11 septiembre 2006

SACERDOTES EN KAZAJSTAN

Reproduzco una de las cartas enviadas a los amigos de Monzón y Fraga (Huesca-España), desde Shymken. Estamos en Navidades del año 2003

Queridos amigos:


La víspera de la fiesta de la Epifanía, pude conversar por teléfono unos breves pero intensos momentos con vuestros sacerdotes. ¡Qué regalo de Dios! Después, en mis oraciones frente al Belén, me ha sido más fácil acordarme de vosotros.
Es en esos ratos de oración cuando, como seguramente os habrá pasado a vosotros, me veía a mí mismo como esos Magos de oriente. ¡Cuántas veces, a lo largo de este año, he visto “su estrella”!


La he visto en esos niños que en nuestra parroquia han recibido el bautismo, o la primera confesión y comunión. La he visto en esas decisiones de personas adultas que a sus cincuenta, sesenta, o setenta años, han recomenzado su vida cristiana.

Posted by Picasa


De modo especial la veo en la vida de Yura y Galia, un matrimonio. Ambos crecieron en hospicios, con padres alcohólicos. Desde hace once años viven juntos, salvo las cuatro temporadas que Yura ha estado en prisión por robo. La prisión, nueve años como drogadicto y, después dos de mucho alcohol, no han sido capaces de romper un vínculo que, sin ser religioso (no están bautizados) ni civil (como él no tiene ningún papel no se han casado ni por lo civil), no deja de ser “fuerte” y “fortalecedor”.

Ahora viven con dos hijas de 7 y 3 años en el metro y medio cuadrado que les dejan los familiares de ella en su piso, junto a la puerta de entrada. Allí duermen los cuatro hasta las 5 de la madrugada, cuando un hermano de Galia sale a robar a los vagabundos lo que puede para revenderlo después. El año pasado tuvieron que dejar una hija de cinco años en un hospicio.

En esas circunstancias nos conocimos al inicio del verano pasado. A sus 34 años, Yura ha conseguido dejar no solo las drogas, sino también, desde el pasado agosto, el alcohol y los robos. ¿Qué medicamentos ha tomado para ello? Lo único que ha hecho es tomarse la vida en serio: el testimonio de fidelidad que la mujer le ha dado en todos estos años, el sacar a sus hijas adelante, recuperar a la hija que tiene en el hospicio… ¡la familia!

Hace poco, hablando de la “estrella de Navidad”, me dijo: “Sí, yo también la he visto ahora, pero temo no llegar a alcanzarla”. Cuando les ayudamos con alimentos, ropa, medicamentos, facilitando los estudios de la hija, o para conseguir la documentación, sin duda se la hacemos más cercana. Pero más importante es, como él mismo dice, “sentirse tratado como persona”. Ahora poco a poco se va iniciando en el mundo laboral. Además, sabe que no está solo en esa búsqueda, y que la “estrella” no está tan lejos de él como parece…

Posted by Picasa

Yura y su mujer vienen todos los domingos a Misa con sus hijas. Durante el verano, él vino casi cada día; era parte de la “medicación” que él mismo se autoimpuso.

También he visto esa “estrella” en el testimonio de las dos chicas de Eslovaquia que nos ayudaron en la parroquia. Es la “estrella” que brilla en el esfuerzo de todo educador. Es la “estrella” que intenta llevar luz, orientación. Para Marta era el segundo año entre nosotros; María empezaba de cero incluso con el idioma, pero también pensaba pasarse dos años en estas tierras. Llegaron en octubre, y en las vísperas de Navidad, mientras los sacerdotes estábamos en Almaty, la policía vino a pedirles la documentación… y al día siguiente les devolvieron los pasaportes con un sello que ponía: “deportación de Kazajstán”. Así de rápidas son “a veces” algunas resoluciones en estas tierras.

Pero la estrella de Belén era más fuerte que la ira de Herodes: brillaba para servir a los demás, no a sí misma. A veces, los educadores pueden (podemos) sentirnos desazonados por alguna contrariedad. Si queremos ser fieles a la verdad, hemos de fundirnos con ella, ser “combustible” para que la estrella no se apague. Si no queremos desorientar, es posible (casi seguro) que nos toque ser “Cireneos” de la verdad. Esas chicas han dejado no solo unos buenos frutos, sino unas semillas para el futuro. Seguro que, aunque no se den cuenta, ellas han recibido mucho más.

Posted by Picasa

Pero… ¡Ojo! No os vayáis a pensar que aquí las cosas están muy duras. Donde está la “estrella”… está la Salvación, está “Él”. La luz de esa “estrella”, ¿no es la misma que brilla desde la mañana de Pascua? Es la estrella de la Alegría, de la Vida… ¡de la Victoria! Es la estrella que veo brillar también en vosotros, cuando os veo por Fraga o cuando nos llegan vuestras cartas… o paquetes.

Que esa estrella siga brillando en vuestros hogares, en y desde vuestros corazones.

Junto con D. Marcelo, os recuerda y encomienda,
Mn José Luis



No deje de ver el vídeo: Testigos de un renacer”. Lo tiene aquí

Contacto

No hay comentarios: