22 febrero 2007

Ecumenismo espiritual, la vía hacia la unidad

El Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, cardenal Walter Kasper, ha participado esta mañana en las XLII Jornadas de Cuestiones Pastorales, organizadas por el Centro Sacerdotal Montalegre y la Delegación Diocesana de Ecumenismo del Arzobispado de Barcelona, en la que están participando más de 450 personas y representantes de las diversas confesiones.




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S. E. Mons. Carlos López, S. Em. R. Cardenal Walter Kasper y S. E. Mons. Lluís Martínez Sistach.

Barcelona, 19 de febrero de 2007.- “Todos los cristianos hemos de trabajar para conseguir la plena comunión que el Señor nos pide”. Con estas palabras, el arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, ha abierto las XLII Jornadas de Cuestiones Pastorales.

El acto principal de la jornada ha sido la conferencia del cardenal Kasper. En su intervención, ha asegurado que, en los últimos 40 años, “el diálogo ecuménico ha dado grandes pasos adelante” que han hecho posibles “acercamientos sustanciales en varias materias y, en algún caso, llegar a un consenso”. En el balance positivo figuran la reciente visita del Papa Benedicto XVI al Patriarca ecuménico y la visita a Roma del Arzobispo de Atenas y de toda Grecia, que ha considerado “históricas”.

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Pese a estos progresos tan alentadores, no se puede negar que, más allá de las dificultades singulares, normales y que forman parte de la vida, el diálogo de alguna manera se haya encallado, aunque no se hayan parado los coloquios y los encuentros, las visitas y la correspondencia”, ha asegurado Kasper. Entre los motivos de esta situación, explica el cardenal, se encuentra el hecho de que “tras haber superado muchos malentendidos y haber conseguido un consenso fundamental” ahora “hemos llegado al núcleo duro de nuestras diferencias eclesiológicas

Para continuar avanzando, Kasper apuesta por un ecumenismo espiritual, “corazón del movimiento ecuménico”, no tanto centrado en los diálogos teológicos como en “oración ecuménica común, conversión personal y reforma institucional, penitencia y esfuerzo por la santificación personal”.

En este sentido, ha animado a que haya entre las confesiones cristianas una “cooperación en favor de la vida, de la justicia, de los derechos del hombre y de la paz”. Mediante esta cooperación, ha concluido, “nos conocemos mejor y crecemos juntos”.


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Kasper ha acabado apuntando cuál es el objetivo que persigue el diálogo ecuménico: “no se trata de una fusión como las de las grandes empresas internacionales de nuestro mundo globalizado; no es tampoco un sistema complejo, desde el punto de vista especulativo o institucional, en el cual los opuestos se anulan, siguiendo una dialéctica de tipo hegeliano. En esto reside la diferencia de fondo entre diálogo y dialéctica. Ciertamente, el diálogo intenta disipar los malentendidos y superar las divisiones entre los partner, tendiendo a la reconciliación. Pero la reconciliación propiamente no elimina la alteridad del otro, no la absorbe ni la aspira, haciéndola desaparecer. Por el contrario, la reconciliación reconoce el otro en su alteridad. La unidad en la caridad no se logra cuando la identidad del otro es anulada y absorbida, sino al contrario, cuando ésta llega a ser confirmada y plena”.

(TEXTO COMPLETO DE LA CONFERENCIA)


Con ocasión de su intervención, ha presentado su libro Ecumenismo espiritual, una guía pastoral sobre la práctica del ecumenismo.

Presentación de la III Asamblea Ecuménica

Representantes de diversas confesiones


En el encuentro ecuménico celebrado en Barcelona, en el marco de las XLII Jornadas de Cuestiones Pastorales, también se ha presentado la III Asamblea Ecuménica Europea (AEE). Se trata de una iniciativa conjunta del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) –católicos- y de la Conferencia de las Iglesias Europeas (CEC), que agrupa las confesiones cristianas excepto la Iglesia católica, que busca contribuir a una mayor comprensión y acercamiento de las diferentes confesiones cristianas. La fase final tendrá lugar en Sibiu (Rumania), con la celebración, del 4 al 9 de septiembre, de nueve foros de diálogo sobre los retos históricos de la Iglesia en el viejo continente.

La presentación ha sido hecha por el Prof. Pedro Rodríguez, delegado de la Prelatura del Opus Dei en la III AEE.

Católicos, ortodoxos, protestantes: buscando puntos de unión

En la línea de la recomendación del cardenal Kasper de encontrar puntos de unión en el trabajo pastoral, el encuentro ecuménico ha contado con una mesa redonda interconfesional, centrada en la respuesta de los cristianos ante una sociedad laicista. Participaron S. E. Dimitri Tsiamparlis, vicario general del arzobispo metropolita de España y Portugal de la Iglesia Ortodoxa griega del Patriarcado ecuménico de Constantinopla, S. E. Mons. Adolfo González Montes, Obispo de Almería y Presidente de la Comisión de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española, S. E. Mons. Carlos López Lozano, Obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal, Rvd. Antonio Cruz Suárez, Pastor de la Iglesia Evangélica Unida, y el Dr. Domènec Melé, director del Departamento de Ética del IESE.


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El martes 20 incluye una segunda mesa redonda interconfesional, centrada en las acciones hacia los más desfavorecidos, donde intervendrán: Rvd. Josep Monells, Ex-director europeo de ÁGAPE, Asociación Internacional Protestante, Lic. Salvador Bacardit, Delegado de Càritas de Barcelona y Vicario Episcopal, Dr. Josep Masabeu, Director del Centro Braval, de Barcelona, P. Aurel Bunda, Sacerdote ortodoxo, y Rvd. Javier Garcia, Pastor evangélico y Director europeo de ÁGAPE.

Diversas confesiones

Han asistido también a este encuentro, entre otros: mons. Joan Carrera, obispo auxiliar de Barcelona, mons. Pere Tena, obispo auxiliar emérito de Barcelona, mons. Joan Enric Vives, obispo de La Seo de Urgell y secretario de la CET; monseñor José Angel Sáiz, obispo de Tarrasa, mons. Romá Casanova, obispo de Vic; Dr. Antoni Pujals, Vicario delegado de la Prelatura del Opus Dei en Barcelona; P. Joan Botam , presidente del Centro Ecuménico de Cataluña; Dr. Antonio Matabosch, representante católico en el Grupo de Trabajo Estable de las Religiones; P. Joan García, de la Iglesia ortodoxa del Patriarcado de Serbia; P. Vladimir Abrosimov, de la Iglesia ortodoxa del Patriarcado de Moscú; P. Aurel Bunda, de la Iglesia ortodoxa del Patriarcado de Rumanía; Rvdo. Antonio Cruz Suárez, Pastor de la Iglesia Evangélica Unida; Rvdo. Felipe Carmona, Pastor evangélico, y Guillem Correa, del Centro Evangélico de Cataluña. También, por parte de otras religiones, han asistido Jamal el Attouaki, del Centro Cultural Islámico de Cataluña; Jorge Mario Burdman, de la Comunidad Israelita de Barcelona, y Mario Saban, de la Comunidad Israelita de Barcelona.




¿Qué es teológicamente el Ecumenismo? (1ª clase) (30:09). Una clase del Prof. Pedro Rodriguez, Catedrático de Eclesiología en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra-España, y experto en Ecumenismo



¿Qué es teológicamente el Ecumenismo? (2ª clase) (30:02). Una clase del Prof. Pedro Rodriguez, Catedrático de Eclesiología en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra-España, y experto en Ecumenismo



Lecciones de pneumatología: Espíritu Santo: "Introducción" (32:23). Una clase del Prof. Pedro Rodriguez, Catedrático de Eclesiología en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra-España



Lecciones de pneumatología: Espíritu Santo: "El Espíritu Santo en la Sagrada Escritura" (44:37). Una clase del Prof. Francisco Varo, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra-España



Lecciones de pneumatología: Espíritu Santo: "La Trinidad de Dios: síntesis" (34:00). Una clase del Prof. Lucas F. Mateo Seco, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra-España



Lecciones de pneumatología: Espíritu Santo: "La Procesión del Espíritu Santo" (30:57). Una clase del Prof. Lucas F. Mateo Seco, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra-España



Lecciones de pneumatología: Espíritu Santo: "El Espíritu Santo y Jesús" (31:20). Una clase del Prof. Lucas F. Mateo Seco, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra-España



Lecciones de pneumatología: Espíritu Santo: "El Espíritu Santo y la Iglesia" (26:19). Una clase del Prof. José Ramón Villar, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra-España



Lecciones de pneumatología: Espíritu Santo: "El Espíritu Santo en la vida del cristiano (parte 1ª)" (28:27). Una clase del Prof. José Luis Illanes, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra-España



Lecciones de pneumatología: Espíritu Santo: "El Espíritu Santo en la vida del cristiano (parte 2ª)" (29:34). Una clase del Prof. José Luis Illanes, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra-España



Lecciones de pneumatología: Espíritu Santo: "El Espíritu Santo y la misión del cristiano" (31:56). Una clase del Prof. Ramiro Pellitero, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra-España





10 febrero 2007

Ecumenismo: Focolares y Comunidad de San Egidio


Publico el discurso que pronunció Benedicto XVI al recibir en audiencia a los obispos amigos del Movimiento de los Focolares y a los obispos amigos de la Comunidad de San Egidio, el 8 febrero 2007.



Venerados hermanos en el episcopado:

Os doy la bienvenida con gusto en esta audiencia especial y os saludo cordialmente a todos vosotros, que venís de diferentes países del mundo. Dirijo también un particular saludo a todos los que están aquí con nosotros y que pertenecen a otras Iglesias.

Algunos de vosotros participan en la anual cita de los obispos amigos del Movimiento de los Focolares, que tiene por tema: «Cristo crucificado y abandonado, luz en la noche cultural». Aprovecho con gusto esta ocasión para enviar a Chiara Lubich mis mejores deseos y mi bendición, que extiendo a todos los miembros del Movimiento que ella ha fundado.



Otros participan en el IX Congreso de obispos amigos de la Comunidad de San Egidio, que afronta un argumento particularmente actual: «La globalización del amor». Saludo a monseñor Vincenzo Paglia, y con él al profesor Andrea Riccardi y a toda la Comunidad, que en el aniversario de su fundación se reunirá esta noche en la Basílica de San Juan de Letrán para participar en una celebración eucarística solemne.

No tengo aquí todos los nombres, pero saludo también a todos los queridos hermanos, obispos, cardenales, y de todo corazón a los queridos hermanos de la Iglesia ortodoxa.

Queridos hermanos en el episcopado, quisiera deciros ante todo que vuestra cercanía a los dos movimientos subraya la vitalidad de estas nuevas agregaciones de fieles y manifiesta al mismo tiempo esa comunión entre los carismas que constituye un típico «signo de los tiempos».

Me parece que estos encuentros de carismas de la unidad de la Iglesia en la diversidad de los dones son un signo muy alentador e importante. La exhortación postsinodal «Pastores gregis» recuerda que «las relaciones recíprocas entre los obispos van mucho más allá de sus encuentros institucionales» (n. 59). Es lo que sucede también en congresos como los vuestros, en los que se experimenta no sólo la colegialidad, sino una fraternidad episcopal que encuentra en los ideales compartidos y promovidos por los movimientos un estímulo para hacer más intensa la comunión de los corazones, más fuerte el recíproco apoyo y más compartido el compromiso de mostrar la Iglesia como lugar de oración y de caridad, como casa de misericordia y de paz.

Mi venerado predecesor, Juan Pablo II, ha presentado a los Movimientos y a las nuevas comunidades surgidas en estos años como un don providencial del Espíritu Santo a la Iglesia para responder de manera eficaz a los desafíos de nuestro tiempo. Y vosotros sabéis que esta es también mi convicción. Cuando era profesor y después cardenal tuve la oportunidad de expresar mi convicción: los movimientos son un don del Espíritu a la Iglesia. Y precisamente en el encuentro de los carismas muestran también la riqueza, tanto de los dones como de la unidad de la fe.



¿Cómo olvidar, por ejemplo, la extraordinaria vigilia de Pentecostés del año pasado, que fue testigo de la participación conjunta de muchos movimientos y asociaciones eclesiales? Todavía está viva en mí la emoción experimentada al participar en la Plaza de San Pedro en una experiencia espiritual tan intensa.

Os repito lo que entonces les dije a los fieles, venidos de todas las partes del mundo, es decir, que la multiformidad y la unidad de los carismas y ministerios son inseparables en la vida de la Iglesia. El Espíritu Santo quiere la multiformidad de los Movimientos al servicio del único Cuerpo que es precisamente la Iglesia. Y esto lo realiza a través del ministerio de quienes Él ha puesto para regir a la Iglesia de Dios: los obispos en comunión con el sucesor de Pedro.

Esta unidad y multiplicidad, que se da en el pueblo de Dios, se manifiesta en cierto sentido también hoy aquí, al reunirse con el Papa muchos obispos, cercanos a dos movimientos eclesiales diferentes, caracterizados por una fuerte dimensión misionera.

En el rico mundo occidental, en el que también está presente una cultura relativista y en el que no falta al mismo tiempo un difundido deseo de espiritualidad, vuestros movimientos testimonian la alegría de la fe y la belleza de ser cristianos. Con una gran apertura ecuménica en las grandes áreas deprimidas de la tierra, comunican el mensaje de la solidaridad y se acercan a los pobres y a los débiles con ese amor, humano y divino, que he querido presentar nuevamente a la atención de todos en la encíclica «Deus caritas est».

De la comunión entre los obispos y los movimientos puede surgir, por tanto, un válido impulso para un nuevo compromiso de la Iglesia en el anuncio y en el testimonio del Evangelio de la esperanza y de la caridad en todos los rincones del mundo.

El Movimiento de los Focolares, precisamente a partir del corazón de su espiritualidad, es decir, de Jesús crucificado y abandonado, subraya el carisma y el servicio de la unidad, que se realiza en los diferentes ámbitos sociales y culturales, como por ejemplo, en el económico, con la «economía de comunión», y a través de los caminos del ecumenismo y del diálogo interreligioso.



La Comunidad de San Egidio, al poner en el centro de su propia existencia la oración y la liturgia, quiere hacerse cercana a quienes se encuentran en situaciones de pobreza y de marginación social. Para el cristiano, el hombre, aunque esté alejado, no es nunca un extraño.

Juntos podemos afrontar con un empuje más fuerte los desafíos que nos interpelan de manera apremiante en este inicio del tercer milenio: pienso en primer lugar en la búsqueda de la justicia y de la paz y en la urgencia de construir un mundo más fraterno y solidario, a partir precisamente de los países de los que procedéis algunos de vosotros, y que sufren sangrientos conflictos. Me refiero especialmente a África, continente que llevo en mi corazón y que espero que pueda experimentar finalmente un tiempo de paz estable y de auténtico desarrollo. El próximo Sínodo de los Obispos africanos será seguramente un momento propicio para mostrar el gran amor que Dios siente por las queridas poblaciones africanas.

Queridos amigos: la fraternidad que existe entre vosotros y los movimientos de los que sois amigos os empuja a «llevar mutuamente vuestras cargas» (Gálatas 6, 2), como recomienda el apóstol, sobre todo en lo que se refiere a la evangelización, al amor por los pobres y la causa de la paz. Que el Señor haga cada vez más fecundas vuestras iniciativas espirituales y apostólicas.

Yo os acompaño con la oración y con gusto os imparto la bendición apostólica a los que estáis aquí presentes, al Movimiento de los Focolares y la Comunidad de San Egidio, y a los fieles confiados a vuestras atenciones pastorales.



Entrevista al Cardenal Joseph Ratzinger (21:17)
Entrevista con el Emmo. Cardenal Josehp Ratzinger el día 2 de febrero de 1998, con ocasión de su estancia en Pamplona donde acudió para recibir el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Navarra(España).


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07 febrero 2007

Los desafíos de Rumanía


Entresaco algunos párrafos del Discurso de Benedicto XVI al nuevo embajador ante la Santa Sede -Marius Gabriel Mazurca-, al recibir sus cartas credenciales, el 20 de enero de 2007.




Señor embajador:

Me alegra acoger a su excelencia en el Vaticano para la presentación solemne de las cartas que lo acreditan como embajador extraordinario y plenipotenciario de Rumanía ante la Santa Sede. Le ruego que exprese a su excelencia, el señor Traian Basescu, presidente de Rumanía, mis mejores deseos para su persona así como mis deseos de felicidad y prosperidad para el pueblo rumano. Ruego a Dios que acompañe los esfuerzos de cada uno en la obra de edificación de una nación cada vez más fraterna y solidaria.

Al principio de este año, señor embajador, su país se ha alegrado legítimamente de ser admitido oficialmente, después de largos años de esfuerzos, en la Unión europea. La Santa Sede, que desde hace mucho tiempo mantiene relaciones estrechas y fructuosas con Rumanía, como usted mismo ha subrayado, ha acogido esta nueva situación con satisfacción, puesto que consolida cada día más la unidad recuperada del continente europeo, después del largo y triste período de separación de la guerra fría.

Su país tiene una larga tradición cristiana, viva y fecunda en su cultura así como en el dinamismo de las diferentes Iglesias y comunidades eclesiales, y en su participación activa en la vida social. Por eso, me alegro de que Rumanía, con la riqueza de este "innegable patrimonio cristiano (...), que contribuyó ampliamente a modelar la Europa de las naciones y la Europa de los pueblos" (Discurso al Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, 8 de enero de 2007: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 12 de enero de 2007, p. 8), aporte su contribución original al edificio europeo, para permitir que no sea solamente una fuerza económica y un gran mercado de bienes de consumo, sino que pueda encontrar un nuevo impulso político, cultural y espiritual, capaz de construir un futuro prometedor para las nuevas generaciones.


Recepción de Juan Pablo II al Patriarca de Rumanía, Su Beatitud Teóctist (04:28)


Como recordé recientemente al Cuerpo diplomático: "Sólo será posible promover la paz si se respeta a la persona humana, y sólo construyendo la paz se sentarán las bases de un auténtico humanismo integral. Aquí encuentra respuesta la preocupación ante el futuro de tantos contemporáneos nuestros" (ib.).

Desde hace años, su país está comprometido en una profunda obra de renovación de la sociedad, con la finalidad de sanar las heridas del pasado y permitir a todos gozar de las libertades fundamentales y beneficiarse del progreso económico y social. Me alegro por ello, y aliento a los responsables políticos a velar con atención por las exigencias de una solidaridad activa entre todos los estratos de la población, para evitar que con la globalización se abra una brecha cada vez mayor entre los ciudadanos que acceden legítimamente a los beneficios del desarrollo económico y los que se encuentran progresivamente marginados, es decir, excluidos de ese proceso, como se observa lamentablemente en numerosas sociedades modernas.

Asimismo, es importante garantizar a todos el acceso equitativo a una justicia independiente y transparente, capaz de luchar de modo eficaz contra los que no respetan el bien común y manipulan las leyes en provecho propio. Desde esta perspectiva, deseo que se preste también una atención renovada a las familias más pobres, para que puedan educar a sus hijos con dignidad.

Me alegro, además, de los progresos realizados por su Gobierno en la delicada gestión de la restitución de los bienes confiscados a las comunidades religiosas. Es una obra de amplio alcance, impuesta por la justicia y la equidad, que debe permitir a todos los cultos reconocidos encontrar su legítimo lugar en el seno de la sociedad rumana. Deseo asimismo que las normas que regulan la libertad religiosa, que es una libertad fundamental, se respeten plenamente, sobre todo por lo que concierne a la Iglesia greco-católica.

Sé que la Iglesia católica, por su parte, está siempre dispuesta a estudiar con las autoridades competentes, con espíritu de diálogo, los medios para superar las dificultades que puedan surgir en las relaciones mutuas. Esto contribuirá sin duda a la paz social. A este propósito, no puedo menos de expresar mi inquietud con respecto a la cuestión de la catedral de San José de Bucarest, en favor de la cual el arzobispo de Bucarest ha efectuado numerosas reclamaciones ante los organismos competentes del Estado, para preservar el patrimonio histórico que constituye y los valores de fe que representa, no sólo para la comunidad católica sino también para toda la población rumana.



La visita del Papa Juan Pablo II a su país, en 1999, ha marcado -como usted ha dicho- "el corazón y el espíritu de los rumanos". Sobre todo ha permitido un nuevo desarrollo de las relaciones entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa rumana. A la vez que saludo cordialmente, a través de usted, a Su Beatitud Teóctist, Patriarca ortodoxo de Rumanía, que vino a visitar a la Iglesia de Roma en 2002, expreso mis mejores deseos para que los fieles católicos y ortodoxos sigan cultivando relaciones cada vez más fraternas en la vida diaria y progresen igualmente, en todos los niveles, las ocasiones de diálogo. En particular, deseo que el Encuentro ecuménico europeo, que se celebrará en Sibiu el próximo mes de septiembre, constituya una etapa importante en el camino emprendido juntos hacia la unidad.

Permítame saludar también a la comunidad católica de Rumanía, unida en torno a sus pastores. Ha tenido -como recordaba mi predecesor- "la oportunidad providencial de ver prosperar desde hace siglos, una al lado de la otra, las dos tradiciones, la latina y la bizantina, que juntas embellecen el rostro de la única Iglesia" (Juan Pablo II, Discurso a los obispos de Rumanía en visita "ad limina", 1 de marzo de 2003, n. 6: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 7 de marzo de 2003, p. 5), lo cual la obliga a testimoniar particularmente la unidad católica y la califica muy especialmente para trabajar en favor del ecumenismo. Sé que los fieles católicos participan activamente en la vida del país, particularmente en el ámbito espiritual y social, y los animo vivamente a testimoniar con valentía el lugar insustituible de la familia en el seno de la sociedad.

En el momento en que su excelencia inaugura oficialmente sus funciones ante la Santa Sede, le expreso mis mejores deseos para el feliz cumplimiento de su misión. Señor embajador, tenga la seguridad de que entre mis colaboradores encontrará siempre atención y comprensión cordiales.

Sobre usted, sobre su familia, sobre sus colaboradores de la embajada y sobre todo el pueblo rumano invoco de corazón la abundancia de las bendiciones divinas.



La contribución de los cristianos al progreso de la sociedad (32:43), por D.Antonio Argandoña, Profesor del IESE



Moda y personalidad (16:06), Documental sobre la relación entre moda y personalidad



Monkole (11:02), Documental sobre obras asistenciales en África



Proyecto de Cooperación Social en la República Democrática del Congo (24:52),



Proyecto de Cooperación Social en la República Dominicana (10:34),



Presente y futuro de la población (34:44), por el Prof. Manuel Ferrer Regalés, de la Universidad de Navarra



Salvación cristiana: La Iglesia y las religiones (1ªparte) (29:56), por el Prof. Julio de la Vega, teólogo



Salvación cristiana: La Iglesia y las religiones (2ªparte) (26:04), por el Prof. Julio de la Vega, teólogo



Sobre la libertad (clase 1ª) (31:37), por el Prof. José María Barrio



Sobre la libertad (clase 2ª) (37:42), por el Prof. José María Barrio


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29 enero 2007

Benedicto XVI hace un balance del camino ecuménico recorrido en 2006


Al terminar la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos que se concluye este jueves, festividad de la conversión de San Pablo.


Queridos hermanos y hermanas:


Se clausura mañana la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que este año tiene por tema las palabras del Evangelio de Marcos: «Hace oír a los sordos y hablar a los mudos» (Marcos 7, 37). Podremos también nosotros repetir estas palabras que expresan la admiración de la gente ante la curación de un sordomudo realizada por Cristo al ver el maravilloso florecimiento del compromiso por la recomposición de la unidad de de los cristianos. Al repasar el camino de los últimos cuarenta años, sorprende cómo el Señor nos ha despertado del sopor de la autosuficiencia y de la indiferencia; cómo nos hace cada vez más capaces de «escucharnos» y no sólo de «oírnos»; cómo nos ha soltado la lengua de manera que la oración que le elevamos tenga más fuerza de convicción para el mundo. Sí, es verdad, el Señor nos ha concedido muchas gracias y a la luz de su Espíritu ha iluminado muchos testimonios. Han demostrado que todo se puede alcanzar rezando, cuando sabemos obedecer con confianza y humildad al mandamiento divino del amor y adherir al anhelo de Cristo por la unidad de todos sus discípulos.



«El empeño por el restablecimiento de la unión corresponde a la Iglesia entera --afirma el Concilio Vaticano II--, afecta tanto a los fieles como a los pastores, a cada uno según su propio valor, ya en la vida cristiana diaria, ya en las investigaciones teológicas e históricas» («Unitatis redintegratio», 5). El primer deber común es el de la oración. Rezando, y rezando juntos, los cristianos alcanzan una mayor conciencia de su condición de hermanos, aunque todavía estén divididos; y rezando aprendemos mejor a escuchar al Señor, pues sólo escuchando al Seño y siguiendo su voz podemos encontrar el camino de la unidad.

El ecumenismo es ciertamente un proceso lento, a veces quizá incluso desalentador cuando se cede a la tentación de «oír» y no de «escuchar», de decir las verdades a medias, en vez de tener la valentía de proclamarlas. No es fácil salir de la «sordera cómoda», como si el Evangelio inalterado no tuviera la capacidad de reflorecer, reafirmándose como levadura providencial de conversión y de renovación espiritual para cada uno de nosotros.

El ecumenismo, como decía, es un proceso lento, es un camino lento y de subida, como todo camino de arrepentimiento. Ahora bien, es un camino que, tras las iniciales dificultades y precisamente en ellas, presenta también grandes espacios de alegría, pausas refrescantes, y permite de vez en cuando respirar a pleno pulmón el aire purísimo de la plena comunión.



La experiencia de estas décadas, después del Concilio Vaticano II, demuestra que la búsqueda de la unidad entre los cristianos se realiza a diferentes niveles y en innumerables circunstancias: en las parroquias, en los hospitales, en los contactos entre la gente, en la colaboración entre las comunidades locales en todas las partes del mundo, y especialmente en las regiones donde cumplir un gesto de buena voluntad a favor de un hermano exige un gran esfuerzo y también una purificación de la memoria. En este contexto de esperanza, salpicado de pasos concretos hacia la plena comunión de los cristianos, se enmarcan también los encuentros y los acontecimientos que marcan constantemente el ritmo de mi ministerio, el ministerio del obispo de Roma, pastor de la Iglesia universal. Quisiera ahora recorrer los acontecimientos más significativos que han tenido lugar en 2006, y que han sido motivo de alegría y de gratitud hacia el Señor.

El año comenzó con la visita oficial de la Alianza Mundial de las Iglesias Reformadas. La comisión internacional católico-reformada presentó a la consideración de las respectivas autoridades un documento que concluye con un proceso de diálogo emprendido en 1970, que ha durado por tanto 36 años. Este documento lleva por título «La Iglesia como comunidad de testimonio común del Reino de Dios».

El 25 de enero de 2006, por tanto, hace un año, en la solemne conclusión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos participaron, en la Basílica de San Pablo Extramuros, los delegados para el ecumenismo de Europa, convocados conjuntamente por el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa y por la Conferencia de las Iglesias Europeas para la primera etapa de acercamiento a la tercera Asamblea Ecuménica Europea, que se celebrará en tierra ortodoxa, en Sibiu, en septiembre de este año 2007.



Con motivo de las audiencias de los miércoles he podido recibir a las delegaciones de la Alianza Bautista Mundial y de la Evangelical Lutheran Church de los Estados Unidos, que se mantiene fiel a sus visitas periódicas a Roma. Tuve la oportunidad, además, de encontrar a los jerarcas de la Iglesia ortodoxa de Georgia, a la que sigo con afecto, continuando ese lazo de amistad que unía a Su Santidad Ilia II con mi venerado predecesor, el siervo de Dios Papa Juan Pablo II.

Continuando con esta cronología de los encuentros ecuménicos del año pasado, se encuentra la Cumbre de jefes religiosos, celebrada en Moscú en julio de 2006. El patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Alejo II, solicitó con un mensaje especial la adhesión de la Santa Sede. Después fue útil la visita del metropolita Kirill del patriarcado de Moscú, que manifestó la intención de llegar a una normalización más explícita de nuestras relaciones bilaterales.

Fue también apreciada la visita de los sacerdotes y de los estudiantes del Colegio de la «Diakonía Apostólica» del Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa de Grecia. Quiero recordar también que en su Asamblea General, en Porto Alegre, el Consejo Mundial de las Iglesias dedicó amplio espacio a la participación católica. En esa ocasión envié un mensaje particular.

Quise hacer llegar también un mensaje a la reunión general de la Conferencia Mundial Metodista en Seúl. Recuerdo, además, con gusto la cordial visita de los secretarios de la Christian World Communions, organización de recíproca información y contacto entre las diferentes confesiones.



Continuando con la cronología del año 2006, llegamos a la visita oficial del arzobispo de Canterbury y primado de la Comunión Anglicana del pasado noviembre. En la capilla «Redemptoris Mater» del Palacio Apostólico compartí con él y con su séquito un significativo momento de oración.

Por lo que se refiere al inolvidable viaje apostólico a Turquía y al encuentro con Su Santidad Bartolomé I, me complace recordar los numerosos gestos que fueron más elocuentes que las palabras. Aprovecho la oportunidad para saludar una vez más a Su Santidad Bartolomé I y para darle las gracias por la carta que me escribió a mi regreso a Roma; le aseguro mi oración y mi compromiso de actuar para que se saquen las consecuencias de aquel abrazo de paz, que nos dimos durante la Divina Liturgia en la iglesia de San Jorge en el Fanar.

El año concluyó con la visita oficial a Roma del arzobispo de Atenas y de toda la Grecia, Su Beatitud Christodoulos, con quien nos intercambiamos dones exigentes: los iconos de la «Panaghia», la «Toda Santa», y la de los santos Pedro y Pablo abrazados.

¿No son acaso estos momentos de elevado valor espiritual, momentos de alegría, de gran alcance en esta lenta subida hacia la unidad, de la que he hablado? Estos momentos iluminan el compromiso, con frecuencia silencioso, pero intenso, que nos une en la búsqueda de la unidad. Nos alientan a hacer todo esfuerzo posible para continuar por esta subida lenta, pero importante.



Nos encomendamos a la constante intercesión de la Madre de Dios y de nuestros santos protectores para que nos apoyen y nos ayuden a no desfallecer en los buenos propósitos, para que nos alienten a intensificar todo esfuerzo, rezando y trabajando con confianza, convencidos de que el Espíritu Santo hará el resto. Nos dará la unidad completa cómo y cuando a Él le plazca. Y, fortalecidos por esta confianza, continuemos adelante por el camino de la fe, de la esperanza y de la caridad. El Señor nos guía.



Historia de la Iglesia: siglos XIX y XX (1ª parte)(34:01), a cargo del Prof. Josep Ignasi Saranyana, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra



Historia de la Iglesia: siglos XIX y XX (2ª parte)(34:41), a cargo del Prof. Josep Ignasi Saranyana, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra


Si lo desea puede ver el vídeo que viene a continuación. Está en inglés.




Divina Liturgia de san Andrés, Apóstol

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27 enero 2007

Tatiana Goritschewa: el "aroma" de la santidad

Artículo sobre el mensaje del fundador del Opus Dei de esta conocida escritora rusa.



A nuestro pueblo de Rusia, torturado pero no aniquilado, le ha quedado una autoridad: los "startsi" (1). En un país en el que raramente se puede conseguir la Biblia, ellos son el Evangelio viviente, la demostración viva de que Dios existe, inalcanzable para el cálculo político y el pensamiento mundano. Los startsi son guías espirituales probados por su vida. Nos salen al encuentro como padres. Y como padres nos salvan, nos dirigen, nos fortalecen, nos contagian su alegría.

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En Josemaría Escrivá, a quien he encontrado a través de sus escritos, he encontrado el mismo ánimo, la misma fortaleza y el mismo amor por encima de las fronteras que distingue a los espíritus. Sus obras contienen una respuesta para todo el que anda en busca de confianza. Y he hallado en él también esa autoridad inconfundible que no violenta ni oprime, sino que enamora y entusiasma: la paternidad.

Nuestro tiempo ha perdido autoridades que cohesionen a los hombres, ha perdido la paternidad. Y cuando no hay padres, los hombres se vuelven desarraigados y sin hogar.

El lazo que los emparentaba se rompe, tanto en Occidente como en Oriente. Tras la "muerte de Dios", el hombre mató también al hombre: en el Este, físicamente; en el Oeste, espiritualmente. El nihilismo es el mismo. Por eso son tan valiosas para nosotros esas figuras que son capaces de brillar en la oscuridad de toda Europa y que se convierten en autoridad allí donde se había perdido el mismo concepto de autoridad.



"Este hombre es jovial. No puede ser ateo", dijo Dostoyevski en una ocasión. Y Josemaría Escrivá repite como un estribillo su llamada a la alegría por ser hijos de Dios. Sorprendentemente, la santidad tiene un efecto paradójico. La santidad exige el máximo de nosotros: "sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto".

El santo exige de nosotros que lo abandonemos todo, que tomemos nuestra cruz y sigamos a Cristo. Santidad significa escuchar, atender a esta llamada y obedecerla sin condiciones. Y precisamente obedeciendo nos hacemos libres.

Una obediencia interior, que no tiene nada en común con la esclavitud bajo una ideología y mucho menos con el sometimiento a un sistema político, sea el que sea. A la obediencia interior se la elige libremente.

Por eso la santidad va acompañada de la alegría. El hombre del siglo XX alardea de sus libertades. En realidad es una víctima, y está dominado. No sólo por sus pasiones: la pasión fuerte, al menos hace que se ensanchen los corazones estrechos y que se dilaten los espíritus cuadriculados; hace que se derrita el mundo de sentimientos de piedra y el pensar programado del ordenador. Están dominados, porque apartan su mirada del icono para dirigirla a la televisión y esperan llenar sus anhelos con la publicidad.

En su indigencia, el hombre del siglo XX se pregunta si la Iglesia no significará para él también esclavitud. No admite las respuestas de la tradición y la moral. Sólo lo vivo convence. Un amigo que durante 35 años de su vida había seguido el lema "mejor morir de pie que vivir de rodillas" me contó que experimentó por vez primera la sensación de libertad sin límites del ser obediente al arrodillarse en una iglesia.

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También la vida de nuestros maestros espirituales, el espíritu vivo de nuestros santos modernos es una respuesta. Contemplarlos ensancha el alma, nos lleva a la paz. Nuestro mundo interior vuelve a nosotros.

La alegría jovial de la infancia espiritual esconde el Gólgota. Nuestra libertad ha costado mucho. La paternidad espiritual participa de la divina, que nos ha rescatado y liberado por amor. Por eso llamamos padre a aquel por cuya palabra Dios nos borra toda culpa: el confesor. En el sacramento del perdón amoroso se enraíza la paternidad espiritual y el misterio incomprensible de su servicio. Al confesor y al director espiritual no le interesa prohibir esto o aquello. Ni la negación ni la prohibición constituyen el camino del cristiano.

La ascética cristiana no es la negación por la negación, sino un camino "de fuerza en fuerza"; no evitar el pecado, sino crecer en el amor. "Si el monje sólo vive la lucha torturante -dice el starets Padre Sofroniy-, si no conoce la alegría animante, su ascética le aprovecha al diablo". Y Escrivá: "Tu castidad (...) no puede ser de ninguna manera una negación fría y matemática". Antes al contrario, el cristiano debe contagiar con su alegría, contagiar mediante "la santa pureza, que es afirmación gozosa".

Pureza y castidad no son aquí conceptos de la moral, no son "ética fría y abstracta. Son algo más, más profundo, más misterioso, una belleza llena de ternura y de ánimo: la santa pureza es "algo enterizo y delicado a la vez, fino, que evita incluso manifestaciones de palabras inconvenientes, porque no pueden agradar a Dios". En ese aspecto de nuestra vida espiritual no se pierde de vista el todo de la Iglesia, puesto que todo se lleva con el amor y el sacrificio.

Quien ama a la Iglesia espontáneamente, no sólo con su inteligencia, sino con todo su ser, también con el sentimiento y el instinto, sabe que el pecado se queda sin fuerza donde hay santos. "Estas crisis mundiales son crisis de santos", dice Escrivá.

Monseñor Escrivá habla de un ambiente de santidad, incluso de su "buen olor". Sí, la santidad tiene un aroma natural. La santidad se propaga espontáneamente. Y aúna.

El hombre separado de ella acostumbra a vivir en el exterior. Otra vez encontramos la paradoja: buscándose a sí mismo, huye de sí, huye de su yo interior, huye a la entropía de lo impersonal, a la vida social hueca.

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Este intento de vivir completamente en los otros termina con la afirmación de Sartre: "El infierno son los otros". No quiere a los demás y tampoco se quiere a sí mismo, precisamente porque está huyendo hacia el egocentrismo y el narcisismo. El amor convierte la presencia de los demás en el paraíso. A la vez defiende el yo interior, la persona espiritual, que se une aún más con Dios.

Me ha impresionado la constante llamada de Escrivá a la santidad de lo cotidiano. Tenemos la inclinación a esperar grandes cosas y grandes hechos. Esta tendencia -hasta el delirio de grandeza- es una señal de los proyectos humanos y las ideologías. Pero el cristianismo no es una utopía ni un simple idealismo. Los iconos contienen, en su perspectiva de fondo, el peculiar anuncio de otorgar atención a las cosas pequeñas: el óbolo de la viuda, la puerta estrecha, el grano de mostaza, el ojo de la aguja. Cuanto mayor es Dios, más pequeño es el mundo.

Su anuncio de lo que no brilla es una señal inequívoca de que el icono no es ideológico. Desde cualquier detalle pequeño nos mira Dios. La ideología está también siempre orientada al futuro. En cambio, Dios es presente. El cristiano vive hoy y aquí. En el hoy están comprendidas la infinitud y la eternidad: "renueva cada jornada el deseo eficaz de anonadarte, de abnegarte, de olvidarte de ti mismo, de caminar 'in novitate sensus', con una vida nueva, cambiando esta miseria nuestra por toda la grandeza oculta y eterna de Dios". Las cosas pequeñas cotidianas van señalando el lugar y momento adecuados y, sobre todo, reales para el amor y la fidelidad.

La poesía del cristianismo tiene su raíz en lo concreto de cada día. El cristiano está llamado, con palabras de Escrivá, a "hacer de la prosa de cada día verso heroico". Justo con el mismo sentido, el starets Paisiy Velichovskiy llamó al monje "mártir de lo cotidiano", y Escrivá al camino del cristiano "sacrificio escondido".

La paternidad es espiritual en la medida en que ella misma sea obediente y se deje guiar por el cielo. En la dirección espiritual se juntan la igualdad y la autoridad de manera admirable. El padre espiritual conduce a su hijo o su hija espiritual hacia arriba; enseña cómo se puede subir un escalón más. Como dice Dionisio Aeropagita, no se vuelve el escalón más alto de la jerarquía espiritual contra el más bajo. Ante la mirada de Dios son todos iguales. Así la dirección espiritual, con toda su igualdad, exige audacia y llama al cristiano a ser siempre fecundo.

Tatjana Goritschewa
(Traducido del ruso por Irina Porudominskaya y Vicente Ayuso)

(1) Los startsi (en singular starets) son sacerdotes o monjes que por su fama de santidad llevan la dirección espiritual de otros fieles en el mundo ortodoxo ruso. Es famoso el starets Tsósima de "Los hermanos Karamazov". La misma Tatiana Goritscheva explica el papel de los startsi en su libro "La fuerza de los débiles".



Teresa de Calcuta (22:39). El primer documental en dibujos animados sobre la Madre Teresa de Calcuta



Entre gente joven (31:52). Algunas escenas de encuentros de san Josemaria Escrivá, Fundador del Opus Dei, con gente joven



San Josemaría Escrivá, en la Universidad de Navarra: acto académico de nombramiento de Doctores Honoris Causa por la Universidad de Navarra, año 1972.(30:17).



San José (02:12). Escena donde san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei, relata su devoción a san José, esposo de María Virgen



14 de febrero de 1943(01:54). Escena en la que san Josemaría Escrivá relata la Fundación, el 14 de febrero de 1943, de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, intimamente unida al Opus Dei



Tía Carmen (25:23). Documental sobre la vida de Carmen Escrivá, hermana de san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei



Working For God (22:59). A Meeting With The Founder of Opus Dei



Un viaje a Condoray(15:17). Documental sobre Condoray, una labor social emprendida por miembros del Opus Dei, para ayudar a salir de la indigencia a las mujeres del Valle de Cañete(Perú)



Kinal(17:59). Labor educativa junto al vertedero de basuras de Ciudad de Guatemala, promovida por fieles de la Prelatura del Opus Dei



"Harambee" (12:57). Es uno de los proyectos de ayuda al desarrollo en África subsahariana impulsados por la Prelatura del Opus Dei. Apoya iniciativas promovidas por los propios africanos.
Si desea recibir más información puede escribir a info@harambee.es
www.harambee2002.org



"Harambee musical" (04:44).



"Harambee"(en inglés) (12:57). Es uno de los proyectos de ayuda al desarrollo en África subsahariana impulsados por la Prelatura del Opus Dei. Apoya iniciativas promovidas por los propios africanos.
Si desea recibir más información puede escribir a info@harambee.es
www.harambee2002.org



"Harambee"(en italiano) (12:57). Es uno de los proyectos de ayuda al desarrollo en África subsahariana impulsados por la Prelatura del Opus Dei. Apoya iniciativas promovidas por los propios africanos.
Si desea recibir más información puede escribir a info@harambee.es
www.harambee2002.org



San Josemaría y Valladolid (18:16).Documental histórico y testimonial que refleja la vinculación del Fundador del Opus Dei con la ciudad castellana.
Realizado en el 2002, con motivo del centenario del nacimiento de san Josemaría Escrivá, se proyectó en la exposición "Imágenes de una vida y un mensaje" celebrada en los meses de septiembre-octubre de 2002 en la Iglesia-Museo del Real Monasterio de san Joaquín y santa Ana de Valladolid



Secularidad, secularismo y confesionalismo(33:58).Clase del Prof. José Miguel Perosanz



Secularidad, secularismo y confesionalismo(24:34). Clase del Prof. Rafael Navarro Valls



Cuestiones de ética social(42:07). 1ª Charla del Prof. Ángel Rodriguez Luño.



Cuestiones de ética social(22:40). 2ª Charla del Prof. Ángel Rodriguez Luño.



Cuestiones de ética social(26:37). 3ª Charla del Prof. Ángel Rodriguez Luño.



Cuestiones de ética social(22:13). 4ª Charla del Prof. Ángel Rodriguez Luño.



Clase Introductoria sobre la Eucaristía en visión Trinitaria, por el Prof. Francisco Varo(12:23).



La Eucaristia en perspectiva trinitaria. 1ª Clase (44:05) , por el Prof. Francisco Varo



Historia de un amor(01:08:17). Documental donde se muestran algunos aspectos de la vida y enseñanzas de san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei, contados por personas que lo trataron en vida



Tu trabajo es divino(23:19). Documental sobre la importancia de la santificación del trabajo, enseñanza central de san Josemaría Escriva, Fundador del Opus Dei



Los caminos divinos de la tierra(32:06). Documental sobre algunos aspectos del espíritu del Opus Dei



They Call Him Fatherin in The Five Continents (29:53). They Call Him Fatherin in The Five Continents, san Josephmaría Escrivá, Opus Dei Founder



Working For God (22:59). A Meeting With The Founder of Opus Dei



The Adventure of Everyday Life (39:25). The Founder of Opus Dei



Maestro, sacerdote, padre (53:21). Intervención de Mons. Javier Echevarria, Prelado del Opus Dei, en el Congreso "La grandeza de la vida corriente", acaecido en Roma en el 2002, con motivo del Centenario del nacimiento de san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei

La universalidad de la Iglesia (46:40). Intervención de Mons. Fernando Ocáriz, Vicario General del Opus Dei, en el Congreso "La grandeza de la vida corriente", acaecido en Roma en el 2002, con motivo del Centenario del nacimiento de san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei



"Identificación con Cristo y apostolado en las enseñanzas de san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei"(35:57), por el Prof. Paul O'Callaghan de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma. Intervención en el Congreso "La grandeza de la vida corriente", acaecido en Roma en el 2002, con motivo del Centenario del nacimiento de san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei



"El temple del cristiano: secularidad, alma sacerdotal y mentalidad laical"(46:40), por el Prof. José Luis Illanes de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Intervención en el Congreso "La grandeza de la vida corriente", acaecido en Roma en el 2002, con motivo del Centenario del nacimiento de san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei



"El pensamiento del Beato Josemaría sobre el sacerdocio"(46:40), por el Prof. Lucas F. Mateo Seco de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Intervención en el Congreso "La grandeza de la vida corriente", acaecido en Roma en el 2002, con motivo del Centenario del nacimiento de san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei



"Santidad y testimonio cristiano en el trabajo profesional", (35:23), por el Prof. José Antonio Ibañez Martin de la Universidad Complutense de Madrid. Intervención en el Congreso "La grandeza de la vida corriente", acaecido en Roma en el 2002, con motivo del Centenario del nacimiento de san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei



El hombre de Villa Tevere(38:49). Entrevista a la periodista Pilar Urbano sobre el libro escrito por ella misma con el título "El hombre de Villa Tevere", sobre algunos aspectos de la vida y enseñanzas de san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei



Milagros (en italiano)(43:41). Programa de TV en donde se analizan por expertos los milagros aprobados por la Consulta Médica de la Santa Sede para la Beatificación y Canonización de san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei



Documental sobre el Santuario Mariano de Torreciudad (Huesca)(22:28).



Peregrinación con la Blanca Paloma desde El Rocío(Huelva) a Torreciudad (46:47).



¿Qué son las Jornadas Marianas de la Familia en Torreciudad? (09:56)



5ª Jornada Mariana de la Familia en Torreciudad (39:23)



Santuarios Marianos en España (1ª parte)(30:15). .



Ordenaciones sacerdotales (01:48) . Ordenación sacerdotal de tres miembros del Opus Dei en Torreciudad, 2006. Confiere la ordenación Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei



Días de Fiesta en Torreciudad: Ordenaciones sacerdotales, 4-5 septiembre de 2004 (22:56)



Días de Fiesta en Torreciudad: (XV Jornada Matiana de la Familia, 4-5 septiembre de 2004) (39:11)



Peregrinación con la Virgen del Camino a El Pilar y Torreciudad , 28 y 29 de septiembre de 1991 (01:56:58)



Peregrinación de la Virgen de Torreciudad a la Virgen del Camino(León), 20 de septiembre de 1992 (58:22)



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24 enero 2007

Los católicos rusos comienzan el «Año del amor misericordioso»

Entrevista con el arzobispo Tadeusz Kondrusiewicz

MOSCÚ, lunes, 22 enero 2007 (
www.zenit.org).- El «Año del amor misericordioso» ha sido el nombre que la Conferencia de Obispos Católicos en Rusia ha dado a 2007 y bajo el cual se enfocarán las actividades y esfuerzos pastorales, tal y como se anunció oficialmente el 14 de enero.

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Con el lema «Apresuraos a hacer el bien», el «Año del amor misericordioso» sucede al «Año de la Biblia», celebrado durante el 2006 y que, a decir de los sacerdotes católicos en Rusia, dejó un gran interés y entusiasmo en las comunidades por acercarse y estudiar la Sagrada Escritura.

Para conocer más a fondo lo que será en Rusia este año, así como los frutos y las enseñanzas que dejó el «Año de la Biblia», Zenit entrevistó al arzobispo de la arquidiócesis de la Madre de Dios en Moscú, monseñor Tadeusz Kondrusiewicz.

Monseñor Kondrusiewicz, ¿cuáles fueron las razones para nombrar a este 2007 como el «Año del amor misericordioso»?

Nuestra Conferencia de Obispos decidió que este 2007 sea el «Año del amor misericordioso», atendiendo así al llamamiento apostólico del Papa Juan Pablo II «Ecclesia in Europa» y a la primera encíclica del Papa Benedicto XVI «Deus caritas est» que, en su segunda parte, habla acerca de la caridad. El lema de este año: «Apresuraos a hacer el bien», son las palabras del Doctor Feodor Haass: un galeno alemán que pasó la mayor parte de su vida en Moscú atendiendo a los presos y quien justamente tuvo como consigna en su vida: «Apresuraos a hacer el bien».

Queremos que todos entiendan que la caridad es una parte integral de la esencia de la Iglesia como lo ha dicho en Papa en su encíclica «Deus caritas est», sobre que a la naturaleza de la Iglesia le pertenece no sólo anunciar el Evangelio o administrar los sacramentos, sino también realizar obras de misericordia. Como dijo el Papa en Alemania: «no hay que separar el Evangelio de la caridad».

¿Cuáles serán algunas de las actividades más destacadas durante el «Año del amor misericordioso»?

Para empezar, todos los mensajes pastorales y las homilías estarán concentrados entorno a lo que la encíclica «Deus caritas est» trata sobre la caridad y, para abril de este año, se planea realizar una conferencia dedicada al Doctor Haass cuyo proceso de beatificación está en curso. De esta conferencia he hablado con el metropolita de Smolensk y Kaliningrad, Kirill, presidente del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, pues deseamos invitar a la Iglesia rusa ortodoxa. Esperamos que haya muchos representantes de ella, porque para ambas es muy importante la labor pastoral con las personas presas. En este sentido, la Iglesia rusa ortodoxa ha trabajado mucho y escuchar su experiencia será muy enriquecedor.

Con motivo de los 90 años de las apariciones de la Virgen de Fátima, realizaremos una conferencia el 12 y 13 de mayo ya que, dichas apariciones, son también una manifestación de la caridad del amor de Dios con Rusia. En aquel entonces, en 1917, la Santísima Virgen de alguna forma predijo la historia de Rusia, del mundo y llamó al arrepentimiento refiriéndose a lo que habría de suceder aquí. Inclusive en su mensaje nos dejó esperanza de la cual, nosotros, hoy somos testigos.

Este 2007 queremos igualmente concentrar la atención de nuestras organizaciones de beneficencia en las comunidades de fieles, porque las actividades de caridad deben estar encaminadas a ayudar a quienes lo necesitan y en nuestras comunidades tenemos a mucha gente que las requiere. Justamente en una reunión de la Cáritas de nuestra arquidiócesis celebrada en diciembre del 2006, se recalcó este punto: ayudar concretamente a las personas. Asimismo le he pedido oficialmente al arzobispo Georgi de Nizhny Novgorod de la Iglesia rusa ortodoxa, que mande a los grupos que atendemos con la Cáritas a algún sacerdote ortodoxo para darle a las personas necesitadas asistencia espiritual. La misma proposición la hice el pasado 15 de enero de 2007 al arzobispo Irinarkh de Perm, donde hemos abierto un centro social y donde las hermanas de la Madre Teresa están trabajando.

La cuestión de la beneficencia en Rusia es hoy por hoy muy aguda en todo el país. En el gobierno existe la preocupación por acordar la mejor forma de interacción entre la Iglesia y el Estado en obras de beneficencia, porque actualmente las leyes rusas no están preparadas en este aspecto, existen contradicciones y no se deducen impuestos. A mí me gusta mucho el ejemplo italiano donde, al pagar usted el impuesto sobre la renta de las personas físicas, puede destinar el 0.8% si así lo desea, a la Iglesia, al Estado para obras de beneficencia. De esta forma la persona no tiene que poner dinero extra para ayudar sino que, de sus impuestos, puede donar una parte. Me parece que en Rusia debemos estudiar la experiencia italiana y condonar una cierta parte a las empresas u otras organizaciones que deseen ayudar a la caridad. En la reunión que las organizaciones religiosas tuvimos con la Administración del Presidente de Rusia sobre este tema a finales del año pasado, escuchamos la estadística de que en Rusia, entre el 12 y 13% de la población son ayudadas por organizaciones de beneficencia. ¡Es un porcentaje muy alto! Por lo que hemos pedido se cambie la ley y lo que hemos escuchado por parte del gobierno me da esperanzas de que así será. Y bueno, providencialmente esta preocupación en común ha coincidido con que este año lo dediquemos «al amor misericordioso».

Por otra parte, con el año 2006 terminó formalmente el «Año de la Biblia» que tuvo como lema «Confío en la palabra del Señor». ¿Cuáles fueron los frutos que dejó?

En general, aparecieron muy buenas y nuevas iniciativas. En Moscú, en la catedral metropolitana, por ejemplo, se creó la «escuela de la Biblia», donde las clases tienen lugar dos veces al mes. Ahí se enseña «exégesis biblíca», «la Biblia en el arte» y «la Biblia en la arquitectura de los templos y en la pintura». Nos ha sorprendido gratamente el que mucha gente asista a los cursos y que se vaya incorporando nueva, sobre todo jóvenes, porque es una muestra de cuánto se necesita el conocimiento de la Biblia y lo importante que es.

También dentro de las comunidades, claro, no en todas, se desarrollaron grupos de Biblia. Los sacerdotes a las afueras de Moscú me contaban que, si por las distancias, las ocupaciones o alguna otra razón, la gente muchas veces no puede asistir a misa, a los grupos de Biblia acudían sin faltar y yo, en mis visitas pastorales, me daba cuenta del interés que había hacia los mismos. Frecuentemente la gente me preguntaba que si con el fin del «Año de la Biblia» terminan también los grupos y les digo que no, por supuesto que no, hay que seguir trabajando en la Palabra de Dios.

En 2006 se extendió también la enseñanza de la «Lectio Divina» gracias, en gran medida, a la iniciativa de la Fraternidad «Verbum Dei», que la viene realizando sobre todo en encuentros con los jóvenes y en ejercicios espirituales. Esta comunidad inició también la publicación de panfletos con comentarios alusivos a las lecturas semanales del evangelio, lo cual ha sido muy favorable para quienes no pueden asistir al templo.

En el periódico católico la «Luz del Evangelio» dos veces al mes se publicaba algo sobre «Dei Verbum», que es la constitución dogmática sobre la Revelación divina según el Concilio Vaticano Segundo. Mucho se discutió y publicó sobre ella en las páginas del semanario.

El momento culminante durante el «Año de la Biblia», fue el Congreso Bíblico- Eclesiástico realizado en mayo del 2006 para conmemorar los 15 años del restablecimiento de la estructura de la Iglesia católica en Rusia. En él hubo conferencias sobre temas eclesiásticos pero, el que predominó, fue el de la Biblia. Inclusive en él, recordará usted, se presentó un grupo de baile folclórico mexicano. En lo personal, me sorprendió gratamente el interés tan grande que despertó el congreso.

Continuando, el «Cuarto encuentro de jóvenes católicos rusos» estuvo dedicado a la Biblia. En él, la hora y media que los obispos rusos teníamos destinada para la sesión de preguntas y respuestas, resultó corta ante la gran cantidad de inquietudes que despertó en los jóvenes la Sagrada Escritura.

En mis visitas pastorales, me encontré también con algunas iniciativas muy peculiares. Por ejemplo en la comunidad de Kaluga (ubicada a los alrededores de Moscú): los niños copiaron a mano el evangelio de San Marcos, lo ilustraron de diferentes maneras y después, con esto, hicieron varios libros. En otras comunidades se organizaron concursos bíblicos entre niños, jóvenes y en general, entre los creyentes. Por ejemplo, cada semana se ponía una tarea, misma que había que resolver para la siguiente y, quien contestara correctamente, recibía una Biblia. Recuerdo que en el otoño conocí a un chico que de tanto esforzarse había recibido ya ¡tres Biblias!

También se prepararon varios murales navideños, que por lo general organizan los jóvenes, en Moscú, San Petersburgo y Kaliningrado con alusiones a temas como el nacimiento de Jesús.

En la ciudad de Vladimir en colaboración con la Iglesia rusa ortodoxa y con la participación del obispo ortodoxo de dicha localidad, se realizó una exposición sobre el tema de la Biblia tratando inclusive aspectos arqueológicos.

¿La participación de ambas Iglesias en esta exposición se dio de manera fortuita?

No, casualmente no sucede nada. Esto se dio con la participación de la Biblioteca Espiritual, por nuestro lado, y la Iglesia ortodoxa rusa, por otro. Esta no es la primera vez que hacemos juntos este tipo de muestras y bueno, en el 2006 la misma estuvo dedicada a la Biblia.

En lo referente a libros impresos y, siguiendo con el recuento de los frutos, la editorial Paulina publicó en ruso una breve referencia de la Sagrada Escritura titulada el «ABC de la Biblia», se editaron comentarios sobre el Evangelio de Juan, el libro «¿Para qué es la vida? Sabiduría en tiempos de Salomón», «50 personajes de la Biblia», «La comunidad lee el evangelio de Marcos» y algunos otros por el estilo.

El objetivo más importante fue, en sí, que cada persona comprendiera que la Biblia es muy importante en la actualidad, en tiempos de secularización. La Biblia, el Evangelio, la Sagrada Escritura, no es sólo un género literario o una historia, aunque lo sea. Ante todo, es «palabra viva» que puede cambiar al hombre.

Seguramente hubo actividades u objetivos que se «quedaron en el tintero» en el «Año de la Biblia». ¿Qué fue lo que no se consiguió?

En principio, no en todas las comunidades se pudo organizar círculos de la Biblia y esto porque en varias de ellas no existe un sacerdote constante, lo cual hace casi imposible realizarlos. De igual forma, las distancias físicas son enormes, las comunidades pocas y aunque la gente quería integrarse no podía, a veces, simplemente, porque le era difícil desplazarse. Quedaba entonces el sábado y el domingo pero, con tanta gente que va y viene y sin lugares físicos disponibles, se dificultó la organización de los grupos.

Por otro lado, tal vez algunos círculos pudieron ser más intensivos, pero es nuestra primera experiencia pastoral de este tipo con lo cual es muy difícil decir qué conseguimos o no hacer. Quizá la forma de distribuir las Biblias tuvo que haberse hecho de otra manera. Pero, en general, estoy muy satisfecho con el resultado.

No me cabe la menor duda de que actualmente en Rusia hay mayores posibilidades de estudiar la Sagrada Escritura. Sólo en mi arquidiócesis, en estos 15 años de reanudación del culto religioso, se han editado poco más de 600 publicaciones religiosas en ruso. El asunto no es sólo si la persona tiene o no una Biblia en casa, sino si la comprende como la «palabra de Dios» que cambia al hombre; éste es el problema a resolver.


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19 enero 2007

«El ecumenismo es cuestión de oración y caridad»

Reflexión sobre la Semana de Oración para Unidad entre los Cristianos

PAMPLONA, lunes, 15 enero 2007 (www.zenit.org).- La teóloga Jutta Burggraf afirma que el ecumenismo no es una cuestión de doctrina teológica ni de colaboración pastoral, sino de oración y de caridad.



Jutta Burggraf es profesora de Teología Sistemática y de Ecumenismo en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Zenit ha querido interpelarla acerca de la Semana de Oración para la Unidad entre los Cristianos (18-25 enero).

Burggraf recuerda a que «la esperada unidad no será un producto de nuestras fuerzas, sino «un don que viene de lo alto». Su verdadero protagonista es el Espíritu Santo».

Jutta Burggraf, alemana de origen y profesora en la Universidad de Navarra desde hace años, es autora de «Conocerse y comprenderse. Una introducción al ecumenismo», Madrid 2003, 2ª ed. 2003 y del folleto: «Ecumenismo: ¿Qué es? ¿Cómo se vive?», Madrid 2006.

¿Por qué es necesaria, la semana de oración para la unidad?

Durante el octavario, los cristianos católicos, ortodoxos y protestantes de todas las denominaciones -esparcidos por el mundo entero- están invitados «expresamente» a rezar juntos por su unidad. La Semana se celebra cada año del 18 al 25 de enero, día en que la Iglesia conmemora la conversión de San Pablo.

La fecha es significativa: nos recuerda que no podemos acercarnos unos a otros sin una profunda conversión interior, sin buscar cada uno vivir en intimidad con Cristo. Es en él donde nos uniremos algún día.

La esperada unidad no será un producto de nuestras fuerzas, sino «un don que viene de lo alto». Su verdadero protagonista es el Espíritu Santo, quien nos conduce, por los caminos que quiere, hacia la madurez cristiana.

En la oración encontramos sobre todo a Dios, pero de manera especial también a los demás. Cuando rezo por alguien, le veo a través de otros ojos, ya no con aquellos llenos de sospecha o de ánimo de control, sino con los ojos de Dios. De esta manera, puedo descubrir lo bueno en cada persona, en cada planteamiento. Dejo aparte mis prejuicios y comienzo a sentir simpatía por el otro.

Rezar significa, purificar el propio corazón, para que el otro verdaderamente pueda tener sitio dentro de él. Si tengo prejuicios o recelos, cualquiera que entre en ese recinto recibirá un golpe rudo. Tenemos que crear un lugar para los demás en nuestro interior. Tenemos que ofrecerles nuestro corazón como lugar hospitalario, donde puedan encontrar mucho respeto y comprensión.

Si conseguimos esto, será más auténtico el diálogo. A veces, creemos poder disimular fácilmente nuestros sentimientos y pensamientos negativos. Tratamos de guardar las apariencias, y luego nos asombramos que los demás desconfíen de nosotros. La razón es muy sencilla: los demás suelen percibir con gran nitidez lo que pasa en nuestro interior. Notan si los aceptamos o los rechazamos, y actúan en consecuencia. Así vemos la importancia de empezar por nosotros mismos en la búsqueda de la unidad.

Se insiste mucho en el llamado «ecumenismo espiritual»...

Con razón, porque el ecumenismo no es, en primer lugar, una cuestión de doctrina teológica ni de colaboración pastoral, sino de oración y de caridad. Así como la falta de amor engendra desuniones, la «santidad de vida»puede considerarse como el «alma»o motor de todo el movimiento ecuménico.

Es significativo que Juan Pablo II haya invitado repetidas veces a una purificación de la memoria a todas las personas y asociaciones.

Sabemos bien que la memoria no es sólo una facultad relativa al pasado; por el contrario, influye profundamente en el presente. Lo que recordamos afecta, con frecuencia, a nuestras relaciones con los demás. Si una herida del pasado queda en la memoria, esta herida puede llevar a una persona a encerrarse en sí misma; puede traducirse en una cierta resistencia a encontrarse de una manera serena entre los demás, y puede dificultar o incluso impedir una amistad.

Teniendo esto en cuenta, Benedicto XVI ha dado recientemente un ejemplo elocuente: cuando, a causa de su famosa conferencia de Ratisbona había llegado a ser la víctima de una campaña organizada por algunos adversarios de la Iglesia, no culpó a nadie; es más, sobrepasó las reglas de la mera justicia y pidió perdón a los musulmanes por las palabras que podrían haberles herido.

Podemos estar seguros de que una persona contribuye más a la unidad de la Iglesia cuando procura transmitir el amor de Dios a los demás, que cuando se dedica a los diálogos teológicos más eruditos con un corazón frío.

El Papa está demostrando continuamente su compromiso ecuménico. ¿Advierte un celo análogo, entre los católicos en general?

Benedicto XVI señaló, desde el comienzo de su pontificado, que está dispuesto a «trabajar sin ahorrar energías en la reconstitución de la unidad plena y visible de todos los seguidores de Cristo».

Está realizando una gran labor ecuménica, hecha no sólo de palabras, sino, sobre todo, de gestos fraternos.

Así, por ejemplo, ha donado una considerable cantidad de dinero al patriarcado de Moscú para la reconstrucción de la catedral de la Trinidad en San Petersburgo.

Y, a pesar de las dificultades, que se experimentan actualmente entre anglicanos y católicos por cuestiones de carácter teológico y ético, ha firmado, hace apenas dos meses, una animante declaración conjunta con el primado de la Comunión anglicana.

Los católicos están cada vez más familiarizados con el reto que supone la unidad de todos los cristianos.

A la vez, se dan cuenta -y el Papa insiste también en esto- de que el diálogo tiene distintos niveles o «círculos».

Tiene que comenzar antes, en la «propia casa», entre los mismos católicos, que tienen que conocerse para entenderse bien. No debemos excluir de nuestro interés y cariño a las personas de otras comunidades católicas. Hay mucha variedad en nuestra Iglesia.

No puede ser que las múltiples familias religiosas se cierren unas a otras, que cada una vaya a lo suyo, que quizá haya incluso competencias y rivalidades entre ellas. De este modo, nunca podremos dar a nadie un testimonio convincente de la cercanía de Dios.

Asimismo, los católicos tienen una viva conciencia de que el diálogo va más allá del ecumenismo. Se dirige también a los seguidores de otras religiones y al mundo secularizado. Allí nos espera una inmensa tarea, que sólo podemos afrontar si estamos unidos: con Dios, entre nosotros los católicos y con todos los cristianos.

Cuando usted explica el ecumenismo y sus pasos desde el Concilio Vaticano II a sus estudiantes: ¿nota interés, recelo, sorpresa?

En la Facultad de Teología, tengo alumnos de cuatro continentes, que se llevan muy bien entre sí. La pluralidad es riqueza.

En este clima, no es de sorprender que haya interés por el ecumenismo, mucho antes de empezar las clases. Los alumnos están abiertos para conocer la historia, los razonamientos, las costumbres y mentalidades de los otros cristianos, no sólo de modo teórico, sino también práctico: algunos acuden a los encuentros en Taizé, otros hacen -en las vacaciones- una peregrinación a Santiago con algún amigo de otra confesión. Tienen muchas iniciativas personales.

Hay también alumnos que pertenecen a Iglesias orientales católicas y nos explican, en clases especialmente dedicadas a ello, el sentido profundo de su modo tan diferente de celebrar la liturgia.

También en las otras Facultades se ha despertado un cierto interés por el ecumenismo. Los estudiantes de hoy ya no tienen los recelos que, quizás, hayan sufrido otras generaciones. Sin embargo, no conocen muy bien la propia fe; muchos no tienen una clara identidad católica.

Por esto, antes de «dialogar» con otros cristianos, es preciso para ellos descubrir la belleza de su fe. Porque, en un auténtico diálogo, el otro quiere saber quién soy yo, y yo quiero saber quién es él.

Si hacemos amistad con una persona de otra confesión religiosa, nos interesa realmente lo que piensa y cree. Si ignoramos lo que nos separa, creamos un ambiente de confusión que no ayuda a nadie.

Cuando, en cambio, los miembros de las diversas comunidades cristianas siguen cada uno fielmente sus propias creencias, puede parecer, en ciertas circunstancias, que tienen poco en común, que están bastante alejados unos de otros.

Pero interiormente se parecen mucho más que cuando se juntan en acuerdos superficiales y dejan de lado la pregunta por la verdad.

Si cada uno sigue su propia fe, se encuentran unidos en lo más hondo de su ser. Tienen la misma actitud fundamental que es la fidelidad a sus propias convicciones. Existe entre ellos una unidad no plenamente visible, pero sumamente real. Es tan real como el Espíritu de Cristo que actúa en ellos.



Jesucristo vivo en la Historia (41:30)
¿Qué pruebas históricas fiables hay de la existencia de Jesucristo? Los Evangelios, ¿Son libros de historia? ¿Cómo se demuestra la divinidad de Jesús? ¿Qué cuentan y qué ocultan los Evangelios? ¿Qué papel juega la mujer en la hisoria y en la vida de la Iglesia?
Estas son algunas de las preguntas formuladas en esta entrevista de la periodista Elica Brajnovic al Prof. Francisco Varo. Temas de gran interés y actualidad que el Prof. Varo responde responde de una manera precisa, clara y a la vez coloquial.

El Prof. Francisco Varo es catedrático de Sagrada Escritura en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Estudió en la Universidad Hebrea de Jerusalén y es Doctor en Filología Bíblica Tilingüe pot la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha sido miembro del equipo de traductores de la Sagrada Biblia editada por la Universidad de Navarra y autor de numerosos libros y artículos de su especialidad.



Cristología Bíblica: "Introducción" (41:46), por el Prof. José Maria Casciaro de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra



Cristología Bíblica: "Mesianismo y Mesías" (46:43), por el Prof. Santiago Ausín de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra



Cristología Bíblica: "Los Evangelios de la infancia de Jesús" (39:06), por el Prof. Santiago Ausín de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra



Cristología Bíblica: "Ministerio público de Jesús" (42:05), por el Prof. José Maria Casciaro de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra



Cristología Bíblica: "Las parábolas y los milagros de Jesús" (30:55), por el Prof. José Maria Casciaro de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra

Cristología Bíblica: "El Misterio Pascual" (35:27), por el Prof. José Maria Casciaro de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra



Cristología Bíblica: "La divinidad de Jesús" (44:43), por el Prof. José Maria Casciaro de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra



Cristología Bíblica: "La expansión de la fe desde Jerusalén al mundo antiguo" (36:06), por el Prof. Juan Chapa de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra



Cristología Bíblica: "Jesucristo Salvador según san Pablo" (40:43), por el Prof. Gonzalo Aranda de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra



Cristología Bíblica: "Salvación y tiempo futuro: escatología" (33:29), por el Prof. Gonzalo Aranda de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra



Entrevista al Cardenal Rodriguez Madariaga sobre: "Prioridad actual de la santidad" (20:13)



Entrevista al Prof. Javier Sesé, Profesor de Teología Espiritual en la Universidad de Navarra, sobre: "Eucaristía, luz y vida del nuevo milenio" (32:08)



Entrevista a Dña Teresa Carrera, paciente con un cáncer, sobre: "Un modo de entender el sufrimiento" (22:49)



Clases de Arqueologia Cristiana: "Introducción" (32:25), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología. Tiene editados tres libros sobre esta materia: Uno en la Editorial EUNSA "Arqueología cristiana", otro en EDICIONES PALABRA: "Sintesis de Arqueología Cristiana" y otro en italiano, editado por Ediciones San Pablo



Clases de Arqueologia Cristiana: "Las Catacumbas" (44:00), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología



Clases de Arqueologia Cristiana: "Iconografía" (31:38), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología



Clases de Arqueologia Cristiana: "Catacumbas de san Calixto" (26:55), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología.



Clases de Arqueologia Cristiana: "Priscila, Domitila, y otras Catacumbas" (30:20), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología



Clases de Arqueologia Cristiana:"La Basílica (1ª parte)" (33:29), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología



Clases de Arqueologia Cristiana:"La Basílica (2ª parte)" (37:16), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología



Clases de Arqueologia Cristiana:"San Pedro (1ª parte)" (32:55), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología



Clases de Arqueologia Cristiana:"San Pedro (2ª parte)" (46:17), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología



Clases de Arqueologia Cristiana:"Lugares Apostólicos. Edificios Constantinianos" (33:42), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología



Clases de Arqueologia Cristiana:"Arquitectura del siglo V" (42:24), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología



Clases de Arqueologia Cristiana:"Arquitectura Bizantina. Mosaicos" (42:34), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología



Clases de Arqueologia Cristiana:"Escultura" (32:03), a cargo del Prof. José Antonio Iñiguez, Dr. Arquitecto y Dr. en Teología


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