Iglesias ortodoxas rusas ponen fin a 80 años de división
Los ortodoxos rusos pusieron fin a 80 años de división con la firma hoy del Acta Canónica de Relaciones entre el Patriarcado de Moscú y la Iglesia Ortodoxa en el Exterior, fundada por los sacerdotes y creyentes que huyeron del terror desatado en Rusia tras la revolución bolchevique de 1917.
El documento fue firmado por el patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, Alejo II, y el primer jerarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Exterior, el metropolita Lauro, en una ceremonia celebrada en la Catedral de Cristo Salvador, a la que asistió el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y otras altas autoridades del país.
'La alegría ilumina nuestros corazones. Ha ocurrido un acontecimiento histórico que esperamos largos años. Se ha recuperado la unidad de la Iglesia Rusa', dijo Alejo II tras la firma del acta canónica.
Recalcó que hoy 'se superan las divisiones eclesiásticas y también la confrontación social heredada de los tiempos de la revolución' y añadió: 'Cuando se fortalece la Iglesia, renace también nuestra patria'.
Tras firmar el Acta, Alejo II y el metropolita Lauro se besaron tres veces y, luego, el primer jerarca de la Iglesia Rusa en el Exterior besó la mano del Patriarca de Moscú y de toda Rusia en señal de reconocimiento de su mayor jerarquía.
La división de los ortodoxos rusos se produjo en 1927, diez años después de la revolución bolchevique, cuando la Iglesia Ortodoxa en el Exterior rompió con el Patriarcado de Moscú, que había firmado una declaración de lealtad al régimen soviético.
Tras la desaparición de la Unión Soviética, cuando se abrió el acceso a algunos archivos del Comité Estatal de Seguridad, conocido como el KGB, por sus siglas en ruso, se multiplicaron las denuncias de que altos jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Rusa colaboraron con los servicios secretos.
Según Gleb Yakunin, un pope y ex diputado que formó parte del movimiento democrático que aupó al poder a Borís Yeltsin en 1991, Alejo II colaboró con el KGB.
'Hoy, después de decenios de separación, se puede afirmar con certeza: en este conflicto político-eclesiástico no hubo vencedores', dijo Putin en su intervención en la Catedral de Cristo Salvador.
El jefe del Estado subrayó que el renacimiento de la unidad de la Iglesia es 'la condición más importante para la recuperación de la unidad del mundo ruso, cuyo pilar espiritual ha sido siempre la fe ortodoxa'.
'En la sociedad rusa de hoy, que se basa en los principios democráticos de la libre y abierta profesión de las creencias religiosas, no hay terreno para una tragedia y una confrontación que se agotaron por sí mismas', añadió.
Putin destacó que el Acta Canónica haya sido firmada en la Catedral de Cristo Salvador, un 'símbolo del renacimiento y el florecimiento de la Iglesia Ortodoxa Rusa'.
La catedral, erigida en el siglo XIX en señal de gratitud por la victoria sobre Napoleón, fue dinamitada en 1931 por orden de las autoridades soviéticas, y fue reconstruida en los pasados años 90, tras la caída del comunismo en la Unión Soviética.
Alejo II invitó personalmente al jefe del Kremlin a asistir a la ceremonia de firma del Acta y entonces recalcó la 'gran aportación' de Putin en la reunificación de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Según el Acta, el Patriarcado de Moscú reconoce la autonomía de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Exterior en asuntos pastorales, administrativos, patrimoniales, pero 'en unidad canónica con toda la Iglesia Ortodoxa Rusa'.
La Iglesia en el Exterior elegirá a su primer jerarca de acuerdo a su propio reglamento, pero esa elección deberá ser ratificada por el patriarca y el Sínodo del Patriarcado de Moscú.
Putin: la reunificación de los ortodoxos ayudará a consolidar a los rusos
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo hoy que la restauración de la unidad de la Iglesia Ortodoxa Rusa ayudará a la 'consolidación de todos los rusos, divididos por trágicos acontecimientos y una guerra civil'.
Putin hizo esta afirmación en una recepción oficial en el Kremlin con motivo de la firma el pasado jueves del Acta Canónica de Relaciones entre el Patriarcado de Moscú y la Iglesia Ortodoxa en el Exterior.
'El restablecimiento de la relación canónica es sólo el primer paso del acercamiento mutuo. Todavía habrá que superar muchas consecuencias de la división, recuperar los lazos perdidos de nuestros compatriotas con la patria', señaló Putin, citado por la agencia Interfax.
Según el Acta, el Patriarcado de Moscú reconoce la autonomía de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Exterior en asuntos pastorales, administrativos, patrimoniales, pero 'en unidad canónica con toda la Iglesia Ortodoxa Rusa'.
'Aquellos que estamparon sus firmas en ese documento histórico inscribieron sus nombres en la historia, no sólo en la historia de la Iglesia Ortodoxa, sino también en la de Rusia', dijo Putin.
Reunificadas las dos ramas de la Iglesia Ortodoxa Rusa
En un acto en la Catedral de Cristo Salvador
MOSCÚ, jueves, 17 mayo 2007.-La Iglesia Ortodoxa Rusa cicatrizó este jueves una herida abierta hace ochenta años, cuando una rama creada en Occidente por refugiados que huyeron de la Unión Soviética restableció relaciones con la iglesia madre, en una fastuosa ceremonia en la catedral de Moscú.
Los líderes de las dos ramas ortodoxas firmaron un documento de reunificación mientras las campanas resonaban en la Catedral de Cristo Salvador.
El presidente Vladimir Putin asistió a la ceremonia, considerada una nueva iniciativa de Rusia para volver a conectar con su pasado presoviético y enterrar los fantasmas de la revolución y ateísmo patrocinado por el Estado.
«La división en la Iglesia fue resultado de una profunda crisis política en la sociedad rusa -dijo Putin tras besar un icono ortodoxo-. El restablecimiento de la unidad de la Iglesia es una condición importante para redescubrir la unidad perdida del pueblo ruso».
El patriarca Alejo II, cabeza de la Iglesia Ortodoxa Rusa, y el metropolitano Laurus, líder de la Iglesia Ortodoxa en el Extranjero, con sede en Nueva York, firmaron el documento ante líderes de la Iglesia y familiares del último zar.
El arzobispo católico de la Madre de Dios en Moscú, monseñor Tadeusz Kondrusiewicz, declaró: «Es un hecho muy, muy importante, porque toda unificación tiene lugar según la voluntad de Jesús, porque Él pide que todos sean uno, aunque en este caso hablemos de ortodoxos».
«Estoy seguro de que la voz de la Iglesia ortodoxa, que defiende las raíces cristianas de Europa ante los desafíos del mundo contemporáneo, después de esta unificación será más fuerte», ha explicado en declaraciones a «Radio Vaticano».
«La Iglesia ortodoxa rusa cuenta hoy con muchos rusos fuera de su país y también ellos tienen necesidad de una atención pastoral que ahora será más fácil. Como católico estoy muy satisfecho».
«Deseo que la Iglesia ortodoxa rusa sea fuerte en la proclamación de Evangelio de Cristo y en la defensa de los valores y de las raíces cristianas del continente», dice Kondrusiewicz.
Según cálculos oficiales, la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero cuenta tan sólo en Estados Unidos con 480.000 fieles.
Los «rusos blancos» en el exilio, que respaldaron al Zar Nicolás II, y se opusieron a los comunistas crearon la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, tras perder una guerra civil, en los años veinte del siglo pasado. Establecieron su sede primero en Serbia, pero después se trasladaron a Nueva York.
El documento establece oficialmente la «comunión canónica», lo que significa que ambas Iglesias reconocen las respectivas jerarquías religiosas y celebraciones y la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero aceptará la autoridad final del Patriarca Alejo.
Para el patriarcado de Moscú, dos tercios de los 142 millones de ciudadanos rusos es ortodoxo, a éstos se les añaden millones de fieles en las antiguas repúblicas soviéticas.
Católicos rusos recordaron el cumpleaños de Juan Pablo II
La Iglesia Católica felicita por la reunificación a la Iglesia Ortodoxa Rusa
MOSCÚ, lunes, 21 mayo 2007.- Fueron clausuradas el 20 de mayo en Moscú las «Jornadas de Juan Pablo II», una iniciativa querida por la Iglesia Católica rusa para conmemorar al desaparecido pontífice en el día de su cumpleaños, informa AsiaNews.it. Al mismo tiempo, la Iglesia Católica en Rusia ha felicitado a la Iglesia Ortodoxa Rusa por su reunificación.
Del 18 al 21 de mayo en la capital rusa se han celebrado conferencias sobre la figura de Juan Pablo II y momentos de oración en todas las iglesias del país.
Ayer las jornadas concluyeron con un encuentro de conmemoración en la catedral católica de Moscú, con la presencia del nuncio apostólico, monseñor Antonio Mennini y del embajador polaco en Rusia, Jerzy Bahr.
En la inauguración de las jornadas de tres días, el arzobispo de la diócesis de la Madre de Dios, monseñor Tadeusz Kondrusiewicz, puso el acento sobre el hecho de que la iniciativa dedicada a Juan Pablo II este año se desarrollara en el momento en que la Iglesia Ortodoxa rusa sanaba oficialmente su cisma, que ha durado 80 años. «Juan Pablo II –recordó el prelado- tuvo siempre un gran interés por Rusia, por como vivía el país y la Iglesia Ortodoxa, y estaba preocupado por las dificultades existentes».
En una carta al patriarca de Moscú y todas las Rusias, Alejo II, monseñor Kondrusiewicz expresó su alegría por la reunificación de la Iglesia Ortodoxa rusa con la Iglesia en el Exterior, oficializada el pasado 17 de mayo.
Asimismo manifestó el deseo de que «la superación del cisma y la reunificación eucarística de los cristianos ortodoxos tenga un efecto pacificador en toda la sociedad rusa» y «anime el diálogo» entre las dos Iglesias hermanas.
Es el mismo deseo, expresado en una carta enviada hoy por el cardenal Walter Kasper, responsable del dicasterio para la Unidad de los Cristianos a Alejo II: esperamos que el Acto de Comunión canónica dé «impulso a relaciones más profundas con las otras Iglesias en el común deseo de hacer realidad una más completa unidad cristiana».
Deseo plasmar en este blog mis contactos con dos sacerdotes españoles que están trabajando en Rusia desde el día 30 de noviembre de 2002, fiesta de san Andrés, apóstol. También pondré noticias y anécdotas relacionadas con Rusia, y con otros países de la antigua URSS. Es necesario referirse a Fátima. El próximo 13 de julio de 2006, se cumplen 89 años de la primera vez que la Virgen María habló, en Fátima, de Rusia y de su conversión.
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