capuchinos – en la que entró a los 18 años –, nació el 1 de febrero de 1875 y murió en su ciudad natal el 26 de junio de 1954.

Siguiendo las huellas de San Francisco de Asís, el futuro beato libanés fue un incansable apóstol de la caridad, plasmada en su solicitud por las necesidades físicas y morales del prójimo. Para dar continuidad a su trabajo, fundó dicha congregación religiosa. Sor Marie Makhlouf ha llevado en el Vaticano, como don, una reliquia del hermano libanés incrustada en una cruz de oro. El Papa no ha podido esconder su aprecio por la pintura presentada y por la capacidad artística que demuestra.

De gran fuerza emotiva, la obra (cm 110 x 170) permite una lectura inmediata de la vida de Santiago De Ghazir. El sacerdote, en el centro, tiene la mirada serena y luminosa; entre sus dedos se entrevé la cruz del rosario gastada por las tantísimas veces como la había acariciado en oración. El cuadro del P. Santiago De Ghazir Haddad parte ahora para Beirut. Se colocará cerca de su tumba, en la iglesia de Santa María del Mar.