Ganadores del V Concurso Nacional de Redacción ¿Qué es para ti un sacerdote?

El Centro Académico Romano Fundación convocó, en septiembre de 2005, el V Concurso Nacional de Redacción, ¿Qué es para ti un sacerdote?


Con esta iniciativa se invita, a todo tipo de personas, para contar, en un máximo de dos folios, la influencia que tiene el sacerdote en tu vida personal, en tu familia, en tu ciudad o en tu parroquia. Así mismo, relatar tus experiencias, lo que el sacerdote ha hecho por ti o lo que le has visto hacer por los demás. Se anima a participar a los familiares y amigos.

A continuación mostramos algunos fragmentos de los trabajos premiados

Primer Premio 1ª Categoría, hasta 12 años.

“Mucha gente de mi edad quizás piense que los sacerdotes sólo están en las parroquias, en algunos coles, en la misa del domingo y celebrando bautizos, bodas y funerales. Pero por su espíritu de servicio también están acompañando a jóvenes en ejercicios espirituales, visitando a los que están a punto de morir, en las cárceles y en los hospitales. Están en todos los sitios, incluso en medio de los ambientes más desagradables y peligrosos, siempre intentando ayudar a los que están más olvidados”. (Irene Calvo Arriedo, 11 años, Talavera de la Reina).




Segundo Premio 1ª Categoría, hasta 12 años.

“Para mí ser sacerdote es un trabajo que consiste en comunicar el mensaje de Dios a todos los cristianos. Un sacerdote es una persona muy valiente porque tiene que soportar las críticas del gobierno y de los ciudadanos. El sacerdote ha de estar en constante renovación para ser un fiel servidor del Evangelio y continuador de Jesús, Buen Pastor, en el mundo de hoy”. (José Ramón Sánchez, 11 años, Valladolid).

Primer Premio 2ª Categoría, de 13 a 18 años.



“Era el típico día en el que no tienes nada que hacer y te sientas a ver la televisión. Ponían la película “Yo Confieso” de Alfred Hitchcock. Aprendí muchas cosas sobre la figura del sacerdote. Lo primero fue ver que es una persona joven, normal y corriente que incluso antes de ser cura tenía novia. Una persona con unas expectativas de futuro impresionantes que un día decide dedicar su vida al servicio de Dios y de los demás. ¡Y nosotras pensando que los sacerdotes eran unos marginados sin cualidades humanas! Estamos muy equivocadas”. (Ana Cobo Rodriguez, 14 años, Puerto de Santa Maria).

Segundo Premio 2ª Categoría, de 13 a 18 años.

“Los sacerdotes son ante todo un regalo de Dios. Desde que murió Cristo hasta nuestros días, se han transmitido sus palabras gracias a ellos. Están dedicados enteramente al servicio del pueblo de Dios en la tierra. Gracias a los esfuerzos de los sacerdotes, hoy en día hay tantos millones de cristianos en el mundo como años han pasado desde que Jesús formara la Iglesia”. (Unai Buil Zamorano, Ossó de Cinca, Huesca).



Primer Premio 3ª Categoría, mayores de 18 años.

“Para mí y para la sociedad un sacerdote es un gran don, un regalo que Dios nos ha hecho y por el que tenemos que estar siempre profundamente agradecidos y rezar para que Él le sostenga en su difícil tarea. Su labor, oculta muchas
veces, puede hacer que pase desapercibido pero, si no tuviéramos sacerdotes, el mundo sería distinto y más materializado”. (Sor Maria Eugenia Maeso, Salamanca).

Segundo Premio 3ª Categoría, mayores de 18 años.

“El sacerdote es el participante por antonomasia del sacerdocio eterno de Cristo. Actúa en la persona de Cristo, es el propio Cristo en la tierra y es, en la Eucaristía, cuando esta representación alcanza su máxima expresión. A los
sacerdotes ha sido dado el poder de perdonar los pecados y el mandato misionero: Id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo cuanto yo os he mandado”.(Mercedes Morer, Barcelona).

Como consecuencia de la alta participación y del elevado nivel de las redacciones, hemos recopilado algunos fragmentos de los trabajos que no han sido premiados pero que consideramos de gran interés.



“A mí especialmente el sacerdote me ayuda a ponerme metas y a llegar a ellas superando todos los obstáculos. Él para mí es como un apoyo de Dios que ayuda a las personas a que sigan adelante sin ningún temor. En definitiva, todos los queremos un montón”. (Carmen, 11 años).

“Un sacerdote para mí es lo mejor del mundo. Es muy bueno porque cree en Dios como yo. También cree en Jesús, en la Virgen, en San José y en la Navidad. Cree en todos los cristianos y también quiere a los que no creen en Dios”. (Ángela, 9 años).

“Gracias a que hay muchos sacerdotes nos podemos confesar, bautizar, hacer la primera comunión…¡Son tantas cosas las que hacen por nosotros! No quiero ni saber qué pasaría si no hubiera sacerdotes porque sólo imaginarme a miles de personas en el infierno…¡No lo puedo ni pensar!”. (Isabel, 12 años).

“El sacerdote me ha dejado huella porque me ha dado mucha Fe en Dios y en Jesús. También me ha enseñado a perdonar más a las personas que me rodean. Desde que hice la primera comunión siempre perdono al que me ofende, lo que pasa es que como mi hermano no la ha hecho todavía, pues a veces se le tiene que pasar el enfado para poder jugar otra vez conmigo”. (Fernando, 9 años).

“El sacerdote nos explica el Evangelio en misa con palabras que los niños entendemos. Siempre nos manda deberes para la semana como ayudar a los padres, no contestarles, hacer los deberes sin protestar, comer lo que mamá nos pone…. Para mí Don Antonio es una persona muy buena que se lleva bien con todos los niños y nos da buenos consejos”. (Beatriz, 9 años).

“Un sacerdote para mí es el medio de conocer a Dios. Cuando tenemos el alma manchada Dios nos perdona por medio del sacramento de la confesión que administra el sacerdote. En la Santa Misa, el pan que recibimos es Jesús y lo obtenemos por medio del sacerdote. Además, los sacerdotes a los niños les dan ideas para no volver a pecar”. (Pablo, 11 años).

“Los sacerdotes tienen un compromiso, hacer feliz a la gente y ayudarles en todo lo que puedan. Y es que, para ser un buen cristiano, hay que seguir este compromiso además de ser amable y amigable con todos”. (Alba, 12 años).



“Para mí un sacerdote es como un profesor más pero que no da clases en el colegio sino en la iglesia. Nos enseña religión o, lo que es lo mismo, la vida de Dios. Lo más importante es que siempre influye para bien y nos enseña cosas buenas”. (Daniel, 10 años).

“Un sacerdote es un hombre que ha consagrado su vida a Dios que nos perdona los pecados mediante la confesión. Además, cuando un sacerdote se dirige a niñas de mi edad lo hace de una manera simpática, como Don Antonio que siempre nos gasta bromas y nos cuenta anécdotas divertidas”. (Patricia, 11 años).

Centro Académico Romano Fundación, nace en 1989 con el objetivo de buscar recursos para ayudar a la formación de sacerdotes y seminaristas en la Pontificia Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma y en las Facultades de Estudios Eclesiásticos de la Universidad de Navarra.

Gracias a las ayudas recibidas de muchas personas se ha conseguido que:

9.300 alumnos de 103 países, seminaristas, sacerdotes, religiosos y religiosas, profesores de Religión, catequistas, etc. hayan cursado estudios eclesiásticos en las Universidades de la Santa Cruz y de Navarra. 1.400 alumnos de 57 países se hayan ordenado sacerdotes y 22 hayan sido consagrados obispos.


Vídeo “Todos los caminos”
Imágenes del trabajo sacerdotal de 5 sacerdotes, antiguos becarios de esta Fundación, en sus países de origen.
Duración: 28 minutos.




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