19 mayo 2007

Una copia del Icono de la Madre de Dios de Fátima viaja desde Rusia a Portugal





El 13 de mayo de 2007 se celebraba en todo el mundo, pero especialmente en Fátima y en Rusia, los 90 años de las apariciones de la Santísima Virgen a tres pastorcitos de Fátima. Desde Rusia pensamos en la posibilidad de que una buena copia del Icono de la Madre de Dios de Fátima “En ti, la Unidad” que se venera en nuestra parroquia de Pushkin pudiese estar presente en esas celebraciones, y se quedase para siempre en Fátima. Este Icono, con el paso del tiempo, puede ser el origen del primer santuario mariano católico en Rusia.


Se hace una copia del Icono
Hablamos con el iconógrafo ortodoxo Ivan Lvovich que nos hizo el original, y nos decía que no hacía otro, porque hacer el anterior le costó más de dos años de enfermedad. Dicen los expertos que cuanto mejor es un icono, más sufrimientos recibe el iconógrafo. Le sugerimos que hiciese una buena copia a un tamaño reducido de 60 x40 cm., y aceptó. Lo teníamos listo una semana antes del 13 de mayo.

Pero, ¿cómo hacerlo llegar?
Y aquí comienzan una serie de “casualidades” difíciles de explicar: que el certificado de las autoridades rusas para poderlo sacar de Rusia te lo den en el acto. Que en una conocida empresa de transporte urgente no te garanticen que en una semana pudiese estar en Madrid, y por ello tomar la absurda decisión de dirigirse a la central de correos de San Petersburgo para ver si existía alguna posibilidad de envío rápido, y que allí te encuentres a una persona conocida que viaja al día siguiente a Madrid. Que esa persona lo envíe a León por agencia de transportes sin reparar en lo que llevaba, y que no iba protegido suficientemente. El Icono llegó a León el miércoles, con 5 pequeños golpes que hicieron saltar la pintura en sus bordes. Había que buscar un buen restaurador, y que lo hiciese bien. Teníamos menos de 24 horas para hacer esa operación, y gracias a Dios, al final quedó perfecto.


De León a Fátima
Desde León salimos el viernes día 11 para Fátima, Juan Bautista, José Antonio y D. Javier. Nada más llegar, el Rector del Santuario, Mons. Luciano Guerra vio el Icono y le pareció espléndido. Me indicó que se ofreciese en la misa del día 13 en la explanada de Fátima. En la Concelebración de la Santa Misa cerca de 500 sacerdotes, unos 40 obispos y 2 cardenales. Más de medio millón de personas asistían a la ceremonia que era televisada en directo para Portugal y otros países.

Ofrenda y Bendición
Se hizo la procesión con las ofrendas, que eran únicamente los copones y los cálices para la Misa. El Icono cerraba las ofrendas. Pasé por delante de la imagen de Fátima que estaba situada a la izquierda del altar junto a la sede, hice una reverencia a la imagen, a continuación me acerqué al Cardenal hice una reverencia, le expliqué su procedencia, y bendijo tres veces el Icono de la Madre de Dios de Fátima. Por los micrófonos se anunció de donde procedía el Icono, y me di la vuelta mirando hacia el pueblo y mostrando en alto el Icono, y toda la muchedumbre aplaudió con ganas. Era la primera vez que un Icono de Fátima hecho en Rusia llegaba a Fátima (Portugal).

Procesión
Al terminar la ceremonia, se formó una procesión hacia la Capelinha. Abría la comitiva central el Cardenal Sodano, como Legado Pontificio; a unos metros le seguía el Icono portándolo D. Javier con un paño de hombros, y a unos 5 metros detrás, la Virgen de Fátima; los obispos y demás sacerdotes iban en filas laterales. Mucha gente arrojaba puñados de pétalos de rosas al paso de las 2 imágenes. Y así fuimos, hasta entrar en la Capelinha: primero el Icono y luego la Virgen de Fátima. Una vez en la sacristía, me quedé a la entrada mostrando el Icono a los obispos y a algunos sacerdotes. Al día siguiente, al despedirme del Rector del Santuario, éste me indicó que ya la Virgen señalaría el lugar dónde se colocaría ese Icono en Fátima.



Estampas y folletos explicativos del Icono
Cuando ya todo el mundo sabía de la existencia de ese Icono en Fátima, repartimos más de 30.000 estampas pequeñas en castellano, inglés, alemán, italiano, francés, portugués, rumano, ucraniano y ruso, y unas 100 grandes. También folletos explicativos del Icono en castellano, inglés, portugués, ucraniano y ruso.

A las 2 de la madrugada del día 15 de mayo llegamos de nuevo a León. Ha sido un viaje penitencial con muchísimas incomodidades que hemos sabido ofrecer al Señor y a la Virgen con gran alegría. Y con muchas ganas de estar allí de nuevo el próximo 13 de octubre.

La Virgen nos ayudará
En Fátima se ha hecho una gran siembra con personas de muchísimos países; y los gastos que ha ocasionado esta expedición y todos los que tenéis vosotros en Rusia quedamos con la Virgen, en que Ella ya nos ayudaría en el momento preciso. La primera tarde di unas estampas a unos negritos de Burkina Faso, y cuando ya me había separado como 50 metros vino uno de ellos a darme 5 Euros. Estuve dubitativo, pero me pareció que si no los aceptaba era un desprecio. A los dos acompañantes les pasó algo parecido con los primeros peregrinos.


Por la noche leí un fragmento del Evangelio antes de acostarme, y era el del Señor echando a los cambistas del Templo…y diciendo no hagáis de la Casa de mi Padre una cueva de ladrones. Vi con claridad que solamente debíamos aceptar oraciones. Y así lo hicimos y nos quedamos tan contentos.

A continuación pongo unos vídeos que recogen algunas escenas de lo ocurrido en Fatima el 12 y 13 de mayo de 2007:



Rosario del día 12 por la noche y alguna escena de la Misa del 13 (07:32)



Comienzo de la rueda de prensa con el Cardenal Sodano, el día 12 (02:36)



Fátima, 13 de mayo de 1987, 70 aniversario de las apariciones de la Virgen (27:43)

09 mayo 2007

Apariciones de la Virgen en Fátima: 90 años



Fátima 1917

Las seis apariciones de Nuestra Señora en Fátima ocurrieron cuando Lucia tenía 10, Jacinta 7 y Francisco 9 años de edad, y comenzaron con tres apariciones del Ángel.

Primera aparición del Ángel en Fátima

Los pastorcitos vieron un Ángel de Paz aparecerse en la primavera de 1916, un ángel cuya misión fue la de prepararlos para la Venida de la Santísima Virgen. El Ángel mostró a los niños como debían ser de fervientes y atentos y como comportarse y ser reverentes en sus plegarias a Dios.



Segunda aparición del Ángel en Fátima

Durante el verano de 1916, el Ángel se apareció una segunda vez a los niños mientras jugaban y los urgió a rezar: “Debéis ofrecer constantes oraciones y sacrificios al Altísimo”. El Ángel se presentó como Ángel de la Guarda de Portugal.

Tercera aparición del Ángel

En su tercera y última aparición a los niños en Fátima, durante el otoño de 1916, el Ángel les dio la Sagrada Comunión; los tres niños se arrodillaron para recibir la Comunión y a Lucia se le depositó la Sagrada Hostia en la lengua y luego el Ángel compartió el Cáliz de la Sangre entre Francisco y Jacinta.

Primera aparición de la Santísima Virgen en Fátima

Fue el 13 de mayo de 1917 que nuestra Madre Celestial se apareció por primera vez en Fátima. Los niños jugaban y estaban construyendo una pequeña pared cuando de pronto vieron el destello de un rayo. Pensaron que se estaba gestando una tormenta y entonces agruparon a las ovejas para llevarlas de vuelta a casa. Vieron una vez más otro rayo y poco después bajo una pequeña encina vieron una señora vestida de blanco y brillando más que el sol. Estaban tan cerca que esa misma Luz los bañaba.





La Hermosa Señora dijo: “No tengáis miedo, no voy a haceros daño”. Lucía le preguntó: “¿De dónde vienes? ” (Fue Lucia quien hizo todas las preguntas) “ ¿Y qué quieres de mi? ”.

La Santísima Virgen dijo: “Vengo del Cielo, vengo para pediros que volváis aquí los trece de cada mes a la misma hora durante seis meses. Entonces yo os diré quien soy y que es lo que quiero. Entonces vendré una séptima vez. ”Entonces Lucia preguntó: “¿Voy a ir yo también al Cielo? ” ---- “Sí”,_ “¿Y Jacinta ? ”--- “También” ---“ ¿Y Francisco? ”--- “El también, pero primero tiene que rezar muchos Rosarios. ”Entonces Lucia preguntó si dos jovencitas de 16 y 20 años estaban en el Cielo y la respuesta fue: “La primera si, la segunda no”.

Esta fue la primera aparición en que conocieron a Nuestra Señora. Posteriormente Nuestra Señora empezó a revelarles porqué había venido: “¿Vais a ofrecer el sobrellevar sufrimientos en reparación de los pecados y como conversión de los pecadores? ” En forma infantil y heroica contestaron “Sí, lo haremos” ---“¡Entonces vais a sufrir mucho, pero la Gracia de Dios va a ser vuestra fuerza!” Entonces Ella pronunció las palabras: “La Gracia de Dios” y abrió Sus manos de las que salieron rayos tan fuertes que penetraron en lo más profundo de sus almas. Lucia dijo: “De esta forma Ella nos mostró como somos nosotros en Dios, El que es la Luz”.





”Fue así que nos vimos mejor que en el mejor espejo” – nos cuenta Lucia. “Debido a una urgencia inmensa por hacer sacrificios caímos de rodillas y repetimos: “Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Yo te adoro profundamente y ofrezco tu Precioso Cuerpo, tu Alma y Divinidad de Jesucristo presente en todos los tabernáculos del mundo en reparación de las atrocidades, los sacrilegios y la indiferencia con las que El es ofendido, y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Inmaculado Corazón de María te pido la conversión de los pobres pecadores”. Después de unos instantes, la Santísima Virgen dijo: “¡Rezad el Rosario por la paz del mundo todos los días, también para que termine la guerra! Al final de cada Rosario decid lo siguiente: ‘¡ Oh Señor, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del Infierno y lleva a todas las almas al Cielo, especialmente las más necesitadas de Tu Misericordia!‘” Entonces la Señora desapareció lentamente hacia el Este.


El Cardenal Sodano Legado de Benedicto XVI para este aniversario

El pasado asábado, 5 de Mayo,la Sala de prensa de la Santa Sede divulgó en boletín informativo,la carta del Santo Padre Benedicto XVI al Cardenal Sodano, fechada a 13 de Abril. En la misiva, escrita en latín, el Santo Padre recuerda las Apariciones de Nuestra Señora. La Diócesis de Leiría-Fátima hizo llegar al Santuario de Fatima la carta del Santo Padre ya traducida a la lengua portuguesa y en estos términos:

-"A Nuestro Venerable hermano Angelo Sodano, Cardenal de la Santa Iglesia Romana, Decano del Colegio de los Cardenales.



Hace 90 años,la celestial Reina de la Paz, para transmitir el auxilio divino y la promesa de una esperanza de paz,apareció en Fátima a tres pastorcitos que llenos de espanto, estaban con su rebaño.

A su amparo han recurrido fieles de en los varios peligros piden su protección.

A petición, por tanto, del Venerable hermano Antonio Augusto dos Santos Marto, Obispo de Leiría-Fátima, juntamente con la Conferencia Episcopal Portuguesa, de buena voluntad, pasados noventa años después del inicio de las apariciones de la Beatísima Virgen María, enviamos un Legado Nuestro; función que te confiamos a ti, Nuestro Venerable Hermano, Prelado fiel y meritorio en el servicio de la Iglesia e hijo devoto de la Inmaculada Virgen María, Me sustituirá, presidirá las solemnes celebraciones, comunicará a los presentes mi Saludo, y manifestará nuestra peculiar benevolencia y presencia en espíritu...

La Virgen María exortó a todos los fieles para seguir sus advertencias y pedidos.
Por eso, deseo que sea propuesro nuevamente a los fieles el valor de la oración del santo rosario, así como este mensaje, para que se consigan los favores y gracias que la propia Madre del Redentor prometió a los devotos de su Inmaculado Corazón ...



Imploramos especialmente de la Reina celeste la paz que sólo Cristo puede dar, transmitiendo Nuestra Bendición Apostólica a todos los que partcipen en las celebraciones sagradas.

Vaticano, 13 de Abril, del año de 2007, segundo de Nuestro Pontificado.
Benedicto XVI, Papa.

05 mayo 2007

Primera peregrinación de Familias rumanas a Torreciudad





El 29 de abril de 2007 tuvo lugar la primera Peregrinación de familias rumanas a Torreciudad. Un centenar de inmigrantes católicos de rito latino, y procedentes de ciudades como Zaragoza, Tarragona, Lérida, Reus, Barcelona o Madrid se reunieron en el primer encuentro de estas características celebrado en España.

Entre los asistentes, Jesús Cano, joven madrileño que trabaja como sacristán en la Capilla del Niño del Remedio, acudió acompañado de su mujer, Irina Vichescu. Se conocieron por medio del teléfono, cuando ella aún residía en su ciudad natal de Turbinak, en Rumania. Ahora llevan dos años de matrimonio pero Irina recuerda aquellas conversaciones telefónicas, sin apenas entender el castellano, y que seguía gracias a la labor de traducción de un amigo.



A Jesús la romería le ha parecido impresionante, “a las familias nos ha servido para estar más unidas en la oración, la Santa Misa, el rosario... ha sido un encuentro familiar, de la verdadera familia cristiana, compartiendo cánticos, oraciones, la comida, el encuentro con la Virgen y el Señor”, resume. En cuanto a su mujer, la peregrinación dice haberle servido para pedir a la Virgen que “me aumente la fe, que sea mejor persona y hacerme más santa”.

Virgen de la Unidad (Rumanía)





Los actos comenzaron con una procesión por la explanada del santuario mariano, encabezada por el icono de la Virgen de la Unidad, hasta depositarla en el interior de la iglesia para su entronización. A mediodía, los asistentes participaron en la concelebración de una Eucaristía oficiada en su lengua materna, mientras por la tarde, después de un almuerzo campestre por los alrededores de templo mariano, confluyeron con otros fieles en la exposición solemne con el Santísimo y el rezo del Rosario, acto con el que concluía esta primera peregrinación de rumanos a Torreciudad.

Posted by Picasa


04 mayo 2007

Algunas personalidades rusas hablan sobre San Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei





“Escrivá dice que ser Cristiano no significa vivir como un Fariseo, un pequeño burgués o un pagano e ir los domingos a un lugar determinado a una hora fija para tener una elevación espiritual. Un Cristiano es un Cristiano en todo momento, todos los días, en las circunstancias más ordinarias, tratando con las cosas más ordinarias”.

Padre Aleksandr Men. Declaración hecha en una charla dada por el Padre Aleksandr titulada "La Creación, el Universo y el Hombre", primavera 1980, Moscú.

Vea quien era el Padre Aleksandr Men

“El pueblo ruso está exhausto pero no demolido. Para ellos, queda una sola autoridad - los 'startsi' (los mayores de la Iglesia Ortodoxa) (…) Vienen a nosotros como padres; como padres, ellos nos salvan, nos fortalecen, nos muestran el camino y nos contagian su alegría. En Josemaría Escrivá, a quien conocí y cuyos libros he leído, encontré el mismo espíritu, fuerza y amor (…) Él dirigió su trabajo a todos los que deseaban una comunión íntima. En Josemaría Escrivá, encontré una autoridad verdadera que, ni oprime, ni esclaviza, sino que inspira y enciende el amor. En él encontré la Paternidad”. Tatiana Goricheva. Prefacio a la edición alemana del libro de Dennis Helming, Huellas en la Nieve (1986). Filósofa y Cristiana Ortodoxa, Goricheva es autora de los best-sellers "Vzyickanie Pogibshikx" (1982) ("Los muertos nos reprueban"), y "Opasno Govorit ' o Boge" ("Hablar de Dios resulta peligroso") (1983).

Vea quien es Tatiana Goricheva

“Escrivá deroga el persistente cliché según el cual la vida de familia y el trabajo son dos esferas que se excluyen mutuamente, de las cuales supuestamente salimos, agotados, como limones exprimidos. Rabiosamente optimista, este autor de best-sellers llenos de útiles lecciones, nos recordó en el siglo XX que la vida pública y privada se puede transformar en un servicio y defiende con su doctrina los valores más altos en el camino a la vida eterna. No es casualidad que la Obra tenga miles de miembros en el mundo entero”. Aleksandr Zorin. “Camino” de Escrivá, "Sevodnya, 27 de agosto de 1994. Zorin es poeta y miembro de la Unión Rusa de Escritores.

Camino es fruto de la gracia de Dios, a la cual el autor correspondió con todo su corazón y con toda su mente. Y el libro es la consecuencia natural de promover encuentros pastorales con mucha gente. De ahí surge su tono animado, su lenguaje cultivado y los geniales, pequeños fragmentos que constituyen un mosaico asombrosamente bien integrado. No nos sorprende que Camino, pronto, alcanzara una enorme popularidad que se extiende a todos los rincones de la tierra. El libro realmente demostró ser el camino para los corazones y las mentes de millones de personas”. Evgenii Pazukhin. "El Camino de la Transfiguración", "La Pensée Russe", del 15-21 de junio de 1995, París y Moscú. Pazukhin es un colaborador de los programas religiosos y culturales de Radio Libertad y Deutsche Welle.

“El espíritu de Obra no es algo nuevo, sino más bien algo profundamente arraigado en la enseñanza del Evangelio. Lo que es nuevo es su extensión por un mundo que ha crecido ajeno a este mensaje, un mundo que hace mucho que ha perdido su conexión con la Nueva visión del mundo del Nuevo Testamento. Se había hecho necesario no sólo prestar atención otra vez a la llamada del Evangelio, sino eliminar todas las capas que habían venido a obscurecerla casi completamente durante siglos. Por lo tanto, cuando el Padre Escrivá habló del camino a la santidad que Dios le había revelado, sus palabras a menudo daban lugar a una reacción polémica: Tienes obligación de santificarte. —Tú también. —¿Quién piensa que ésta es labor exclusiva de sacerdotes y religiosos? A todos, sin excepción, dijo el Señor: "Sed perfectos, como mi Padre Celestial es perfecto". (Camino, 291). El pensamiento de la Iglesia contemporánea, casi completamente clericalizado en su orientación, se opone claramente a tal concepto de 'secularización' de la santidad, viendo en él la pérdida de la espiritualidad cristiana (…) Josemaría Escrivá no sólo rechazó el 'Cristianismo espiritualizado' que había venido a deformar la conciencia de la Iglesia, sino que fue más lejos - mantuvo el mundo material, y abogó por un materialismo Cristiano”. Evgenii Pazukhin. "Materialismo Cristiano del Beato Escrivá", Istina i Zhizn ', marzo de 1997, Moscú.

“Josemaría Escrivá nos llama a ser santos y ejemplares. En contraste con algunas tendencias del cristianismo, especialmente intensas en la Edad Media, Josemaría Escrivá, que sobrevivió a una guerra civil y vio a la gente morir con sus propios ojos - siempre pidió la paz. Él decía: Hay que unir, hay que comprender, hay que disculpar.. No levantes jamás una cruz sólo para recordar que unos han matado a otros. Sería el estandarte del diablo. La Cruz de Cristo es mantenerse en silencio, perdonar y rezar por los de ambos lados, de modo que todos puedan lograr la paz. Todos debemos lograr la paz. De ahí, la urgencia por unificar a la gente bajo la protección de la Cruz. Pienso que esto es muy importante, sobre todo en nuestro tiempo, especialmente en nuestro país”. Yuri Antonovich Simonov. "Entrevista sobre Josemaría Escrivá", Moscú, diciembre de 1998. Simonov, uno de los principales físicos teóricos de Rusia, es el director del Instituto de Física Teórica y Experimental, Moscú.

Camino se convirtió para mí no solamente en un libro, sino en la verdad de la vida. Su autor se hizo para mí un amigo íntimo, un pariente. Constantemente me refiero a este libro y el me ha influido mucho. (…) Veamos, por ejemplo, el famoso problema de levantarse por la mañana. Escrivá dice: Si no te levantas a hora fija nunca cumplirás el plan de vida” Así, su influencia comienza desde el principio del día. Es importante entender que a Dios no hay que buscarlo en las nubes, en algún lugar exterior a ti, en unas condiciones ideales, sino más bien aquí y ahora. Escrivá fundamentó sobre esta base el encuentro con Dios, aquí, en la realidad de la vida, en las condiciones en las que nos encontramos. (…) Escrivá dice que la práctica de tu profesión puede ser ocasión de encuentro con Dios. Yo intuí eso mismo hace mucho tiempo - para ser exactos, cuando Escrivá esclareció este concepto para mí. Sentí que para mí el encuentro con Dios sucede exactamente aquí, en mi escritorio. El poeta reza a través de la poesía. Quizás esto es blasfemo, pero creo que los sacerdotes y confesores me entenderán cuando digo que Dios no está menos presente aquí, en mi escritorio, en el ejercicio de mi profesión, que en una iglesia. (…) Esto me lo enseñó Escrivá. Él dice que nuestra profesión es nuestra vocación. Dice que por su profesión, cada persona encuentra su camino (…) Si la gente entendiera que su profesión es su vocación, encontrarían a Dios, y su encuentro con Él sería más profundo. En esto, Escrivá me ayudó. Cuando leí Camino, sufrí mucho, porque yo no sabía rezar. Entonces de repente él me dijo: ¿”Dices que no sabes rezar? Ponte delante de Dios y ya estás rezando” (…) la escuela de oración de Escrivá es maravillosa. Supera a muchos de los libros de oración que he leído (…) En Camino dice: Primero, oración; después, expiación; en tercer lugar, muy en tercer lugar, acción (Camino, 82) Esto es realmente sorprendente. Estamos todos tan inmersos en nuestros importantes asuntos. Siempre le estamos dando vueltas a la cabeza. Y él dice que antes de hacer algo, debemos rezar, y sólo después actuar. ¡Es asombroso!. Y lo dice tan aforísticamente, con tal concisión de palabras que son como dardos disparados (…).

Recuerdo cómo algunos de sus pensamientos me asombraron hasta tal punto que dieron lugar a unos versos. Déjenme darles un ejemplo. Escrivá tiene un aforismo sobre la verdad: No tengas miedo a la verdad – aunque la verdad te acarree la muerte' (Camino, 34)

/Oh, la idea te enloquece
/ Y te pide ser escrita en verso
/ No tardes, la verdad misma
/ Le da una carrera.
/ Omite palabras comunes
/ El movimiento del pensamiento y la armonía.
/ Es siempre nuevo –
/ La verdad trillada, vieja
/ El poeta, desde luego, no es el santo…
/ Su tiempo, sin embargo, es corto
/ Sé fiel a pesar de los obstáculos,
/ Como el manso mártir a la verdad.

“La personalidad de Josemaria Escrivá yace tras estas líneas. Él es fiel a la verdad, por encima de todo, a la verdad de Cristo, aunque esta nos conduzca a la muerte. Así es la personalidad de Josemaría Escrivá”. Aleksandr Ivanovich Zorin. "Entrevista sobre Josemaria Escrivá", diciembre de 1998, Moscú.

“En vez de la división habitual entre tendencias religiosas, nacionales y culturales, Escrivá proclama la unidad y el entendimiento mutuo, no sólo sobre la base del credo, sino sobre la base de la disposición natural del hombre a la bondad, a la dignidad humana y a la transfiguración del mundo del trabajo”. Evgenii Pazukhin. "La Vida y Obra del Beato Escrivá", Okeanos, 2000.

“El Espíritu, enviado por el Padre a través del Hijo, llamó a Josemaría Escrivá al profundo sentido de la filiación divina que distinguió no sólo su enseñanza, sino también su carácter y sus obras. La percepción de Dios como un cariñoso y compasivo padre excluye la posibilidad de hacer de Dios un instrumento de humanas ambiciones y pasiones. Esto reorienta la enseñanza de la Iglesia, lejos de amenazas, hacia la promesa brillante y alegre del Padre del Cielo. De ahí deriva tanto el ilimitado optimismo de Escrivá como la espiritualidad de Opus Dei. Esto explica el sincero encanto del hombre, su felicidad (a pesar del sufrimiento profundo), su buen humor constante (la santidad verdadera debe ser alegre), y la insólita naturalidad de sus acciones. De esto le viene su rechazo a toda hipocresía y mojigatería. Esto también explica cómo los lectores de sus obras se quedan invariablemente atraídos por su felicidad y libertad (…) el Fundador del Opus Dei tenía audacia para mirar a la gente con un profundo amor y compasión, inspirados por Dios, y los veía por los ojos del Divino Padre. Él se hizo padre de todos los que permanecen con Cristo en la búsqueda de la santidad con que Él encendió la tierra. No es extraño que los hijos espirituales del Fundador, por inspiración divina, inscribieran en su lápida una palabra sola: El Padre”. Evgenii Pazukhin. "El Personalismo y la Universalidad del Beato Escrivá" se dirige a la conferencia "La Grandeza de la Vida Ordinaria", Roma, 8-11 de enero de 2002.


“Aproximadamente veinte años han pasado desde que las obras espirituales de Escrivá se convirtieran en mi libro de texto, como palabras de la Sagrada Escritura, oraciones aprendidas (…) Para mí Camino es más que literatura. Es una guía para la acción, un modelo de aplicación del mensaje del Evangelio a la vida. Su importancia es eterna (…) la dimensión fonética de la poesía no es menos significativa que su contenido. Lo primero revela, o por lo menos, complementa a lo segundo. ¡Y en este libro, qué contenido - tan rico, tan íntimo, tan familiar! ” Aleksandr Ivanovich Zorin. "La creación Artística en la Luz de la Fe y la Enseñanza de Josemaría Escrivá" dirigido a la conferencia "La Grandeza de la Vida Ordinaria", Roma, 8-11 de enero de 2002.

“Una comprensión del materialismo Cristiano como la formulada por Escrivá y tan esencial al espíritu de Obra, ha confirmado mis intuiciones sobre la poesía y ha justificado el valor inherente del medio al cual estoy dedicado (…) me gusta la poesía que transporta la realidad sensorial a la superficie, el olor, el color y el sonido. La armonía de los mundos visibles e invisibles es restaurada en ellos y por ellos”. Aleksandr Ivanovich Zorin. "La creación Artística en la Luz de la Fe y la Enseñanza de Josemaría Escrivá", dirigida a la conferencia "La Grandeza de la Vida Ordinaria", Roma, 8-11 de enero de 2002.



Following is an account of St Josemaria Escriva's canonization as written by Russian poet Aleksandr Ivanovich Zorin, an Orthodox Christian who discovered in “The Way” the secret for finding God “here, sitting in front of my desk.”

The square in front of Saint Peter’s Basilica holds 300,000 people. Today there will be more than 400,000. Half of them will be young men and women in their twenties. The canonization of Josemaría Escrivá has brought people from around the world to Rome. Volunteers - some 1,800 mostly young people and by no means all Italians - will be on hand. They arrived in Rome two weeks early for special training. And now, in the ebb and flow of the throng, they are able to channel the flood like experienced sea captains. They have command posts – at the airport, in the streets of the city and in Saint Peter’s Square.

A dense phalanx of carabinieri, at once forbidding and courteous, shut down the approaches to the Basilica. Wheelchairs are allowed to pass. In countless numbers, they group around the colonnade very close to the altar. One of the wheelchairs carries a priest. Thirty years ago he had a serious car accident and became paralysed for life. The trauma does not prevent him from serving as a pastor, helping people, and celebrating daily Mass…

The sun is already shining on the Basilica’s dome, the portrait of Josemaría Escrivá, and the cross atop the obelisk; Saint Peter’s Square -cool and fresh like a mountain valley - is slowly filling up with pilgrims.

On the roof of the right and left arms of the colonnade, I had the impression there were many bushy plants. These are common in central Rome. Down below there is not a blade of grass - only asphalt and cobblestones, but on the rooftops there is luxuriant growth in boxes and flowerpots. But on closer inspection I realized that these were not plants, but journalists with their branch-like electronic equipment.

Sitting behind me were two older ladies, who appeared to be housewives. Someone had apparently told them that we were Russians. With raised eyebrows and gesticulating animatedly, they said: “We are praying for the spread of the books of Josemaría in Russia.”

And just in front of me was the massive back of a Nigerian. I ask him - “Are there lots of you?” “Yes, eight hundred.” And pointing to his group, he says, “There we are.”

His back, however, was no hindrance. Gigantic screens at several points in the plaza will allow everyone to see what is going on.

A white marble slab in front of the high altar is decorated with flowers - the gift of a Latin American florist - arranged in the form of broad, colorful palm fronds.

The throng swells, and the sun continues its ascent, shining on the icon of the Mother of God high above the right arm of the colonnade. It was put there during the reign of the present Pope. It had been brought to his attention that Saint Peter’s Square lacked an image of the Mother of God. “This situation must be corrected,” he said.

A flaxen-haired, mulatto woman is wearing a red cross around her neck. We are in section 4, or more precisely, the part of the section under her supervision. As the volunteers working in the plaza do not carry megaphones or walkie-talkies, she must call out in a loud voice that she is a doctor, and that people should come to her for even the slightest necessity. She can only offer first aid, and hand out candy for whatever ails you. At the word candy, the older people in the crowd laugh and applaud - a healthy reaction.

The day promises to be sultry, and no one brought umbrellas. Caps, berets - and when it turns really hot – scarves and maps of Rome are used to provide protection from the sun. We did not bring anything and that evening the left side of everyone’s face- cheeks and necks – had turned brown in contrast to the right side.

The bells of the Basilica ring out - a soft, melodious sound.

Suddenly, the whole square becomes agitated, everyone rises in his place: a white car heaves into view in the road flanking the plaza. In it is the Pope - hunched, concentrated. He raises his head, and, with a trembling hand, blesses the crowd.

The car drives up to the podium. The Pope walks to the altar unaided, leaning on his crozier.

Last night, young people, gathered in front of the Pope’s apartment, formed a sea of chanting voices: Viva il Papa! “The whole world loves you!”

Did everyone always feel that way? The shot that long ago rang out in Saint Peter’s Square gives rise to doubts. I perfectly remember that day in May…. We – a group of Orthodox laymen – were gathered for prayer in a Moscow apartment. The telephone rang, bringing us the horrifying news….

In the unadulterated Buonarroti sky a helicopter circles. Timid, pneumatic clattering. Descending from above the plaza, it emerges from behind the dome, then disappears behind the roofs of the Vatican. What was it doing? Shooting a film, keeping on eye on security?

On the giant television screen appears a shot of the crowd taken from a great height. A mass of heads. Forgive me for this comparison, but they look like the densely packed roe of caviar. I turn around and notice that each caviar egg represents an absorbed, intelligent face.

Above the Pope, above the canopy shading the altar, from the pediment of the Basilica hangs a large portrait of Josemaría Escrivá. The image of a saint: a kindly face wearing glasses against an azure background, like a sky by Michelangelo Buonarroti.

The Mass begins.

At the beginning, before the liturgy of the Word, the Cardinal who is the head of the Congregation for the Causes of Saints addresses the Pope with the request to canonize Escrivá. And the Pope reads out a statement extolling him.

To help people follow the ceremony, the day’s liturgy has been printed in a number of languages and distributed. The Pope proclaims the Eucharistic canon, initiating the most important part of the liturgy. Saint Peter’s Square, full of hundreds of thousands of people united in the sacramental prayer, falls as silent as an empty room.

Tracing a fluent cardiogram of silence, a butterfly flits about.

The voice of the Pope, the voice of the organ, the voice of common prayers. Communion….

One thousand priests flow in three currents out towards the motionless ranks waiting in the square. In their hands are chalices containing the holy gifts, and opened out above them, like lilies of the field, are white umbrellas. Each one knows exactly the spot he should occupy.

It is surprising to see this perfect order, which for members of Opus Dei is customary. Even amid the endless ranks of chairs, the communicants - and, I repeat, there were hundreds of thousands of them - did not jostle one another, but rather approached the chalice-bearing priests serenely.

The shadow of the obelisk, like the hands of a watch, reaches the row in which we are sitting. The obelisk - this ancient monument brought here from Heliopolis - commemorates the deaths of the first martyrs…. In the days of the Roman Empire, Nero’s circus was located on this very spot. They threw Christians as living meat to hungry dogs and wild animals. Now on this spot a bloodless sacrifice is taking place.

The hands of a watch can be seen in the portrait of the saint above the heads of the crowd. He also experienced great trials; he shared in the crucifixion of Christ in the ordinary circumstances of daily life. As the Pope said during an audience with the canonization participants the day after the ceremony: “The most important thing about the founder of Opus Dei was his love of the will of God. The faithful fulfillment of the will of God, no matter the consequences, is the true sign of holiness. The Lord has a plan for each and every individual; he gives everyone a specific mission on earth. The saint lives in order to fulfill this mission. It never occurs to him to live and act outside the bounds of God’s plan. Saint Josemaría was chosen by God to proclaim the universal call to holiness, to proclaim that the ordinary activities that make up daily life constitute the path to holiness. One can say that Saint Josemaría is the patron saint of daily life. Indeed, he was convinced that, for those who believe deeply in God, every circumstance of life is an occasion for encountering God and a stimulus to prayer. When we consider life from this point of view, we discover in it a grandeur we had not noticed before. We realize that everyone can attain sanctity.”

The next day, after the Mass, the recently canonized saint appears on the television screen…. A film shows him meeting with various groups. Here are the words of Escrivá himself. They ask him: “How can one love Jesus?” “Be with Him in the Word and in the Bread. Speak to Him all day. When Christ comes, however, he comes with a cross. Disease, betrayal – we have to be prepared for such things. When a person is ready, these things lift him up -- the cross exalts.” And more: “There is something divine about everyday life. You must discover this.” And yet more: “I have a great many friends who are not Catholic….”

We among them – we three from Russia. Yes, yes, just three of us among the hundreds of thousands who came from 84 countries.

The ecumenical spirit is part and parcel of the pontificate of Pope John Paul II. It came as a surprise, and as a priceless gift to everyone, when the Patriarch of the Romanian Orthodox Church appeared on the podium. Saint Peter’s Square exploded in joy!!!

There are two old men nearby. Who are they? Locals, Italians, probably. They have one hearing aid between them and share the earpiece, as well as a single pair of binoculars. Standing constantly nearby was a young woman volunteer with an outlandish ring in her nose. She helped them into chairs in order to see the Pope as his car passed by. It was funny to see her supporting them, unsteady as blades of grass.

A loudspeaker announces that it is forbidden to throw flowers and flags and messages at the Pope’s car. It is customary on such occasions that children are brought forward as the Pope passes by. The Pope blesses and sometimes kisses them. But suddenly, a child, falling from his mother’s arms, lands in the Pope’s lap…. A small message in the form of a child’s crying - from the 21st century....

03 mayo 2007

FATIMA Y LA CONVERSION DE RUSIA

Pongo en esta entrada algunos aspectos centrales de las apariciones de la Santísima Virgen en Fátima.

Dentro de unos días, el 13 de mayo de 2007, se conmemora el 90 aniversario de las apariciones de la Virgen en Fátima. El próximo 13 de julio de 2007 se cumplirá el 90 aniversario de la primera vez que la Virgen, en Fátima, habló de la conversión de Rusia. También del Milagro del Sol en Fátima, ocurrido el 13 de octubre de 1917.



En aquella ocasión, Lucia de Fátima pidió a Nuestra Señora:

“Quería que nos dijese quién es y que hiciera un milagro para que todos crean que Vd. se nos aparece.”


Nuestra Señora respondió:

“Continuad viniendo todos los meses. En octubre diré quién soy y lo que quiero, y haré un milagro para que todos vean y crean.”






Y el 13 de octubre de 1917, 70.000 personas fueron testigos del gran Milagro del Sol. 70.000 personas vieron el sol danzando en el cielo y enseguida desplomándose en dirección a la tierra. Estos testigos, incluso el padre de Jacinta, Tío Marto, nos informan que estaban aterrados. Dijo él: “El sol... comenzó a moverse y a danzar hasta que pareció que se desprendía del cielo y caía sobre nosotros. Fue un momento espantoso.”

Según los testigos, el milagro duró unos 8 minutos. Y después que el sol “retornó a su posición en el cielo”, el suelo, que antes del milagro estuviera encharcado por haber llovido toda la noche, estaba seco. Del mismo modo, las ropas de aquellos que habían permanecido bajo la lluvia, el día entero, estaban completamente secas.



Dicen los testigos que, durante el Milagro del Sol, podían mirar directamente al sol sin quedarse ciegos ni perjudicar de ninguna forma sus ojos.

En el siglo XX, Nuestra Señora realizó para nosotros uno de los más asombrosos milagros de todos los tiempos — un milagro público predicho 3 meses antes y atestiguado por 70.000 personas. Este milagro llegó a ser publicado hasta en el periódico liberal, anticlerical y masónico O Século. La noticia del periódico del 15 de octubre de 1917 decía:



"Vimos a una inmensa multitud volverse hacia el sol, que estaba en su cenit, sin nubes. Parecía una bandeja de plata y era posible mirarlo fijamente sin ningún inconveniente. No quemaba los ojos. No cegaba. Podríamos decir que se produjo un eclipse. En ese momento surgió un tremendo clamor y se oyó gritar a la multitud que estaba cerca de nosotros: ‘¡Milagro!... ¡Milagro!... ¡Prodigio!... ¡Prodigio!...' Delante de los ojos aturdidos de las personas cuya actitud nos transportó a los tiempos bíblicos, y que, enmudecidas, con la cabeza descubierta, contemplaban el azul del cielo, el sol tembló, hizo unos movimientos extraños y abruptos, contra todas las leyes cósmicas, ‘el sol danzó', según la típica expresión de los campesinos.”



En Fátima, Nuestra Señora nos pidió que:

• recitemos diariamente por lo menos Cinco Decenas del Rosario;
• usemos el Escapulario del Carmen;
• ofrezcamos a Dios nuestros deberes diarios como un acto de sacrificio;
• hagamos los Cinco Primeros Sábados de Reparación a su Inmaculado Corazón;
• Nuestra Señora pidió también que el Papa, en unión con todos los obispos del mundo, consagrase Rusia a su Inmaculado Corazón, prometiendo la conversión de Rusia a través de esos medios, y un período de paz que le será concedido al mundo.

Doctrinas fundamentales afirmadas

Además, en el Mensaje de Fátima, vemos afirmados los dogmas fundamentales de nuestra Fe.

Cuando Nuestra Señora vino a Fátima:

• Ella habló de la doctrina del Cielo,
• Ella habló de la doctrina del Infierno,
• Ella habló de la doctrina del Purgatorio,
• Ella habló de la doctrina de la Sagrada Eucaristía,
• Ella habló de la doctrina del Sacramento de la Penitencia.

Sobre el Cielo

El 13 de mayo de 1917, cuando Lucía le preguntó a Nuestra Señora “¿De dónde es Vd.? ”, Ella contestó: “Yo soy del Cielo”.



Nuestra Señora está en el Cielo, en cuerpo y alma. El Cielo es un lugar, un lugar real, y no solamente un estado de espíritu. Y según el Mensaje, es un lugar que alcanzaremos sólo si vivimos la vida sacramental de la gracia santificadora a través de ser miembros del Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia Católica.

Nuestra Señora nos recordó también la doctrina del Infierno. Que el Infierno existe. Que es un lugar; y que las almas humanas van allí, han ido allí y están allí actualmente.

Aún más impresionante: Nuestra Señora no solamente habló con aquellos niñitos acerca de la realidad del Infierno. El 13 de julio de 1917, Nuestra Señora de Fátima les dio a los tres niños una visión terrorífica del Infierno.

Este es un relato de las propias memorias de Sor Lucia:

“Nuestra Señora abrió las manos como en los meses anteriores. El reflejo pareció penetrar la tierra y vimos como un mar de fuego. Sumergidos en este fuego estaban los demonios y las almas como si fuesen brasas transparentes y negras o bronceadas con forma humana. Llevados por las llamas que de ellos mismos salían, juntamente con horribles nubes de humo, flotaban en aquel fuego y caían para todos los lados igual que las pavesas en los grandes incendios sin peso y sin equilibrio, entre gritos de dolor y desesperación que horrorizaban y hacían estremecer de espanto. (Debió ser ante esta visión cuando dije aquel ‘Ay!', que dicen me oyeron.) Los demonios se distinguían por formas horribles y repugnantes de animales espantosos y desconocidos pero transparentes igual que carbones encendidos. Esta visión duró sólo un momento. Y gracias a que la Santísima Virgen en la primera aparición nos había prevenido con la promesa de llevarnos al cielo, porque si no yo creo que habríamos muerto de susto y pavor.”



Nuestra Señora les dijo entonces:

“Visteis el infierno donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlos Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón.”

Fue ésta una visión pavorosa dada a los niños. Sor Lucía afirmó muy claramente que “los demonios se distinguían [de las almas de los condenados ]”. En el Infierno hay demonios y en el Infierno hay almas humanas. Esta visión les dio a los niños la gracia y el ánimo de realizar sacrificios heroicos por la salvación de las almas.

Nuestra Señora afirmó también la doctrina sobre el Purgatorio.

El 13 de mayo de 1917, Lucia le preguntó a Nuestra Señora acerca de dos amigas suyas recientemente fallecidas.

Lucia preguntó: “¿María das Neves ya está en el Cielo?” (esta joven había fallecido aproximadamente a los 16 años).

Nuestra Señora respondió: “Sí, ya está.”

Entonces Lucia Le preguntó sobre otra amiga suya que había fallecido de 18 ó 20 años: “¿Y Amelia?”

Nuestra Señora contestó: “Estará en el purgatorio hasta el fin del mundo.”

Nuestra Señora afirmó la enseñanza sobre el Sacramento de la Confesión. Ella estableció la confesión sacramental como una condición necesaria para que las almas cumpliesen las peticiones para los Cinco Primeros Sábados.

Sobre la Sagrada Eucaristía

Las apariciones de Fátima no solamente afirman la doctrina de la Eucaristía, sino que afirman también el deber del hombre de reverenciar la Sagrada Eucaristía como el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo.

En 1916, un año antes que Nuestra Señora viniese a Fátima, Jacinta, Francisco y Lucía fueron favorecidos con tres apariciones separadas de un ángel — precursor de las visitas de Nuestra Señora. La tercera y última de las apariciones del ángel ocurrió en el otoño de 1916, con el “Angel de la Eucaristía”.

Lucia nos cuenta que era mediodía y los niños estaban postrados, recitando las oraciones de reparación que en la primavera anterior les había enseñado el “Ángel de la Paz”.

Escribe Lucia:

“No sé cuantas veces habíamos repetido esta oración cuando advertimos que sobre nosotros brillaba una luz desconocida. Nos incorporamos para ver lo que pasaba y vimos al ángel teniendo el la mano izquierda un cáliz sobre el cual está suspensa una hostia de la que caen algunas gotas de sangre dentro del cáliz.”
“El ángel deja suspenso el cáliz en el aire, se arrodilla con nosotros y nos hace repetir tres veces:

‘ Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente, y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores.'”

Escribe Lucia que el ángel se levantó, tomó otra vez el Cáliz y la Hostia en sus manos, y les dio la Comunión a los tres niños, colocando la Santa Hostia en la lengua de Lucía y repartió la Sangre del Cáliz entre Francisco y Jacinta, diciendo al mismo tiempo:

“Comed y bebed el Cuerpo y Sangre de Jesucristo horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios.”

Después de esto, relata Lucia que el ángel “[se postró] de nuevo en tierra repitió con nosotros otras tres veces la misma oración: ‘ Santísima Trinidad... etc. ' , y desapareció.”

• El ángel estaba arrodillado, postrado con su faz hacia el suelo. Al hacer esto, estaba reconociendo la Soberana Majestad y Divinidad de Jesucristo verdaderamente presente en la Eucaristía. Esto nos recuerda la gran reverencia que le debemos al Santísimo Sacramento.

• El ángel recitó oraciones de reparación por las blasfemias y sacrilegios cometidos contra el Santísimo Sacramento, como si estuviese previendo los innumerables ultrajes que ocurrirían contra el Santísimo Sacramento, especialmente después de 1960.

• El ángel rezó, a través del Inmaculado Corazón de María, por la conversión de los pobres pecadores, especialmente — podemos deducir por el contexto — de aquellos que pecan contra la Sagrada Eucaristía.

Los tres niños de Fátima supieron que el ángel fue enviado para instruirlos, y para que siguiesen su ejemplo.

Escribe Lucia:

“... Llevado[s] por una fuerza sobrenatural que a eso nos movía... nos postrábamos para rezar esa oración...permanecimos en la misma actitud repitiendo siempre las mismas palabras...”

Además, parecía que el ángel era un mensajero celestial de Dios dándonos el ejemplo de la profunda reverencia que le debemos al Santísimo Sacramento.

Sobre los Cinco Primeros Sábados

La Virgen quiso dar énfasis:

• al Rosario,
• a la devoción de su Inmaculado Corazón,
• al Escapulario del Monte Carmelo,
• al Purgatorio,
• a la autoridad del Papado,
• al Sacramento de la Confesión,
• a la Sagrada Eucaristía como el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo.



El 13 de junio de 1917, Nuestra Señora mostró a los 3 niños de Fátima su Inmaculado Corazón, “rodeado de espinas que parecían clavarlo”, pidiendo reparación.

Al pedir por los Cinco Primeros Sábados, Nuestra Señora tomó una devoción tradicional, la simplificó y le dio una mayor eficacia.

El 10 de Diciembre de 1925, cuando Sor Lucia a los 18 años era una postulante en Pontevedra, se le aparecieron Nuestra Señora y el Niño Jesús. Dijo Nuestro Señor:

“Ten pena del Corazón de su Santísima Madre que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos constantemente le clavan sin haber quien haga un acto de reparación para quitárselas.”

El Niño Jesús está preocupado con estos pecados contra su Madre.



Nuestra Bendita Madre le dijo a Lucia:

“Mira, hija mía, mi Corazón rodeado de espinas que los hombres ingratos en cada momento me clavan con blasfemias e ingratitudes. Tú al menos, haz por consolarme y di que a todos aquellos que durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la sagrada comunión, recen el Rosario y me acompañen 15 minutos meditando sus misterios con el fin de desagraviarme, Yo prometo asistirles en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para su salvación.”

Posteriormente, el confesor de Sor Lucía, el Padre Gonçalves, le pidió que hiciese algunas preguntas a Nuestra Señora acerca de los Cinco Primeros Sábados.

Una de las preguntas que él hizo fue: “¿Por qué cinco sábados, y no nueve o siete en honor de los Dolores de Nuestra Señora?”

Durante la revelación de Nuestro Señor en Tuy el 29 de mayo de 1930, Sor Lucia formuló esa pregunta. Fue ésta la respuesta que le dio el Cielo:



“Hija mía, el motivo es sencillo. Cinco son las clases de ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María:

1. Las blasfemias contra la Inmaculada Concepción.
2. Las blasfemias contra su Virginidad Perpetua.
3. Las blasfemias contra la Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla como la Madre de los hombres.
4. El tratar de infundir públicamente en el corazón de los niños la indiferencia, el desprecio y hasta el odio para con esta Inmaculada Madre.
5. Los ultrajes dirigidos a Ella en sus sagradas imágenes.”

En Fátima, Nuestra Señora demuestra su continuidad con las revelaciones especiales hechas por el Cielo a la Iglesia en el siglo XIX; ya sea su aparición en Lourdes, en La Salette, ya sean las manifestaciones de Nuestro Señor a Sor María de Saint-Pierre en Francia en la década de 1840. Todos constituyen el mismo mensaje urgente.

Cuando Nuestra Señora apareció en Lourdes en 1858, pidió para “hacer penitencia, hacer reparación”.

Cuando Nuestra Señora apareció en La Salette en 1846, suplicó que se “hiciese penitencia”, que se “hiciese reparación”. Y avisó en La Salette que Francia podría ser castigada principalmente por dos pecados: por los pecados contra la profanación de los domingos (pecados contra el Tercer Mandamiento) y por usar el nombre de Dios en vano (pecados contra el Segundo Mandamiento).





Fátima: experiencia de fe (35:42)



Historia y significación de Fátima (56:39)

05 abril 2007

Curada por intercesión de Juan Pablo II

Testimonio de sor Marie-Simon-Pierre

ROMA, sábado, 31 marzo 2007.- El próximo 2 de abril es el aniversario de la muerte de Juan Pablo II. Publicamos el testimonio de sor Marie Simon-Pierre, religiosa de la congregación de las Hermanitas de las Maternidades Católicas de 46 años, inexplicablemente curada de Parkinson.



En este caso se basan los documentos del proceso diocesano relativos a los milagros atribuidos a la intercesión de Juan Pablo II. La religiosa trabajaba en la Maternidad de la Estrella (Maternité de l’Etoile), en Puyricard cerca de Aix-en-Provence. La traducción del testimonio ha sido publicada por el semanario Alfa y Omega.


Estaba enferma de Parkinson. Me fue diagnosticado en junio de 2001. La enfermedad me había afectado toda la parte derecha del cuerpo, causándome una serie de dificultades. Después de tres años, de una fase inicial lentamente progresiva de la enfermedad, se agravaron los síntomas, se acentuaron los temblores, la rigidez, los dolores y el insomnio.

Desde el 2 de abril de 2005, comencé a empeorar de semana en semana, me debilitaba de día en día, no conseguía escribir -soy zurda- y, si intentaba hacerlo, lo que escribía era difícilmente legible. No conseguía conducir el coche, salvo en trayectos muy breves, porque mi pierna izquierda se bloqueaba a veces durante mucho rato y la rigidez no me permitía conducir. Para desarrollar mi trabajo en el ámbito hospitalario necesitaba además siempre mucho tiempo. Estaba totalmente exhausta. Después del diagnóstico, me era difícil ver a Juan Pablo II en televisión; pero me sentía muy cercana a él en la oración, y sabía que podía entender lo que yo vivía. Admiraba su fuerza y su coraje, que me estimulaban a no rendirme y a amar este sufrimiento. Sólo el amor habría dado sentido a todo ello. Era una lucha cotidiana, pero mi único deseo era vivirla en la fe, y de aceptar con amor la voluntad del Padre.



Era la Pascua de 2005, y deseaba ver a nuestro Santo Padre en televisión, porque en mi interior sabía que sería la última vez que iba a poder hacerlo. Durante toda la mañana me preparé para aquel encuentro (él me mostraba lo que yo sería al cabo de algunos años). Era muy duro para mí, que era tan joven... Pero un imprevisto no me permitió verlo.

La tarde del 2 de abril de 2005, estaba reunida toda la comunidad para participar en la vigilia de oración en la plaza de San Pedro, transmitida en directo por la televisión francesa de la diócesis de Paría (KTO), cuando fue anunciada la muerte de Juan Pablo II se me vino el mundo encima. Había perdido al amigo que me entendía y que me daba la fuerza de seguir adelante.



Notaba en aquellos días la sensación de un gran vacío, pero sentía la certeza de su presencia viva. El 13 de mayo, fiesta de Nuestra Señora de Fátima, el Papa Benedicto XVI anunció oficialmente el comienzo de la Causa de beatificación y canonización del Siervo de Dios Juan Pablo II. A partir del 14 de mayo, las hermanas de todas las comunidades francesas y africanas pidieron la intercesión de Juan Pablo II para mi curación. Rezaron incansablemente, hasta que llegó la noticia de la curación. Yo estaba de vacaciones en aquellos días. El 26 de mayo, concluido el tiempo de descanso, volví a la comunidad, totalmente exhausta a causa de la enfermedad. Si crees, verás la gloria de Dios: éste es el fragmento del evangelio de San Juan que me acompaña desde el 14 de mayo. Y el 1 de junio: «¡No puedo más! Debo luchar para mantenerme en pie y andar». El 2 de junio, por la tarde, fui a hablar con mi Superiora, para pedirle que me dispensara de toda actividad laboral. Me pidió que resistiese todavía un poco, hasta el regreso de Lourdes, en agosto, y añadió: «Juan Pablo II no ha dicho todavía la última palabra».



Seguramente, él estaba presente en aquel encuentro, que se desarrolló en la paz y en la serenidad. Luego, la Superiora me dio una estilográfica y me pidió que escribiera «Juan Pablo II». Eran las 17 horas. A duras penas, escribí «Juan Pablo II». Ante la caligrafía ilegible, permanecimos largo rato en silencio... Y la jornada prosiguió como de costumbre. Tras la oración de la tarde, a las 21 horas, pasé por mi oficina para volver después a mi habitación. Sentí el deseo de coger una estilográfica y escribir, como si alguien me dijera: «Coge tu estilográfica y escribe…». Eran las 21:30/45. La caligrafía era claramente legible, ¡sorprendente! Me tendí sobre la cama, estupefacta. Habían pasado exactamente dos meses desde el regreso de Juan Pablo II a la Casa del Padre... Me desperté a las 4:30, sorprendida de haber podido dormir. Me levanté de la cama. Mi cuerpo ya no estaba dolorido, había desaparecido la rigidez e interiormente ya no era la misma. Luego sentí una llamada interior y un fuerte impulso a caminar para ir a rezar ante el Santísimo Sacramento. Bajé a la capilla y permanecí en oración. Sentí una profunda paz y una sensación de bienestar, una experiencia demasiado grande, como un misterio, difícil de explicar con palabras.

Después, siempre ante el Santísimo Sacramento, medité los misterios de la luz, de Juan Pablo II. A las 6 de la mañana, salí para unirme a mis hermanas en la capilla, para un momento de oración, seguido de la celebración eucarística. Tenía que recorrer unos 50 metros y, en aquel instante, al caminar, me di cuenta de que mi brazo izquierdo se balanceaba, ya no estaba inmóvil a lo largo del cuerpo. Noté también una ligereza y una agilidad física desconocidas para mí desde hace mucho tiempo.

Durante la celebración eucarística, me sentí colmada de alegría y de paz. Era el 3 de junio, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Al salir de Misa, estaba segura de que estaba curada... «Mi mano ya no tiembla. Me voy de nuevo a escribir». A mediodía dejé de tomar las medicinas.

El 7 de junio, como estaba previsto, fui al neurólogo que me atendía desde hacía 4 años. Se quedó sorprendido, también él, al constatar la imprevista desaparición de todos los síntomas de la enfermedad, a pesar de que había interrumpido el tratamiento cinco días antes de la visita. Al día siguiente, la Superiora General confió a todas nuestras comunidades la acción de gracias, y toda la Congregación inició una novena de gratitud a Juan Pablo II.

He interrumpido todo tipo de tratamiento. He reanudado el trabajo con normalidad, no tengo dificultad alguna para escribir, y conduzco incluso larguísimas distancias. Me parece haber renacido; es una vida nueva, porque nada es como antes. Hoy puedo decir que el amigo que dejó nuestra tierra está ahora muy cercano a mi corazón. Ha hecho crecer en mí el deseo de la adoración del Santísimo Sacramento y el amor por la Eucaristía, que tienen un lugar de privilegio en mi vida de cada día.

Esto que el Señor me ha concedido vivir por intercesión de Juan Pablo II es un gran misterio, difícil de explicar con palabras... Pero nada es imposible para Dios. Realmente es cierto: «Si crees, verás la gloria de Dios».



«He sido curada»: Habla la religiosa que atribuye un milagro a la intercesión de Juan Pablo II, en una rueda de prensa concedida a periodistas

AIX-EN-PROVENCE, viernes, 30 marzo 2007.- Con una sonrisa en los labios, sor Marie-Simon-Pierre, la religiosa de 46 años, aseguró este viernes ante la prensa que ha sido curada de Parkinson de manera inexplicable gracias a la intercesión de Juan Pablo II.



«Todo lo que puedo deciros es que yo estaba enferma y que ahora estoy curada. Ahora le corresponde a la Iglesia pronunciarse y reconocer si es un milagro», afirmó ante unos sesenta periodistas en una rueda de prensa concedida en la casa diocesana de la ciudad francesa de Aix-en-Provence.

Acompañada por el obispo de esa diócesis, monseñor Claude Feidt, sin esconder su emoción, reconoció que para ella no hay dudas: «He sido curada, es la obra de Dios por intercesión de Juan Pablo II».

«Es algo muy fuerte, difícil de explicar con palabras», aclaró la religiosa que pertenece a la congregación de las Hermanitas de las Maternidades Católicas.

Al recordar el efecto del Parkinson, la misma enfermedad que padeció Karol Wojtyla, recordó: «mi cuerpo ya no era el mismo y yo no era la misma».

«A partir del fallecimiento de nuestro Santo Padre Juan Pablo II, los síntomas de la enfermedad se acentuaron y agravaron», explicó, recordando dos meses durísimos, hasta el 2 de junio de 2005, cuando pidió dejar de trabajar en la Maternidad de la Estrella (Maternité de l’Etoile), en Puyricard cerca de Aix-en-Provence.

Su superiora le pidió que escribiera el nombre de Juan Pablo II, tarea casi imposible dado su estado. Tras escribir unos caracteres casi irreconocibles, se fue a su habitación a descansar.

«Y allí, cuando entré en mi habitación, tuve ganas de escribir, a pesar de que para mí era difícil. Tuve la impresión de escuchar una voz que me decía: "toma el bolígrafo y escribe". Escribí un poco». Tras pocas palabras, se durmió para despertarse a las 4.30 de la mañana.

«Me levanté de un salto de mi cama, a pesar de que alzarme se había convertido en algo verdaderamente duro y pesado», siguió recordando.

«Me sentí totalmente transformada, ya no era la misma interiormente», afirmó este viernes. «Algo que me resulta difícil explicar con palabras». «Era demasiado fuerte, demasiado grande. Un misterio».

«Desde ese día he dejado de someterme a todo tratamiento». «Para mí es como un segundo nacimiento, tuve la impresión de redescubrir mi cuerpo, de redescubrir mis miembros», confía.

Aquel día, el 3 de junio de 2005, comenzó la jornada con una inolvidable Eucaristía de accion de gracias.

En estos momentos la religiosa desempeña sus servicios en una maternidad de París. «Trabajo como enfermera con mamás y bebés de la maternidad Saint-Félicité. Y cumplo con todas las exigencias».

Esta curación sin explicación científica será presentada por el postulador de la causa de beatificación, monseñor Slawomir Oder, en la fase romana, que tiene lugar en la Congregación para las Causas de los Santos.

Comenzará después de que se clausure el proceso diocesano, el 2 de abril en la basílica vaticana. La religiosa participará en esta celebración.

En declaraciones recientes, monseñor Oder había constatado dos elementos de este caso: la religiosa ha sido curada de Parkinson, la enfermedad de Juan Pablo II, y como él ha entregado su vida a la causa de la vida.



No tengáis miedo (21:42). Documental sobre Juan Pablo II

Católicos y ortodoxos celebran este año la Pascua el mismo día

Motivo de gran alegría para los católicos griegos

SIROS (GRECIA), domingo, 1 abril 2007.- Este año, católicos y ortodoxos celebrarán la Pascua el mismo día, es decir, el 8 de abril. Esta coincidencia se convierte en motivo de gran alegría para muchos cristianos, como testimonia a Zenit el presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Grecia.

Normalmente los católicos griegos, minoría en un país ortodoxo, celebran -por motivos pastorales- la Pascua el mismo día en que lo hace la Iglesia ortodoxa.

«Es una gran alegría para nosotros, aunque el próximo año se dará de nuevo una diferencia de cinco semanas. La Iglesia católica universal celebrará la Pascua el 23 de marzo, mientras que la Iglesia ortodoxa -con la cual nosotros los católicos griegos celebramos la Pascua- lo hará el 27 de abril», informa monseñor Francesco Papamanolis, de la orden de los Frailes Menores Capuchinos, y obispo de Siros, Santorini y Creta.

«Para nosotros es un sufrimiento celebrar la Pascua en una fecha separada de Roma, pero el sufrimiento es todavía más grande al no poder celebrar la Pascua todos juntos en Grecia, ya que muchas familias son mixtas, los matrimonios mixtos entre católicos y ortodoxos son más o menos el 75%» entre los católicos, añade monseñor Papamanolis.

«Celebrar la Pascua en días distintos crea problemas sociales y, para nosotros, también crea problemas pastorales: lo bonito sería que se llegara a un acuerdo para que todos los cristianos celebrarán la Pascua juntos», reconoce haciéndose eco del llamamiento que lanzó Juan Pablo II.

Calcular la fecha de Pascua fue un problema durante siglos que involucró a astrónomos y matemáticos.

El Concilio de Nicea estableció que el día de Pascua debía caer en el domingo posterior al primer plenilunio siguiente al equinoccio de primavera.

Hoy día, la fecha se individua en virtud del equinoccio de primavera (21 de marzo) y de la luna llena (lo que hace que la fecha sea «móvil»).

La diferencia de fechas la establecen los diferentes criterios adoptados por los calendarios vigentes.

La Iglesia católica sigue el calendario gregoriano (reformado por Gregorio XIII en 1582); la ortodoxa el juliano (establecido por Julio César en el año 46 a. C.).

La próxima vez que coincidirá la Pascua para católicos y ortodoxos será el 4 de abril de 2010.

Los creyentes rusos ven en la Semana Santa una época de recogimiento y oración más que unos días de vacaciones

También en Rusia los templos se han llenado de feligreses para celebrar la Pascua de Resurrección. Resulta que este año el calendario de Semana Santa ha sido el mismo tanto para católicos como para ortodoxos. Esta coincidencia tiene lugar solamente cuando el primer plenilunio del equinoccio de primavera coincide en los calendarios juliano y gregoriano. La última vez sucedió en 2004 y se repetirá en 2010, 2011, 2014 y 2017. Después, no volverán a coincidir hasta 2034.

Al igual que los católicos, los ortodoxos celebran cada uno de los días 'santos' de la semana, especialmente el jueves y el viernes.

La liturgia y el ritual son parecidos, aunque las diferencias son patentes. En la última misa del Jueves Santo, todos los fieles van provistos de cirios, que cada cual lleva después a su casa para iluminar los iconos. Las velas deben estar encendidas hasta el Domingo de Resurrección.

El Viernes Santo no se oficia misa. Se celebra sólo una oración, al final del día, en presencia del sudario con el que fue envuelto el cuerpo de Cristo, tras ser bajado de la cruz, y del icono con su imagen en el sepulcro. Los vía crucis forman también parte del ritual aunque no son tan vistosos, como en España. En Rusia, estas procesiones, por lo general no muy numerosas en participantes, discurren alrededor de las iglesias.

Las misas sí suelen tener más solemnidad que en el mundo católico. Multitudinarios coros de voces masculinas y femeninas ayudan a crear el fervor necesario para las commemoraciones de estos días. A juzgar por lo que he visto en los templos ortodoxos, creo que los creyentes rusos son los cristianos más devotos y fervorosos, sobre todo las mujeres. Arrodilladas, se inclinan hasta el punto de dar con la cabeza en el suelo. Y no se ven sólo ancianas, como en la época soviética; cada vez es mayor la presencia de jóvenes de ambos sexos en las iglesias rusas.

Influencia creciente

El ateísmo imperante en Rusia durante mucho tiempo erradicó las religiones. Pero, tras recuperar su implantación y la mayor parte de su patrimonio, la Iglesia rusa fue aumentando paulatinamente su influencia entre una población necesitada de asistencia espiritual.

La Iglesia ortodoxa de hoy intenta compaginar su profundo conservadurismo con las necesidades de una evangelización moderna, favorecida por la tendencia de los rusos a recuperar sus antiguas tradiciones y valores espirituales. El porcentaje de creyentes ortodoxos declarados pasó del 20% de la población rusa, en 1989, al 68% aproximadamente en la actualidad.

Hay más devoción en la Rusia profunda y en las áreas rurales que en Moscú, donde la gente piensa más en cómo hacerse rico.

Ya antes de la desintegración de la URSS, a los cristianos rusos les fueron devueltas las catedrales del Kremlin y la iglesia de San Basilio, en la plaza Roja. La restitución de bienes se intensificó durante la década de los 90 y continúa hasta hoy día. Ya nadie se acuerda de cuando al Santo Sínodo de la Iglesia rusa (constituido por los metropolitas o arzobispos) le llamaban 'metropolitburó', en referencia al Buró Político del Partido Comunista de la URSS.

Confidentes políticos

Después de varios años de persecución y tras llevar a cabo una purga entre los sacerdotes más beligerantes con el nuevo sistema comunista, los bolcheviques decidieron tender una mano a la Iglesia ortodoxa.

En 1920, el patriarca Serguii firmó un acuerdo con el Kremlin en el que se comprometía a ser obediente. En los archivos soviéticos se pueden encontrar centenares de referencias sobre las relaciones existentes entre la jerarquía eclesiástica y la Quinta Dirección del contraespionaje político del KGB. De los 13 miembros que componían el Sínodo, al menos dos eran confidentes de los servicios secretos soviéticos. Alexis II, el actual patriarca, tuvo que arrepentirse de sus antiguos «compromisos con la ideología comunista» el día de su entronización, hace 17 años. Alexis II, nacido en Estonia, es miembro del Santo Sínodo desde 1964. En 1986 se convirtió en metropolita de San Petersburgo y Nóvgorod. Tuvo además un escaño en el Congreso de los Diputados Populares de la desaparecida URSS.

El patriarca ruso se opuso siempre con todas sus fuerzas a que Juan Pablo II pudiera viajar a Rusia y, aunque las relaciones con el Vaticano han mejorado, tampoco desea ahora la visita de Benedicto XVI. Sus detractores le acusan de ser demasiado permisivo con la clase dirigente del país y de no condenar la política del Kremlin, que favorece el enriquecimiento de unos pocos y mantiene en la pobreza a la mayoría de los rusos.



La tierra de Jesús (01:00:36) . Documental sobre Tierra Santa

El «concierto de la unidad»

ROMA, lunes, 2 abril 2007.- «La Pasión según san Mateo», el concierto compuesto por el obispo ortodoxo ruso Hilarion Alfeyev de Viena y Austria, ha unido en la contemplación y en los aplausos a católicos y ortodoxos antes de comenzar esta Semana Santa, que en este año celebran en la misma fecha.




El «concierto de la unidad», como ha sido conocido en Roma, celebrado en el Auditorio de la Vía de la Conciliación junto al Vaticano, el pasado 29 de marzo, recibió una larguísima ovación del público, en buena parte representantes de la Curia Romana y de las comunidades religiosas de Roma.



Entre los presentes, se encontraba el cardenal Paul Poupard, presidente de los Consejos Pontificios para la Cultura y para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, el embajador de Rusia ante la Santa Sede, Nikolay Sadchikov, y el compositor Arvo Pärt.



Al inicio, se leyó un mensaje escrito por el patriarca Alejo II de Moscú y de todas las Rusias, en el que consideraba que el concierto «es para todos nosotros una buena preparación para los grandes y salvíficos días de la Semana de la Pasión y nos ayudará a comprender la grande obra expiatoria de nuestro Señor y Salvador Jesucristo».

«Sólo si somos conscientes de esta expiatoria proeza, seremos dignos de la especial alegría de encontrar al Señor resucitado en el luminoso día de la Pascua de Cristo», añadía el mensaje del patriarca, que fue leído por el cardenal Poupard.



El purpurado francés consideró que «La Pasión según san Mateo» no es simplemente «un acontecimiento único cultural, sino también y diría sobre todo un momento de reflexión y preparación para la gran Fiesta de la Pascua».

El concierto, añadió el purpurado, ofrece la oportunidad «de participar en primera persona en ese camino de conocimiento recíproco, de estima y de comunión deseada entre las dos Iglesias que continúa cada vez con mayor intensidad y fecundidad» para respirar «a pleno pulmón»

Es decir, aclaró, esta pieza artística permite respirar la riqueza del «patrimonio espiritual y cultural de oriente y de occidente, acogido y vivido en su unidad sustancial y en su creativa complementariedad cultural», afirmó el cardenal.

La «Pasión» fue dirigida por el maestro Vladimir Fedoseev (primer director de los Wiener Filarmoniker de 1997 a 2005), e interpretada por la orquesta sinfónica más grande de Rusia, la Gran Orquesta Sinfónica «Petr Chajkovskij», y por el Coro Tretjakovskij, el más famoso de Rusia, constituido en la capilla de San Nicolás de las Galería Tretjakov.



La transmisión del concierto fue realizada por el Centro Televisivo Vaticano. Entre los canales que mandaron en onda la composición musical se encontraban EWTN, la red televisiva católica mundial, y Telepace.



La Pasión según San Mateo (46:26)

Católicos rusos recuerdan a Juan Pablo II y oran por su beatificación

«Se fue pero no se ha apartado de nosotros»

MOSCÚ, miércoles, 4 abril 2007.- Unidos en oración junto a millones de personas en el mundo, los fieles católicos en Rusia no sólo conmemoran este lunes el segundo aniversario luctuoso de Juan Pablo II, sino que elevaron una plegaria especial por su pronta beatificación.



Reunidos en la catedral metropolitana de la «Inmaculada Concepción de la Virgen María», los creyentes se dieron cita para implorar en una misa solemne y a través de la oración, que el fallecido pontífice sea beatificado lo más pronto posible.

«Hace dos años muchos lloraron y sufrieron. Se dijo que se había ido un profeta del siglo XX- XXI. Un profeta que le había enseñado al mundo a vivir con Dios. No obstante, muchos albergaron la esperanza de que él, aunque se fue, no se había apartado de nosotros; de que se había quedado vivo en muchos corazones», explicó en la homilía monseñor Andzhei Stetskevich, vicario general de la archidiócesis de la Madre de Dios en Moscú.

Explicó que a pesar de que muchos medios de comunicación se preguntaban cómo era posible que un hombre enfermo y anciano pudiera seguir al frente de la Iglesia, Juan Pablo II demostró que su camino era el mismo que tomó Jesús: «estar hasta el final en la cruz».



Monseñor Stetskevich señaló también que nuestro tiempo tenía en la figura de Juan Pablo II, de la madre Teresa y de tantos santos a grandes testigos de la cruz, de la elección del camino del Señor y que aún antes de su muerte, el fallecido pontífice había realizado ya muchos milagros:

«Cuánta gente regresó a la fe, cuánta gente optó por la vida religiosa, cuánta gente repensó el camino. Y fue después de su muerte que muchos empezaron a rezarle como a un intermediario de Dios».

Así mismo monseñor Stetskevich expresó que tras la noticia del milagro perpetrado en sor Marie-Simon-Pierre y luego de las explicaciones que diera hace un par de semanas en Moscú el padre Slawomir Oder, postulador de la causa para la beatificación de Juan Pablo II, entorno a que los milagros han sido muchos y que constantemente llegan cartas al Vaticano de gente que asegura ser testigo de ellos, los creyentes podíamos decirle hoy a Dios:

«Señor, te pido que a través de la intercesión de Juan Pablo II, realices en mí el más grande milagro de mi vida: que regrese a Tú camino para que sea digno de cargar mi cruz. Como Juan Pablo II quiero ir en dirección a Tí, quiero estar en Tú casa, en la casa de los Santos. Te pido que esa casa, la casa del Padre, sea el hogar de cada uno de nosotros».



En una catedral donde las imágenes religiosas estaban cubiertas por una túnica morada como indica el tiempo de Semana Santa, sobresalían los dos murales expuestos con fotografías del pontificado de Juan Pablo II y en medio uno de sus pensamientos: «Debemos buscar la unidad sin ceder ante las dificultades».

De igual forma, destacaba una pequeña exposición de dibujos hechos por niños y jóvenes polacos donde se veía a Juan Pablo II haciendo la señal de la cruz, sonriendo o bien con uno de sus gestos que le caracterizaba: pensativo con las dos manos juntas al frente de la boca.



Momentos emotivos se vivieron después de la celebración eucarística cuando en la catedral se proyectó la película «Credo, la fe de Juan Pablo II», del director Alberto Michellini y en la cual al compás de diversas arias famosas, todos los asistentes revivieron los momentos del funeral del Santo Padre pero también la larga trayectoria de su pontificado.