Otra carta, esta del 2004. Vemos como el Señor bendice a sus hijos que luchan por cumplir su Voluntad.
Shymkent, 19 de octubre de 2004
Queridos amigos:
El 1 de octubre, fiesta de Santa Teresa del Niño Jesús, titular de la parroquia de Shymkent, vino nuestro Obispo Henry Hovaniec OFM, y como siempre, vino acompañado de una especial gracia de Dios para todos nosotros. En esta ocasión, el motivo de su viaje era administrar el sacramento de la confirmación a algunos fieles de la parroquia y bendecir los nuevos locales del centro parroquial.
Desde hace mucho tiempo aguardábamos con alegría este acontecimiento, pues por primera ocasión, desde que hace seis años se comenzó la labor de la Iglesia Católica en Shymkent, se iba a celebrar la confirmación de un grupo de fieles de la parroquia. Y nuestros sueños se cumplieron el sábado dos de octubre a las 4 de la tarde.
En esta ocasión recibieron la confirmación 10 personas: 7 del mismo Shymkent, y tres de Vánofka, población situada a unos 60 kilómetros de la capital de la región, donde está la sede de la Parroquia. Los candidatos eran muy diferentes en cuanto a la edad (desde los 20 años hasta los 79), pero todos manifestaban en sus rostros la misma alegría de “los elegidos por el Señor”.
Nuevos horizontes de fe, esperanza y caridad se abren para aquellos a los que Dios ha concedido un don especial de su Espíritu. La madurez del cristiano acaba de empezar. Como dijo uno de los participantes, “hasta ahora yo sólo venía a la Iglesia, pero a partir de ahora me doy cuenta de que yo mismo soy Iglesia”. En resumen, bien se puede decir que se ha culminado el ciclo de iniciación no sólo de los fieles, sino también de la comunidad parroquial. La toma de conciencia del don recibido ha de servir como acicate para un nuevo impulso evangelizador en todos nosotros.
Acabada la celebración litúrgica, todos nos trasladamos desde la capilla a los nuevos locales, proyectados sobre todo para los mayores. El edificio cuenta con una sala grande con capacidad para unas cincuenta personas. Allí se podrán tener encuentros de muy diverso tipo: social, cultural, ecuménico, etc. También hay una cocina y una habitación que esperamos pueda servir en breve como dispensario médico.
El Obispo bendijo los locales que, como dijo, “fueron construidos para afianzar nuestro conocimiento de Cristo y de su ley del Amor a Dios y al prójimo”. Después bendijo el icono de la Virgen del Carmen que presidirá la sala principal. Finalmente pudimos celebrar la fiesta también en clima de hermandad con una pequeña merienda organizada por los fieles, y alguna actuación de los niños al son de la guitarra…
Sí: la parroquia crece, y no solo en sentido material. El Obispo señaló con alegría que cada vez que viene se reúne un grupo de fieles más numeroso. Pero todos nosotros también nos damos cuenta de que cada vez que nos visita el Obispo, la parroquia también crece más aún “hacia adentro”, en un crecimiento espiritual lento pero gozoso y constante.
Todos estamos de acuerdo: ¿queremos ser más? Entonces, ¡seamos mejores!
Durante la celebración se tuvo presente a todos aquellos que, gracias a su generosidad, han hecho posible todo lo que hay y se hace hasta ahora en la parroquia. El esfuerzo económico y las oraciones de tantas personas están dando mucho fruto. Gracias a Dios casi se puede dar por terminada la fase de construcción “material”. Ahora ha llegado el momento de poder dar un mayor impulso a otras labores que también hemos ido realizando hasta ahora; sobre todo, la formación de laicos que puedan colaborar intensamente en las diversas actividades de la comunidad.
Con todo cariño y agradecimiento, rezan por vosotros
D. Marcelo Miguel
D. José Luis Mumbiela
No deje de ver el vídeo: “Testigos de un renacer”. Lo tiene aquí
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