14 agosto 2011

Algunos testimonios de jóvenes procedentes de antiguos países de la Unión Soviética, en la Jornada Mundial de la Juventud JMJ Madrid 2011




“JMJ es la fiesta de la unión espiritual”


Zhenya Momsikov, 20 años, estudia tercero de Filosofía en la Universidad Estatal “Al-Farabi” de Almaty (Kazajstán). Nació en Kandyagás, al noroeste del país, en plena estepa. Le gusta leer y hacer “footing”. Fue bautizado ortodoxo y el año pasado fue recibido en la Iglesia Católica. Es su primera JMJ.

11 de agosto de 2011



Zhenya Momsikok es de Kazajstán, estudia Filosofía y participará en la JMJ Madrid 2011.


¿Por qué has venido?

Por el gran deseo que tengo de escuchar al Papa , conocer lo que lleva en su corazón y lo que quiere trasmitir y depositar en nuestros corazones.

¿Qué esperas de la JMJ?

Ganar en experiencia cultural y espiritual junto con gente joven como yo.

¿Qué es lo que más te impresiona de la JMJ y del Papa?

Lo que más me impresiona es lo que considero el fin que tiene la JMJ: la unión espiritual de cientos de miles jóvenes que desean escuchar las palabras del Papa. Y de Benedicto XVI me impresiona cómo transmite temas de mucha profundidad con palabras comprensibles para la gente joven. Por otro lado, conocer la historia de la JMJ ayuda a darse cuenta, aunque sea parcialmente, de la importancia de este acontecimiento global en la perspectiva histórica.

¿Qué retos tiene la juventud de tu país?

El reto es conocer la esencia del ser humano y su fundamento moral. En esta época de globalización, que también se siente en mi país, la juventud pierde las orientaciones existenciales de la vida.


“Puede ser que este acontecimiento cambie mi vida”

Rashi Abrey-Puentes tiene 18 años y estudia Arquitectura en Almaty (Kazajstán). Recibió el bautismo a los 15 años.

13 de agosto de 2011

¿Por qué has venido?

El motivo principal de mi asistencia es enriquecerme espiritualmente para procurar llegar a ser un cristiano consecuente y llegar a estar más cerca de Cristo. El encuentro con el Papa, sus palabras, sin duda van a fortalecer mi fe y puede ser que este acontecimiento cambie mi vida…


Rashi Abrey-Puentes.



¿Qué esperas de la JMJ?

Este viaje es para mí una ocasión fenomenal para tener una nueva visión de la Iglesia, y también conocer la cultura española, que siempre me ha atraído. Y por supuesto, para conocer a muchos jóvenes de todo el mundo. Es un momento para que gente de diferentes culturas se sientan unidos por la misma fe.

¿Qué es lo que más te impresiona de la JMJ y del Papa?

Lo que más me impresiona es que gente de distintos países y culturas puedan unirse y compartir sus experiencias e impresiones de una vida cristiana. Este es un encuentro con el Papa, nuestro Padre común. Estoy seguro de que las palabras del Papa van a encender en los corazones de los jóvenes las llamas del amor de Cristo y fortalecer nuestra fe.

¿Qué retos tiene la juventud de tu país?

Esto es una llamada para reconocerse como persona, buscar el propio lugar que ocupamos en la vida, buscar la armonía en la sociedad y desear ser una parte inseparable de los demás. Sin duda, la juventud de mi país tiene muchas dificultades: doctrinas engañosas, propaganda inmoral, etc. Precisamente este acontecimiento de la JMJ abre los ojos a la juventud y ayuda en el camino para llegar a ser una persona fundada en principios morales.




“La posibilidad de ver al Santo Padre es una experiencia en sí misma”

Jan Kubek tiene 20 años y procede de la República Checa. Estudia Gestión de Seguridad en la Academia de Policía. Aunque fue bautizado en su infancia, comenta que “soy católico practicante desde hace sólo seis meses. Estoy muy agradecido por este cambio, después de estudiar un poco la fe, el Nuevo Testamento y recibir cursos de formación cristiana en un centro del Opus Dei”.

10 de agosto de 2011



Jan Kubek llegará a la JMJ Madrid 2011 desde Praga.



¿Por qué vienes a la Jornada Mundial de la Juventud?

Porque será una experiencia excelente de las que suceden una vez en la vida. Me apunté en cuanto me lo propusieron.

¿Qué esperas de estas Jornadas?

La posibilidad de ver al Santo Padre es una experiencia en sí misma, y coincidir con tanta gente desconocida pero tan cercana será una fuerte motivación, que seguro nos impulsará a mí y a todos espiritualmente.

¿Cuáles son los fines por los que se mueve la juventud de tu país?

Yo creo que hay bastante incertidumbre entre la mayoría de los no creyentes, o por lo menos entre la gente que no practica, por lo que su objetivo es, aunque se excusen, tener sobre todo mucho dinero y así ser feliz. Pero creo que en el fondo todos reconocen que el dinero no da la felicidad real.




“Quiero ver al Papa, oírle y leerle”


Desde Eslovaquia y en ruta hacia Madrid, Vinco y Ján, estudiantes de la residencia Dowina en Bratislava, nos cuentan por qué asistirán a la JMJ.

10 de agosto de 2011

Vincent Holubiczky.



Vincent Holubiczky tiene 22 años, viene de Eslovaquia, en cuya capital acaba de terminar Tecnología de la Información. Vinco, como le llaman sus amigos, vivirá su primera JMJ y piensa que se trata del primer gran evento al que asiste: “tengo muchas ganas de llegar a Madrid”.

Desde enero de 2010 está preparando su participación, tras aceptar inmediatamente la propuesta de un amigo. “No viajo mucho, pero es una gran oportunidad para conocer al Papa, hacer nuevos amigos y compartir la fe con cientos de miles de jóvenes de tantos países, con gente que intenta vivir unos valores. Y todo en un país donde, me consta, habrá mejor temperatura que en Eslovaquia”.

Dice también que “la JMJ será como cuando Jesús enseñaba a las multitudes, de hecho el Papa es su representante y nos invitará de parte de Jesús a llevar una vida cristiana más radical, ayudándonos a superar ídolos que a veces nos creamos, a ser coherentes y fuertes, a saber que vale la pena luchar, aunque no sea fácil”.



Ján Povala.



Ján Povala, nacido hace 18 años en Podbiel (Orava) y estudiante de Computación, es otro de los eslovacos que vienen con Luis Blázquez, director de la residencia universitaria Dowina, en Bratislava. Tampoco dudó cuando le invitaron: “tengo unos buenos amigos con los que disfruto mucho, así que me puse en marcha de inmediato, para prepararme a fondo”.

Ján está seguro de que la JMJ superará todas sus expectativas y le ilusiona conocer al Papa, “tan distinto emocionalmente al beato Juan Pablo II. Mi padre comenta a veces que Benedicto XVI es un Papa para escuchar, mientras que su predecesor era un Papa para ver. Sea lo que sea, quiero verle, oírle y leerle, aprovechar su sabiduría y su grandeza, tan útiles para toda la sociedad”.

Cuando faltan pocas horas, Ján piensa que está preparado para su primera JMJ y que es el momento oportuno para recomenzar en su vida cristiana: “pienso que mi vida interior irá mejor, porque la JMJ nos reclamará coherencia con la fe, para ser fieles y no abandonar a Cristo ni el compromiso de servir a los demás”.

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